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La Novena de Navidad (las posadas)
Una fiesta vivida dentro de la alegría cristiana.


Por: José de Jesús Beaumont Galindo | Fuente: Catholic.net



Las posadas es una tradición únicamente mexicana y se celebran en nuestro país desde hace unos 400 años. Sin embargo su historia va mucho más allá de esta fecha.

Al parecer, el origen de esta fiesta está relacionada con la fiesta que celebraban los aztecas en la época invernal, por el advenimiento de Huitzilopochtli, dios de la guerra, que se efectuaba en el mes llamado Panquetzaliztli, correspondiente en el calendario juliano al lapso que va del 7 al 26 de diciembre, temporada que coincidía con la práctica europea de celebrar la Navidad.

Probablemente, en los albores de la evangelización, los religiosos Agustinos fueron quienes promovieron la sustitución de personajes en estas festividades, "evangelizando" de esta manera la celebración del dios Huitzilopochtli, tomando características totalmente distintas, las cuales se acomodaron a la tradición cristiana.

Uno de los lugares donde se establecieron los agustinos, fue el pequeño pueblo de San Agustín Acolman. En este lugar se originó la práctica de las posadas, cuando en 1587 fray Diego de Soria obtuvo del Papa Sixto V una bula (permiso) en la que autorizaba la celebración en la Nueva España de unas misas llamadas "de Aguinaldo" como preparación a la Navidad las cuales se celebraban del 16 al 24 de diciembre dentro de los atrios de la iglesia.

Como un complemento a esta celebración, y con la proximidad de la Navidad, estos grandes evangelizadores del pueblo indígena, integraron una novena de oración, la cual estaba caracterizada por la representación del viaje que hicieran José y María desde Nazaret (en el norte de Israel) hasta Belén (en el sur) (Lc. 2,1-7).



Cada día representaría parte del camino que hicieron José y María desde Nazaret hasta Belén. En este viaje, que se supone de 9 días, para acomodarlo a la "novena" (no porque haya sido históricamente de nueve días), cada día la Santa pareja solicita "alojamiento", es decir "posada" en diferentes casas del barrio o de la vecindad. Su peregrinar termina el 24 de diciembre en donde finalmente es recibida en el templo y con ello se prepara el nacimiento de Jesús.

Ya para finales del siglo XVIII las "Posadas", eran ya una tradición independiente a las Misas de Aguinaldo, convirtiéndose en una celebración en los barrios y en las familias de la Nueva España.

A las posadas se fueron agregando diversos elementos, como ofrecer alimentos; el baile, incluido ya en tiempos de la colonia, el rezo del Santo Rosario, las piñatas, los villancicos y la petición de aguinaldo encargada a grupos de niños y jóvenes. Todo esto hizo de la posada un verdadero encuentro de oración y catequesis para toda la comunidad y al mismo tiempo una fiesta vivida dentro de la alegría cristiana.

(Con información de https://www.evangelizacion.org.mx)









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