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Dos tipos de educación
Busca un bagaje que tiene una validez casi indestructible.


Por: P. Fernando Pascual, LC | Fuente: Catholic.net



Desde la lectura de los Diálogos de Platón se pueden confrontar dos tipos antitéticos de educación.

El primer tipo, defectuoso según el fundador de la Academia, tiene una serie de características que lo llevan a resultados aparentes y pobres, si es que no provoca daños.

¿Cómo funciona ese método? Platón lo describe como un sistema que se mueve en la oscuridad de las opiniones, que no enseña desde el interior del alumno, que ofrece contenidos sin ninguna sistematicidad, que promete resultados rápidos.

Sobre todo, ese método equivocado busca persuadir pero no tiene como objetivo ayudar al alumno a alcanzar un conocimiento adecuado y hecho propio (personalizado) sobre la verdad y el bien.

El segundo método, que lleva a la verdadera educación, sería la antítesis del anterior. Busca, en primer lugar, enseñar desde dentro, de forma que quien aprende se convierta en dueño de lo que sabe.



En segundo lugar, deja a un lado la oscuridad de las opiniones para abrirse paso hacia la verdad, aunque no resulte “simpática” ni acorde con las ideas dominantes.

Además, se esfuerza por ofrecer buenos métodos para adquirir el saber según las distintas disciplinas y de acuerdo con el modo de ser de quien desea aprender.

No busca resultados rápidos, sino aquellos que son duraderos, que calan profundamente en las personas, hasta convertirse en un bagaje que tiene una validez casi indestructible.

Sus objetivos fundamentales son la verdad, el bien, la virtud. Por lo mismo, quien entra en un camino educativo como el propuesto por Platón (y por tantos buenos filósofos y pedagogos de la historia), permite que su alma quede preparada para acoger semillas que producen frutos duraderos.

Ante quienes están preocupados por la imagen, por las apariencias, por los resultados fáciles, por el pensamiento dominante, un proyecto educativo exigente y bueno puede ser visto como incomprensible, incluso como algo negativo.



En realidad, solo a través de una pedagogía que se apoye en buenos principios filosóficos y en una experiencia amplia sobre la diversidad de personas y de actitudes, podrá promover resultados educativos que enriquecen a los particulares y a los pueblos en el camino que acerca eficazmente a la verdad.







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