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Sobre el derecho a la educación: nadie debe ser excluido
Mensaje del Papa Francisco a la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura de la CEE.


Por: Redacción | Fuente: Vatican News



La Comisión Episcopal Española para la Educación y Cultura, está celebrando este 24 de febrero de 2024, la sesión final del congreso «La Iglesia en la Educación: presencia y compromiso». Durante la mañana, los participantes estuvieron en dos sedes: la Fundación Pablo VI y el Palacio de Congresos de IFEMA, que reúne a los 1.200 participantes en la jornada de la tarde.

Antes de iniciar los trabajos del día, el presidente de la CEE, cardenal Juan José Omella, leyó a los participantes el mensaje del papa Francisco, antes pidió a los presentes un momento de oración, por la salud del Santo Padre, que hoy ha tenido que suspender su agenda por un resfriado. También se ha rezado, antes de comenzar las intervenciones, por las víctimas del incendio de Valencia.

Mensaje del Papa Francisco

“He sabido que hace cien años tuvo lugar otro gran congreso semejante promovido por los obispos de España. La misión educativa de la Iglesia permanece a lo largo de los siglos. Entonces y ahora nos impulsa una misma gran esperanza que brota del Evangelio, con la que miramos a todos, empezando por los más pequeños y vulnerables”, dijo en su mensaje el Papa.

Al hablar sobre la importancia de la educación, el Santo Padre recordó que educar es un acto de “esperanza en quien tenemos delante, en el horizonte de su vida, de sus posibilidades de cambio y de contribución a la renovación de la sociedad”.



La educación tiene hoy día una urgencia particular

En su mensaje el Papa Francisco insistió sobre la urgencia particular que tiene hoy día la misión educativa, una urgencia que ha provocado en el Pontífice la necesidad de un pacto educativo global, cuya prioridad es saber poner en el centro a la persona.

"Todos tienen derecho a la educación, nadie debe ser excluido. No puedo dejar de recordar a tantos niños y jóvenes sin acceso a la educación en diversas partes del mundo, que sufren opresión e incluso la guerra y la violencia."

De allí que el Papa instó a los presentes a que trabajen en función de la educación del país, "sin olvidar a nadie. Sensibles a las nuevas exclusiones que genera la cultura del descarte". Y que resalten además la importancia de la "generación de relaciones de justicia entre los pueblos, la capacidad de solidaridad con los necesitados, y el cuidado de la casa común pasarán por el corazón, la mente y las manos de quienes hoy son educados".

Lo propio de la Educación católica: la humanización que brota de la fe



El Papa recordó además que lo que carcateriza a la educación católica es la "verdadera humanización, una humanización que brota de la fe y que genera cultura".

En España, existe una presencia y compromiso de la Iglesia con la educación, de tantas personas y comunidades que han contribuido con su labor a la identidad cultural de la sociedad, les dijo, y que han enriquecido incluso el camino de la Iglesia universal.

"Los animo a que sigan reflexionando y caminando juntos, a que valoren su identidad y su fe. La educación es una labor coral, que pide siempre colaboración y trabajo en red; no se queden nunca solos, eviten la autorreferencialidad. La educación no es posible sin apostar por la libertad abriendo paso a la amistad social y a la cultura del encuentro".

Por último, Francisco agradeció el hecho que la "Iglesia en España haya querido mirar a su misión educativa en toda su amplitud". Expresó su cercanía y los alentó a ser artesanos de la paz.

"Podría decirse que es un signo de los tiempos. También doy gracias en especial a todos los educadores, agentes y protagonistas de la educación, a veces cansados y poco valorados hoy. Vuestra misión es querida por Dios y es muy importante para vuestros hermanos".







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