25 de mayo de 2021
Lo dejamos todo para seguirte
Por: César Yali Molina Flores, LC | Fuente: www.somosrc.mx
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Padre Misericordioso, dame la fuerza para permanecer junto a ti en fidelidad.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 10, 28-31
En aquel tiempo, Pedro le dijo a Jesús: “Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte”.
Jesús le respondió: “Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres e hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna. Y muchos que ahora son los primeros serán los últimos, y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
La liturgia de hoy enseña que la generosidad de Dios supera la generosidad del hombre. Generosidad que se hace patente ante la impulsividad de Pedro que dice que han dejado todo por seguir a Jesús; la respuesta inmediata, clara y sencilla de Jesús que dice que quien ha dejado todo por Él recibirá cien veces más de lo que deja y, en el futuro, la vida eterna.
Dejar todo y seguir a Cristo no es fácil, pero la retribución es insuperable. Ahora la pregunta a resolver es, ¿cómo seguir a Cristo? La respuesta es simple, vive a plenitud lo que Él te ha llamado a ser, padre, madre, hija (o), religiosa, sacerdote, etc. Tendrás momentos difíciles, habrá lágrimas y sufrimiento, pero será pasajero; podrás sentir que caminas en la oscuridad, pero Él te lleva de la mano; ánimo la vida eterna te espera.
Que aprendas y te dejes guiar por san José y la Virgen María, quienes dejaron todo por Dios y hoy gozan de seguir cerca de Él.
«El santo es precisamente aquel hombre, aquella mujer que, respondiendo con alegría y generosidad a la llamada de Cristo, lo deja todo por seguirlo».
(Benedicto XVI, Homilía, 15 de octubre de 2006).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy cumpliré mis deberes de estado lo mejor que pueda.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Reflexión de Mons. Enrique Díaz en audio: