San José, el primer experto en Cristología
Por: José Pablo Poblete, LC | Fuente: Catholic.net
Desde que el Papa Francisco anunció el año dedicado a San José, por diferentes lados surgen artículos, libros, videos, novenas, consagraciones y un sinfín de elementos dedicados a conocer más a este santo y a hacerlo más vivo dentro de la vida de los cristianos.
En esta avalancha de gracia San José surge como modelo de virtudes y valores, como un alma que supo realmente llevar adelante el plan de Dios y se muestra cercano al caminar cotidiano de los hombres y mujeres.
Sin embargo, entre todas las virtudes atribuidas a San José existe una que no puede ser comparada con ningún otro santo. En San José existe una realidad que no es compartida con nadie más en la historia de la humanidad. Varios santos vivieron el silencio, muchos fueron grandes ejemplos de pobreza, no pocos dejaron un testimonio de alegría en la obediencia a lo que Dios ponía en el camino. Pero solo José ha tenido el privilegio de ser llamado padre de Jesús. José recibió de Dios la misión de la paternidad del Verbo encarnado.
Esta realidad, que tomo de los escritos del padre Tarcisio Stramare, OSJ, gran estudioso de San José es un caso excepcional entre los santos de la Iglesia, y es el punto inflexivo en la vida y misión de San José. José es el único que ha tenido la responsabilidad de ser modelo de padre para Jesús.
Por ello San José es el primer experto de cristología, porque lleva a Cristo a crecer, a madurar como hombre, a conocer la realidad del trabajo y de la fe del pueblo judío. Después de haber descubierto el plano de Dios a través de los sueños José vivió plenamente el cristocentrismo. Su trabajo era para Cristo, su oración era con Cristo, su cariño era para Cristo, sus pensamientos eran para Cristo. ¡Era totalmente su padre!
Los legionarios vivimos el cristocentrismo, de hecho, es nuestra “característica fundamental y específica”. Por ello para “conocerlo, amarlo y experimentarlo íntimamente”, San José viene en este año a mostrar por dónde va el camino.
San José formó, junto con María, el corazón de Cristo. San José conoció en profundidad los sentimientos de Jesús, los deseos, los anhelos y es por ello un formador cristocéntrico nato para todos aquellos que se acerquen a su presencia con un corazón abierto.
Tenemos un gran abanico de caminos para encontrar a Cristo, y San José es el camino privilegiado durante este año. Agregando que, como protector especial de la Legión, San José nos mira con cariño y está dispuesto a caminar con cada uno de nosotros.
Que la solemnidad del día de hoy nos permita conocer cercanamente a San José y con él llegar al corazón de Cristo. ¡Qué Dios nos bendiga!