La palabra ética va y viene en nuestro lenguaje coloquial. Es un concepto muy importante que pertenece a las dimensiones del saber filosófico.

Ética es la ciencia que se ocupa del comportamiento humano o bien de las acciones libres del hombre. Bailamos, hacemos negocios, ejercitamos una sexualidad, disfrutamos vacaciones.

Cuando las acciones humanas están acordes con la grandeza y dignidad humana decimos que son éticas; cuando se degradan a nivel de un animal o incluso de un simple objeto, decimos que esas acciones no son éticas.

Por otra parte, el deseo de felicidad es de origen divino y está en el corazón de todos los hombres. De ahí que toda acción buena, que se encamina hacia esos deseos profundos de felicidad, es naturalmente ética; pero en esta vida no conseguimos una felicidad en plenitud, porque siempre es posible disfrutar un bien mayor.

El fin más bello y grandioso al que debemos aspirar todos los seres humanos, es el gozo pleno y total de Dios, en la eternidad.

La teología moral, por otra parte, nos enseña las verdades que Dios nos ha revelado; y que estamos llamados a una bienaventuranza eterna, donde todas nuestras profundas aspiraciones serán plenamente satisfechas.