![]() Estudiantes comparten experiencia de Dios en torno a la vocación y el servicio |

Dios justo, que juzga rectamente, que tiene ante sí nuestras mentes y nuestras acciones.

La sobriedad, o la templanza, es una virtud que conserva una importancia clave para la vida de cada ser humano.

La reflexión desde la prudencia nos ayudará a vivir con la mirada puesta en la meta que realmente puede llevar a plenitud los anhelos del corazón.
Le pediremos, como los discípulos, que nos enseñe a orar, que sea nuestro Maestro interior.

Ante nuestro tiempo, nos queda tomar las lámparas encendidas y hacer nuestra la súplica que inspira y sostiene el camino de los que creemos en Cristo.

Pedir humildemente a Dios que nos ayude, que nos sostenga, que nos llene de esperanza.

Los seres humanos actuamos como seres libres, abiertos a miles de opciones.