Los Centros de Orientación Familiar (COF)
Por: Yolanda Latre | Fuente: Centros de Orientación Familiar Juan Pablo II
«La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia…”. Sobre estas palabras del tratado Misericordiae Vultus del Papa Francisco, queremos acercarles una realidad eclesial que intenta hacer suyas estas palabras. Estamos hablando de los COF, Centros de Orientación Familiar, entidades diocesanas diseminadas por nuestros territorios, que intervienen de manera muy especial antes las crisis conyugales y matrimoniales.
Se constituyen como centros multidisciplinares (orientadores, psicólogos, formadores, trabajadores sociales, juristas…) orientados a la orientación, prevención e intervención en el ámbito familiar. Centran sus esfuerzos en el prioritario campo de la pastoral de la familia, con la certeza de que la evangelización en el futuro depende en gran parte de la Iglesia doméstica.
Compartiendo el espíritu (y Espíritu) que nos anima:
“Se denomina Centros de Orientación Familiar (COF) a un servicio especializado de atención integral a los problemas familiares en todas sus dimensiones. Para poder denominarse católico debe inspirarse y ejercer su actividad desde la antropología cristiana y la fidelidad al Magisterio y ser reconocido así por el Obispo de la diócesis. Es un instrumento de suma importancia para la ayuda efectiva a las familias en sus problemas y por ello se recomienda muy especialmente su existencia” (n. 276, Directorio de la Pastoral Familia en España).
Posadas para el peregrino, cauces de la misericordia de la Iglesia, lugares de testimonio de la esperanza… se cual sea la denominación que ustedes prefieran, lo verdaderamente importante viene ahora.
El objetivo principal de los COF contempla las nuevas pobrezas del corazón, la sanación de las heridas afectivas y el progreso espiritual. Los colaboradores de estos centros sabemos que las soluciones psicológicas y técnicas han de ir en todo momento encaminadas a iluminar la verdad y belleza de la vocación al amor. Y que no hablamos de beneficiencia, sino de encuentro personal y crecimiento mutuo, una verdadera comunión interpersonal.
Los orientadores de los COF coincidimos en vivir este servicio como una misión, tal como nos recuerdan estas palabras de la Familiaris Consortio: "El vuestro es un compromiso que bien merece la calificación de misión, por lo noble que son las finalidades que persigue, y determinantes para el bien de la sociedad y de la misma comunidad cristiana los resultados que derivan de ellas... Todo lo que consigáis hacer en apoyo de la familia está destinado a tener una eficacia que, sobrepasando su ámbito, alcanza también otras personas e incide sobre la sociedad. El futuro del mundo y de la Iglesia pasa a través de la familia" (n. 75, Familiaris consortio).
Damos fe de que toda familia da razón de la existencia de toda persona por amor, y vocación al amor al mismo tiempo. Y que se convierte en un verdadero antídoto contra el individualismo y la soledad crónica que vive el ser humano. En la familia nos encontramos con ese espacio más propio del encuentro y comunión para la persona.
Soñamos con un modelo de familia, enraízado en la fe en Dios y en su Amor, abierto a la sociedad, y con la firmeza en sus creencias que los nuevos tiempos exigen.
¿Todavía no conoce su Centro de Orientación Familiar -COF- más cercano? Anímese ¡le esperamos con las puertas abiertas!