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Tema 4.3 : La causa eficiente
¿Qué causa la existencia de otros entes y cómo?


Por: P. Alfonso Aguilar | Fuente: catholic.net



Objetivos

1. Comprender qué es una causa eficiente y qué tipos de agentes hay.

2. Descubrir la causa ejemplar próxima y última de las cosas.

3. Conocer la naturaleza y la fuente inmediata y última de la actividad de las creaturas.

A. El problema: ¿qué causa la existencia de otros entes y cómo?

La materia y la forma son las causas que explican qué es un ente, pero no porqué es, cómo surge, cómo una forma llega a informar la materia. Una casa es tal porque sus materiales están estructurados en forma de casa, pero ¿quién construyó la casa? Investiguemos quiénes son los agentes y cuáles son sus actividades, tratando de responder en las siguientes tres secciones a estos tres interrogantes:

(1) ¿Qué da origen a un nuevo individuo (substancia) o perfección de un individuo (accidente)?
(2) ¿Cómo transmite el agente su propia perfección a su efecto?
(3) ¿Cómo produce un ente un efecto externo; cuál es el orgien inmediato y último de su actividad?

B. La causa eficiente o agente

1. Naturaleza del agente


Es el origen o principio de una acción que hace que algo sea o sea de un cierto modo. Al actuar, todo agente produce efectos distintos de sí, bien sean nuevas substancias (yo escribiendo palabras) o modificaciones de las mismas (yo rayando el papel con la pluma). Agente (latín, agens, «el que hace») es un ente en acto que actualiza a otros, que une formas a la materia o las separa de ella, que cambia o «mueve» a otros substancial o accidentalmente (por eso se llama también causa movens, «causa que mueve»). No hay acción que no produzca un efecto, un nuevo ente: el viento mueve las hojas, mi inteligencia piensa en los agentes, este cuadro adorna la pared...

2. Tipos de agentes

Siguiendo diversos criterios podemos clasificar las causas eficientes de muchas maneras. En virtud del fundamento ontológico de la actividad causal, distinguimos entre causas secundarias o subordinadas, por ser creaturas, contingentes en sí, y la Causa Primaria o Última, la del Ser Necesario, que causa todas las causas: Dios. Si juzgamos el alcance directo de la influencia causal, nos encontramos con causas totales, que afectan a todo el efecto (el autor de un libro), y parciales, que sólo producen una parte del efecto (los que dieron ideas al autor para su libro). Si consideramos la extensión de la influencia, tenemos causas universales, que extienden su influjo a todos los efectos aunque no los produzca directamente (el arquitecto en la construcción de una casa) y particulares, que sólo producen un tipo de efectos (los albañiles levantan los muros). Por razón de la semejanza del efecto a su causa, distinguimos entre causas unívocas, que producen efectos de la misma especie (una yegua engendrando caballos) y análogas, que producen efectos de menor grado ontológico (yo escribiendo palabras). Si nos fijamos en el papel que juega la causa en la producción del efecto, diferenciaremos las causas principales, que producen el efecto por su propio poder o forma (un pintor pintando un cuadro) de las instrumentales, que sólo lo producen por el movimiento que le dan las principales (la brocha del pintor). Por razón de cómo se realiza el efecto, tenemos causas necesarias, que infaliblemente producen los mismos efectos (el agua siempre moja) y contingentes, que no siempre lo hacen (una llama puede no quemar una silla de madera porque es insuficiente o poque la silla está muy húmeda). Finalmente, en virtud de la libertad del agente, distinguiremos entre causas libres, que tienen dominio sobre sus actos (los hombres) y determinadas, que tienen que producir los efectos por la vitalidad de su forma (el sol iluminando).

C. El agente como causa ejemplar

1. Las causas ejemplares naturales


Un agente imparte algo de su perfección al efecto. En este sentido, el efecto «pre-existe» de algún modo en la causa, porque su perfección está en ella. Una pluma azul deja escritas palabras azules sobre el papel; la pluma transmite lo que tiene: tinta azul. El fuego quema la madera, la lluvia humedece el pasto, el perro engendra cachorros. En toda ocasión la causa «comparte» su perfección o parte de la misma con sus efectos, convirtiéndose así, a la vez, en su «prototipo» metafísico, su paradigma, modelo o ejemplar, aquel que es, por decirlo así, «digno de ser imitado». Los cachorros, el pasto húmedo, la madera quemada, las palabras azules tienen como su «ideal» ejemplar a sus respectivas causas. el hombre, además de impartir sus perfecciones naturales de modo natural (engendrando a otros hombres, por ejemplo) también transmite las perfecciones de su mente a las cosas que hace: un arquitecto construye una casa, un director hace una película, un autor escribe un libro, un estudiante responde a un examen, según el «ejemplar» o «modelo» concebido en su inteligencia.

2. Dios como Causa Ejemplar

También Dios ha creado todas las cosas siguiendo el modelo concebido en su Inteligencia divina. Sus Ideas son prototipos permanentes e inmutables de las cosas que existen en su Mente. Sirven de «estándar» a las creaturas que participan de las perfecciones «inventadas» por el Creador: así, los caballos, las rosas, los ríos «imitan» la Idea de caballo, de rosa, de río, que Él pensó. Sin esas Ideas, los entes finitos no tendrían su esencia particular. Porque Dios no pensó en centauros, Gozilla, o en los monstruos de la «Guerra de las galaxias», tales especies no existen más que en la imaginación humana. Dios es, por tanto, la Causa Ejemplar última de todo lo que existe, pues en su Mente están las Ideas de todo lo que ha creado y lo que las creaturas mismas efectúan(72).

D. La actividad de los agentes

1. Naturaleza y tipos de actos


Actuar es hacer algo actual, hacer que pase de la potencia al acto, producir un nuevo ente o efecto. Los agentes ejercitan su causalidad por medio de su actividad. ¿Qué tipos de actos puede tener una causa eficiente? Las acciones transeúntes o transitivas son las que afectan o perfeccionan a un objeto exterior al agente, transformándolo substancial o accidentalmente. Ejemplos: iluminar, cortar, empujar, construir, escribir. Las operaciones inmanentes son las que afectan o perfeccionan al agente y cuyo efecto permanece en él mismo. Ejemplos: crecer, escuchar, desear, comprender, aprender metafísica. A las primeras las llamamos propiamente «acciones» y a las segundas «operaciones»(73). Las acciones transitivas son fruto de la perfección intrínseca de las cosas y de sus operaciones inmanentes. Por lo mismo, cuanto más perfecto es un ente, tanto mayor será su capacidad de realizar operaciones y, por ende, de influir en los demás por medio de sus acciones. Cuanto más ágil sea una pantera, por naturaleza y por ejercicio (acto inmanente), tanto mejor podrá cazar a sus presas (acto transitivo), cuanto más metafísica sepa un profesor (operación inmanente), mejor podrá enseñar (acción transeúnte).

2. Los fundamentos de la actividad

a. El origen último del actuar


Puesto que el actus essendi es el fundamento de la actualidad de todo acto y la perfección más radical de una substancia, es también la raíz de toda actividad. Un ente, entonces, actúa en la medida en que está en acto, o sea, en la medida en que tiene ser. Agere sequitur esse, dice un adagio latino: «el obrar sigue al ser». Por tanto, cuanto más participación tenga un ente del esse, tanto mayor y más efectivo será su actuar.

b. El principio específico de las operaciones

Dado que la forma determina al sujeto subsistente haciéndole ser esto o lo otro, la forma determina el modo como actúa; su grado de ser es su grado de operar. Uno hace lo que la naturaleza le permite hacer. Una piedra es sólida, pero no puede caminar; una planta crece, pero no puede volar; una gaviota vuela, pero no puede pensar. La forma substancial se revela, de hecho, por medio de la actividad.

c. El agente del actuar

No es, ciertamente, ni el acto de ser ni la esencia de un ente, porque ellos no son más que principios que no pueden subistir por sí mismos. El agente será siempre un sujeto subsistente, un compuesto de ser y esencia. Sólo porque uno es y es hombre, puede actuar como ser humano. Ser algo es ser activo, relacionarse. Ser inactivo, no afectar a otros, equivale a no ser.

d. Los principios próximos del actuar

Cada sujeto tiene una sola forma substancial y un acto de ser, pero ninguno de estos principios puede ser el origen inmediato de sus actividades. ¿Por qué? Porque el sujeto subsistente es uno, siempre el mismo, estable, pero sus acciones y operaciones son múltiples, variadas, ocasionales. Una gaviota es capaz de volar, de pescar y de graznar. Si su ser o forma fueran el principio próximo y único de su actuar, el sujeto debería estar volando, pescando y graznando constantemente, sin parar, pues la forma y el ser están siempre en acto.

Además, si cada uno tiene sólo una forma substancial y un ser, ¿porqué hay variedad de actividades? En conclusión, la forma substancial de un ente tiene que poseer ciertas variadas capacidades o poderes activos, facultades, que necesitan ser actualizadas siempre que el sujeto actúa de un modo determinado. Las facultades de un ente, que son muchas, variadas, en potencia activa, no se pueden identificar, por tanto, con su forma substancial, que es una, única y en acto. Así, la gaviota tiene las aptitudes de volar, graznar y pescar, y vuela, grazna y pesca cada vez que actualiza cada una de esas facultades, y deja de hacerlo cuando no las pone en acto. Pero vuele o no, sigue siendo gaviota. Las facultades son accidentes necesarios de la substancia y sus actos específicos son accidentes contingentes. Ninguna creatura se identifica con su obrar. Uno no es lo que hace. Si fuéramos lo que hacemos, entonces una rana no sería tal cuando dejara de croar, comer y saltar. Un hombre dejaría de ser hombre siempre que dejara de ejercitar actualmente sus facultades: un feto, un retardado mental, uno en estado de coma, uno que está durmiendo... no serían persona humana. Pero uno es lo que es, no lo que hace o puede hacer.

Conclusión

Para existir los entes necesitan una causa eficiente, extrínseca, que in-forme o trans-forme su materia, que actualice su potencia. Al impartir sus propias perfecciones a sus efectos, los agentes se convierten también en causa ejemplar, cuyo último fundamento ontológico subyace en las Ideas divinas. Un agente causa por medio de su actividad, que puede ser acción transeúnte, si afecta a un ente externo, u operación inmanente, si se perfecciona a sí mismo. Un sujeto subsistente encuentra el origen último de su actuar en su propio esse, el modo de obrar viene determinado por su esencia y sus diversas actividades provienen de manera inmediata de sus facultades.

Términos clave

Agente (latín, agens, «el que hace»):
una causa eficiente o substancia activa que produce un efecto por medio de su actividad.

Ejemplar (latín, exemplum, «sacado fuera, modelo», del verbo ex-imere, «sacar»): un paradigma, prototipo, patrón o estándar. Causa ejemplar es el agente que sirve de modelo o ejemplo a su efecto.

Idea (griego, ιδέα, «apariencia, forma, naturaleza»): término usado por Platón para significar los entes supremos que no nacen, ni cambian, ni perecen, que trascienden todos los entes sensibles, constituyendo sus modelos, porque los entes corpóres, que nacen, cambian y mueren, son lo que son en la medida en que participan de las Ideas. En la tradición medioplatónica, neoplatónica y crisiana las Ideas son los arquetipos de las cosas que existen eternamente en la mente de Dios.

Facultades: poderes activos, aptitudes o capacidades propias de un sujeto subsistente, que fungen como principios próximos de los actos concretos; así, las facultades de la vista y de la inteligencia son el origen inmediato de los actos de ver y de los pensamientos.


Notas bibliográficas

72) Platón fue, como bien se sabe, quien introdujo la doctrina de la participación de las cosas sensibles en las Ideas. Las cosas sensibles existen y tienen sus características esenciales por razón de que y en la medida en que participan de las Ideas correspondientes, sus modelos, que poseen esas características de modo perfecto y ejemplar, pues son espirituales, inmutables, eternas. El judío filósofo Filón de Alejandría (s. I d.C.) y los medioplatónicos paganos –Plutarco (s. I d.C.), Albino (s. II d.C.)– concibieron las ideas como pensamientos divinos, doctrina que permaneció en las diversas formas de platonismo y neoplatonismo pagano (Plotino, Porfirio, Proclo) y cristiano (S. Agustín, Pseudo-Diógenes, Sto. Tomás., S. Buenaventura, Malebranche, Rosmini...). Según S. Agustín, las Ideas son «ciertas formas principales o tipos de cosas permanentes e inmutables, que no han sido ellas mismas formadas. Son por eso eternas y siempre tienen el mismo modo de ser y están contenidas en la inteligencia divina. Si bien ellas nunca vienen a la existencia ni perecen, decimos sin embargo que, conforme a ellas, se forma todo lo que puede nacer y morir y todo lo que de hecho nace y muere» (S. AGUSTÍN, Octog. Trium QuFst., q. 46: ML 40, 30). Como seZala el Aquinate, «cada criatura tiene su propia especie por la que de algún modo participa de la semejanza de la esencia divina. Así, pues, como Dios conoce su esencia como imitable por tal criatura, la conoce como tipo e idea propia de tal criatura. Y lo mismo hay que decir de todo lo demás. De este modo resulta evidente que Dios conoce muchos tipos propios de muchas cosas, las cuales son muchas ideas» (STO. TOMÁS, Summ. Theol. I, 15, 2c).

73) Esta distinción lingüística refleja la distinción metafísica de las actividades, si bien en el lenguaje ordinario no solemos conservarla. «Acción» en griego es ποίησις, del verbo ποιεÃν, que en latín es facere y en espaZol, hacer. «Operación», en cambio, se dice πράξις, del verbo πραττεÃν, cuya traducción latina es agere y española, obrar.

Autoevaluación

1. ¿Qué es una causa eficiente y por qué un ente finito la necesita para existir?
2. Enumere algunas de las posibles clasificaciones de causas eficientes.
3. ¿Qué quiere decir que los agentes son también causas ejemplares para sus efectos?
4. ¿Cuál es el fundamento ontológico último de la causalidad ejemplar?
5. ¿Qué tipos de actos ejercitan los entes? Ponga algunos ejemplos.
6. ¿Cuál es el fundamento último, el principio específico y los principios próximos de los actos de un agente finito?

Participación en el foro


1. La distinción entre substancia y sus facultades –accidentes necesarios– es de crucial importancia para comprender a los entes y su dignidad ontológica. Utilizando esta distinción, explique porqué es inmoral matar a alguien que no esté usando sus facultades: a un feto, a un enfermo grave, a un deficiente mental, a una persona en coma, a uno que duerme...


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La causa eficiente

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