Vivir el mandamiento del amor desde la sanación interior
Por: Ana Paula Morales | Fuente: Catholic.net
Migdal, Israel. En este día comenzamos las pláticas introductorias de nuestro camino hacia la sanación interior en la Tercera Peregrinación Virtual “de la mano de María Magdalena”. Muchos de nosotros hemos sido heridos desde nuestra niñez y nuestra alma se desquebraja por el dolor y el sufrimiento que nos acompañan. Tampoco hemos sido comprendidos por quienes nos escuchan y nos sentimos solos. Sin embargo, esta peregrinación es un nuevo comienzo para cada uno de nosotros, pues seremos sanados por el Señor quien llenará nuestros vacíos con su amor y su gracia. Damos un especial agradecimiento a Gaby Jacoba, creadora y fundadora del Instituto “Sanando mi corazón”, quien ha diseñado con mucha fe, amor y dedicación las predicaciones y el material para la Peregrinación, en compañía del Padre Juan María Solana.
Al realizarle una entrevista a Gaby Jacoba nos cuenta que se ha dedicado por 25 años a la sanación interior y el desarrollo humano con una visión cristocéntrica. Sus primeros pasos en la sanación se dieron desde su propia experiencia, debido a que desde la infancia había sufrido varias situaciones las cuales quería con todo ahínco sanar. El momento clave para ella fue un día de oración ferviente y profunda a la edad de 14 años, donde le pidió a nuestro Señor Jesucristo que la ayudara a sanar, pero que también le diera los medios para poder hacerlo. Jesús fue actuando en ella por 10 años que no fueron fáciles, pues conllevó dolor, esfuerzo y perseverancia en la oración y en su cooperación personal a la gracia para lograr la meta de la sanación.
En ese caminar Dios la fue llevando a diferentes procesos y caminos para que ella sanara, después de su sanación y transformación interior sintió una gran vocación y llamado para desarrollar un método y ayudar a otros, para que los demás también puedan llevar una vida con paz y en la libertad de amar.
En un primer momento, Gaby Jacoba escribió su primer método sin ser un libro, se lo presentó a un Presbítero de la Diócesis Bronceville, quien le dijo que lo hiciera taller para poder impartirlo en diferentes parroquias, comunidades y diócesis. La respuesta de las personas era favorable y se fueron dando muchos testimonios. Posteriormente escribió su libro: “Sanando mi corazón”, el cual había sido sugerido por las personas. También ha realizado el proyecto de “Inspira corazón” presentado en el “Observador de la realidad” y están en puerta la realización de nueve libros, unos podcast, además de un Congreso anual para hablar de la importancia de la salud mental y emocional cimentada por las bases de la fe católica, entre otros. Al hablar de estos proyectos Gaby dijo: “Nos lleven a amar a Dios ya vivir la vida de gracia y de sacramentos, dando como resultado y fruto del proceso familias más sanas, personas más plenas y sobre todo personas que logren ser más un testimonio del amor de Dios”
El método de sanación consiste en llevar a una intimidad y profundidad de relación con Dios y el enfoque se centra en: “Poder vivir coherentemente el mandamiento del amor, que es ‘amar a Dios por sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo’ (Mc 12, 31)”. Además Gaby complementa diciendo: “Cuando estamos heridos y circunstancias interiores nos cuesta mucho amar. Traemos situaciones en la no sabemos cómo amarnos a nosotros mismos…en conclusión este método nos lleva a caminar hacia la libertad en la sanación y empezar a vivir en los frutos del Espíritu Santo y un encuentro muy profundo con el amor de Dios”. Es importante mencionar que Gaby no sólo se ha enfocado en la sanción interior personal, sino también en la sanación familiar, del matrimonio y de adicciones.
Finalmente, Gaby Jacoba comentó que platicando con el Padre Juan Solana para la organización de la Peregrino comentaban que es necesario darles las herramientas a las personas para que puedan llevar un proceso “de sanación y de autoconocimiento, de transformación para poder sanar muchas circunstancias a nivel emocional y espiritual”.
Confiamos en Dios para que toda esta peregrinación sea para su gloria y nos lleve a poder sanar las heridas que hay en nuestras almas y nos aliente para poder caminar en el seguimiento de Cristo, dando frutos de conversión y de vida sacramental. Nos encomendamos especialmente a la intercesión de Santa María Magdalena para que nos lleve al encuentro del Resucitado al final de esta travesía. Así sea.