San Roberto Belarmino
Joven, yo te lo mando: Levántate
Por: Mons. Enrique Díaz | Fuente: Catholic.net
Es impresionante el encuentro que nos narra este pasaje de San Lucas, sobre todo por lo que puede tener de actualidad. ¿Sería muy atrevido el querer ver en la patria la madre de un joven que está en manos de la muerte? ¿No es cierto que nuestro México llora la ausencia de sus hijos migrantes, la mayoría de los cuales son jóvenes fuertes y entusiastas que han dejado sus hogares para ir en busca de mejores oportunidades? ¿No es verdad que las filas del narcotráfico y las bandas de criminales se abastecen de jóvenes que se ilusionan por lograr una situación digna que no han podido lograr por los medios lícitos y que caen en el señuelo del dinero fácil, del poder y la fuerza bruta? ¿Es acaso falso que muchos de los jóvenes deambulan por nuestras ciudades y nuestros pueblos desalentados por la falta de oportunidades para trabajar o para estudiar? ¡Cuántos adolescentes y jóvenes han perdido la vida a causa de las drogas, de la migración y de los suicidios provocados por la falta de oportunidades para su propia realización!
Hoy Cristo sale al encuentro de todos estos jóvenes y también a ellos les dice. “Joven, yo te lo mando: Levántate”. Pero para esto los que llevaban el ataúd tuvieron que detenerse, dejar que Cristo lo tocara y escuchar la palabra que da vida. Es lo mismo que necesitamos ahora: detenernos, mirar el camino que estamos haciendo al revés del camino de Cristo. Dejar tocar la vida por los valores y las palabras de Jesús.
Provocar un encuentro que haga que los jóvenes se ilusionen por algo más que los señuelos del dinero y del placer. Poner en su corazón la vida misma de Jesús que los ama, confía en ellos y les tiene reservada una misión. No es cierto que los jóvenes sean perversos, es que no les hemos dado la oportunidad de tener un verdadero encuentro con Jesús que Él transformará sus vidas, sin sentido, en la audaz aventura de enrolarse en la construcción de Reino. Joven, escucha hoy la voz de Jesús que te dice: “Levántate”.