Menu


El mundo que nace
Un reto que da pie a muchas oportunidades.


Por: LCF Francisco Peralta Dávalos - LCF Anahí Ruvalcaba Ortíz | Fuente: Catholic.net



"¿Cuáles creen que serán los principales retos que tendrán al iniciar su matrimonio?". Es una pregunta que solemos hacer en los prematrimoniales. Dentro de las diversas respuestas de los novios, hay una que suele repetirse continuamente casi sin excepción: adaptarnos a vivir juntos.

Podría parecer cosa sencilla, pero si nos detenemos un momento a pensar en las implicaciones que tiene esta primera etapa del matrimonio veremos que puede llegar a ser un tanto complejo y que necesitaremos de ciertas habilidades para llevar adelante este proceso de adaptación.

Sin duda alguna, la relación que tenemos de novios, ve surgir diversos ajustes cuando llega el matrimonio, eso es normal, incluso es positivo, es parte de la maduración del amor. Basta preguntar a las personas que lleven varios años de casados e incluso con hijos si su relación de casados es la misma que cuando eran novios. El nuevo estado de vida lleva de por medio, entre otras cosas, el que cambiaremos en muchos sentidos nuestras rutinas y estilos de vida, ya que no es lo mismo el que vivamos en casa de nuestros papás o solos, a cuando ya compartimos 24/7 con nuestro esposo casa, recámara, baño, cama, etc.

Se dice que en las relaciones de pareja se puede mostrar la mejor y la peor versión de uno mismo, esta etapa de adaptación en la más tierna edad del matrimonio será crucial para marcar la tónica de la relación en un futuro. Al iniciar a vivir en pareja, habrá que reconfigurarse para encontrar la mejor manera de relacionarse mutuamente y que el engranaje de la relación funcione de la forma más adecuada posible. Por tanto, nuestra relación como esposos puede mejorar o verse dañada dependiendo del camino que decidamos juntos.

En la etapa de recién casados, tenemos la oportunidad de redescubrirnos, de reafirmar las razones por las que hemos decidido pasar con el otro el resto de nuestra vida y cómo es que podemos ayudarnos entre los dos a sacar nuestra mejor versión y la mejor versión del otro. Será fundamental el tener la apertura y la voluntad de aprender del otro, sus necesidades, sus fortalezas y áreas de oportunidad, al igual que adecuar nuestra capacidad de comunicar nuestras necesidades.



La paciencia será uno de los mejores aliados, hay que ser conscientes de que los dos están aprendiendo a convivir y que es un proceso, que no todo estará resuelto a la primera y que es normal que existan malos entendidos. Habrá que tener presente que se trata de uno de los primeros retos por los que pasa la pareja, haciendo énfasis en que no se trata de un problema, sino de un reto que da pie a muchas oportunidades para crecer en el amor.







Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |