Viene el Espíritu - Pentecostés
Por: Bernardo Rangel Sada | Fuente: Catholic.net

Viene el Espíritu
Viene mi Dios
Como lluvia de gracia
Como ríos de amor
Apenas le escucho
Parece un murmullo
Pero fuerte está actuando
En mi corazón
Viene el Espíritu
El Dios del amor
Mi fuente de aliento
Mi amigo consolador
Que poco se le conoce
Que poco se le rinde honor
Y cuanto trabaja
Por nosotros por amor
Ven y penetra
Pues tu das respuesta
A tantos enigmas
De mi corazón
En dulce oración
Reposa mi amor
El Esposo querido
El Espíritu Dios
Es tanto el amor
Entre el Padre y Jesús
Que se hizo persona
El Abrazo de amor
Divino tesoro
Y Fuente de amor
Abre las puertas
Sana mi corazón
Tu me ofreces pistas
De mi verdadero nombre
Tu me das la vida
Para ser un nuevo hombre
Tu me abres paso
Para descubrir el camino
Tu me ofreces las llaves
Para cumplir mi destino
Pero nunca violentas
Tan solo insinúas
Y si los ríos no escucho
Tu no me culpas
Porque tú me conoces
Porque tú me acompañas
Incluso en las noches
Por las que pasa mi alma
Y hoy amanece
Y hoy tengo esperanza
porque eres el ancla
Que me llena de confianza
Llena mi tierra
Empapa mi alma
Y de esta nueva gracia
Brote mi alabanza
Tú estas conmigo
Tú vas a mi lado
Qué gran amigo
Hoy tengo un aliado
Espíritu Santo
Hoy es domingo
Llegó el Espíritu
Llegó mi Amado
Escogió su morada
Cual Paloma que anida
Cual fuego en la zarza
En la paz de mi alma
Y yo me descalzo
Pero Dios no me deja
Porque quiere mi abrazo
Porque disfruta mi entrega
Y yo me abandono
A su plan misterioso
Y yo le respondo
Con el sí más gozoso
Espíritu Santo
Transforma mi alma
Divino alfarero
En tus manos mi alma
Estos talentos
Son parte de tu diseño
Para mí son el sello
De tu alianza santa
Oh Dios Escondido
Enciende una vela
Reposa en mi alma
Que te aguarda en vela
Dulce rocío
Que esparce con su manto
La gracia de Cristo
Para hacerme más santo
Ven, no te vayas
Quédate para siempre
Habita en mi alma
Habítala siempre.
Amén.

