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Caminar con María
Ella es la llena de gracia desde el principio.


Por: María Teresa González Maciel | Fuente: Catholic.net



Inicias este año y en tu corazón has tomado la decisión de vivirlo de cara a Dios.
Escuchaste algunas ideas sobre cómo vivió la Santísima Virgen su vida.
Esto te ha ilusionado y te ha llevado a pedirle como Madre que camine a tu lado.
Ella te dice que su mayor deseo es llevar a cada uno de sus hijos al encuentro con su Hijo Jesús.

Estás atento y escuchas cuál fue su camino, su secreto:
Ella es la llena de gracia desde el principio.
Siempre ha estado habitada por la presencia de Dios, lo que la lleva a vivir en armonía con su Creador, responde con gozo a los deseos de Dios.
Es importante mantener tu vida de gracia con la confesión, oración, Eucaristía. De tal forma que puedas estar en sintonía con los deseos de tu Dios.

Obediente. Acepta ser Madre de Dios, con todo lo que esto implicaba.
Tú decides estar atento para escuchar lo que Dios te pide en tu día a día.
María sabe que una espada le atravesará el alma y acepta con fortaleza y docilidad la prueba.
Tú te dispones a aceptar en lo cotidiano las situaciones difíciles que se presentan y dar tu si en los días de sol y en los nublados.

Meditaba todo en su corazón, lo ponía en oración, lo dialogaba con su Dios.
Esta unión de corazones la guiaba, iluminaba y fortalecía.
A ejemplo suyo te decides llevar tus situaciones diarias ante el Santísimo buscando encontrar la luz, escuchando que es lo que Dios te pide ante las situaciones diarias.

María agradece, está atenta a las necesidades de los demás comparte el tesoro que lleva dentro. 
Te propones traer a la mente y agradecer los detalles diarios de Dios en tu vida.
También quieres agudizar tu mirada ante el dolor y necesidad de tus hermanos, llevar el mensaje de Jesús con tu vida y tu palabra.
Esto es  sólo el inicio de lo que quieres vivir caminando con María.









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