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Iniciemos el año 2023 arando con esperanza
¡Feliz y bendecido año 2023, estimados amigos!


Por: Pbro. Jacinto Rojas Ramos | Fuente: Semanario Alégrate



El inicio de un nuevo año civil genera, por un lado, alegría y por otro, preocupación, porque no sabemos con qué situaciones nos encontraremos. Demos la bienvenida a 2023 con gran esperanza.

“Porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir el fruto” (1 Corintios 9,10).

Según varias definiciones, la palabra esperanza significa “esperar algo que va a venir”, esperar con seguridad y certeza, con alegría en el corazón.

Cuando tenemos esperanza tenemos una visión muy diferente de la vida y las cosas, aunque no sean reales todavía, se creen como ciertas y verdaderas.

La Sagrada Escritura dice que el que ara lo haga con esperanza. Mientras preparamos la tierra para sembrar las semillas debemos tener la esperanza que esas semillas se aferrarán al suelo, brotarán de lo profundo de la tierra y crecerán hasta convertirse en preciosas plantas y frutos, debemos tener la esperanza que el fruto llegará a nuestras manos y disfrutaremos de él.



Sería terrible que un agricultor sembrara con desconfianza, con temor en su corazón, pensando ¿será que crecerán las semillas? ¿Será que recibiré la cosecha de esas siembras? No, todo lo contrario, el agricultor prepara la tierra, limpia y siembra con alegría y con esperanza, sabiendo que su trabajo dará su fruto y esas semillas sembradas florecerán y fructificarán.

Cada día de nuestra vida sembramos y vamos dejando nuestras semillas en la vida y corazones de nuestra familia, en nuestro trabajo, en nuestra vida interior.

La pequeña semilla que tímidamente es dejada bajo la tierra, sintiendo su peso y aparentemente siendo olvidada allí en lo profundo también con esperanza deja pasar el tiempo hasta que esté lista para volver a ver la luz del sol, salir y crecer.

Como cristianos, no podemos perder la esperanza, no podemos ver un gigante invencible detrás de cada situación, no podemos pensar que las cosas nunca cambiarán, porque llegará el día y el momento en el que veremos el fruto de nuestras siembras, veremos el fruto de nuestro esfuerzo arando y preparando la tierra, veremos la respuesta a nuestras oraciones y las promesas de Dios cumplidas en nuestra vida.

¡Pidamos al Señor que llene nuestros corazones de esperanza para tener la certeza que Dios obrará en favor nuestro y veremos su gloria sobre nosotros!



Tenemos garantizada la bendición de Dios en el comienzo del año, solo hay que recibirla con gran confianza. No temamos a los desafíos del nuevo año civil, es importante nos esforcemos y seamos valientes, que con la gracia de Dios llegaremos a la tierra prometida.

¡Feliz y bendecido año 2023, estimados amigos!







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