Menu


Mi experiencia en misiones
Lo que ellos ven es un "pedazo de Dios en cada una de nosotras"


Por: Sofia Florez Marín y Begoña del Cueto | Fuente: Catholic.net



Bueno nos gustaría empezar diciendo que nosotras nunca habíamos ido de misiones, y siempre tuvimos esa duda de que es lo que realmente pasaba en ellas y por qué todos decían que regresaban siendo una persona totalmente diferente, creíamos que la “típica” frase misionera que todos decían “ellos me enseñaron más de lo que yo fui a enseñar” era algo que realmente no pasaba, como era posible que todos lo dijeran, es una frase que suena ya tan común que realmente te cuestionas si eso en realidad pasaba o era algo que les enseñaban en otro curso para decir cuando alguien te preguntaba.

Nosotras somos amigas desde 4to de Bachillerato, fue un clic padrísimo entre las dos, de esas personas que sabes que estarán durante toda tu vida, pero no solo de manera pasajera si no constante; antes de escribir esto que están leyendo ahora mismo, nos pusimos a platicar de todo lo que había detrás de nuestra amistad y el como es que llegamos a la conclusión que por fin queríamos aventarnos para irnos a las MEGAS. Para que más o menos vayan entrando en contexto nosotras antes de ir a la experiencia máxima, decidimos adentrarnos a diferentes apostolados y proyectos más pequeños para ir llenándonos de ese amor que todos prometen que Cristo te puede dar, teníamos muchas dudas sobre lo que es la religión y principalmente de si era verdad eso que explicaban como el “calor de Cristo en tu corazón”; para no hacerles el cuento largo porque si no esto seria un artículo sin principio ni fin, nos metimos a un apostolado llamado BE YOU, en cual participamos como primera generación en la ciudad de México, esta promesa es conocida como una vil “promesa de castidad” en la cual prometes según dicen “llegar virgen al matrimonio”, cuando esto no es así, BE YOU te invita a hacer muchas más cosas que tan solo ser casto, esto se trata más de una lucha contigo mismo para llegar a ser un ejemplo, y no nos referimos a el ejemplo que esperas dar a otras personas, sí no al ejemplo que te quieres dar a ti mismo para llegar a sacar máximo provecho en tu vida.

Este proyecto nos llenó tanto que nos volvimos parte del equipo encargado de coordinar todo a lo que este apostolado se refería, con esto hablamos tanto de BE YOU en otras partes de México o incluso del mundo, como los eventos relacionados a la Legión junto con los compromisos internos. Con todos estos eventos, empezamos a conocer a diferentes personas que vimos que buscaban lo mismo que nosotras, eran por decirlo de una manera mucho más compleja “afín” a nosotras.

Después empezamos un increíble proyecto que probablemente muchos conozcan ya que hay mil organizaciones para ello, que son “Misiones de Construcción”, este apostolado era lo más cercano que habíamos estado de lo que son las MEGAS, empezamos a correr la voz para que muchas personas se animaran a ir, y poder conseguir y lograr nuestro objetivo; bueno,  preparamos nuestras maletas, y en verdad la experiencia empieza en ese momento, porque es literalmente llevar lo básico para tu día a día, ya que no sabes si tendrás que cargar la maleta, las condiciones en las cuales llegaras, ni nada, después de tener ese paso listo, nos adentramos a lo que realmente íbamos; en el trayecto empezamos a ver que conforme más nos alejábamos el panorama se ponía peor.

Nosotras nos mirábamos con la típica mirada que las amigas se ven de “¿que hicimos o en que nos metimos?”, llegando al lugar donde íbamos a dormir, tuvimos que nosotras bajar todas las maletas y llevarlas a un cuartito, todo el camino era como terracería, en un cuarto como de 45 metros cuadrados dormíamos alrededor de 11 niñas, tal vez se preguntan como pero en verdad cuando no queda de otra se encuentran formas de hacerlo y lograrlo, lo impresionante aquí es que la gente que vive ahí te da todo lo que tienen sea poco o mucho para que nosotros estuviéramos bien y bajo techo, conforme iban pasando los días nos dimos cuenta que lo más bonito de este viaje de 4 días y medio fue que más que construirles una casa a los que no la tenían por diferentes motivos; nos dimos cuenta fue que más que construirles una casa les estábamos construyendo un hogar, en verdad más que el ir y cortarte las manos y brazos por los bloques, mancharte y abrirte las manos por el cemento, tener los brazos y cara más rojos que un tomate era el tener el diálogo con las personas del pueblo y entender todo lo que ellos pasan día con día, que muchas veces lo único que necesitan es alguien que los escuche y les de un consejo.



Con todo esto que les he contado tanto de BE YOU como Misiones de Construcción, es el porque que nosotras decidimos ir por más, porque una vez que pruebas lo llena que te deja el amor hacia Cristo reflejado en el prójimo quieres probar más y más, como cualquier “droga”, lo digo así porque ambas nos dimos cuenta que el sentir ese pedacito de Dios contigo día a día es de los mejores sentimientos que pudimos llegar a experimentar en nuestros 17 años.

Ahora si, por lo que vinieron a este artículo, nuestra “Experiencia en Misiones”, por fin decidimos adentrarnos a ellas, de un día para otro nos miramos las dos y decidimos hacerlo, antes de que llegara el gran día te preparas, vas a unos cursos para que en ellos puedas preguntar todo tipo de dudas, puede ser desde la más obvia hasta la más tonta y de igual forma el explicarte cosas que nunca se te hubieran ocurrido preguntar; bueno por si no sabían para tu ir de misiones en juventud lo básico es tener un equipo de mínimo 6 niñas y 2 responsables, lo cual nosotras ya teníamos listísimo, pero de un día para otro todo se complico y ya no teníamos equipo...

Cuando pasan este tipo de cosas, lo primero que se te viene a la mente es si Dios quiere darte una señal para que no vayas, platicando con la consagrada de nuestro colegio, nos dice que para nada seguro solo es una prueba más que Dios quiere que pasemos, y lo tomamos como esa simple palabra una “prueba”, dejamos todo en manos de Cristo; llego el día tan esperado, te levantas como a las 8 de la mañana para llegar al colegio a las 9:00 y de ahí todos los camiones destinados a diferentes rutas, ya estando ahí solo es ver el camión que te toca para subir todas tus cosas, cabe recalcar que aquí no conocíamos ni a nuestro equipo, ni mucho menos a nuestras responsables, el mismo día que esto empezaba seria el día en el cual nos teníamos que conocer para prepararnos y estar todas listas para esta semana que a ciencia cierta no sabíamos que esperar de ella; resulta que nuestro equipo tenia literalmente de todo un poco había en un solo equipo 4 diferentes colegios incluyendo niñas de Toluca, 2 responsables ambas ya en universidad y 12 niñas nerviosas sin saber que pasaría, para la gran sorpresa después del primer día nos llevábamos todas perfecto, les juro que parecía que llevábamos siendo amigas por más de 1 año, coincidencia no podía haber sido, pasan más días y más que una amistad esto se convierte en una hermandad porque no tienes a más que a 11 compañeras más por el resto de todo tu día durante 1 semana.

Siguiendo todo esto podemos decirles que realmente el cariño que te ofrecen los habitantes de cada pueblo es inimaginable, te esperan y reciben como si fueras la luz que necesitan para ellos poder seguir avanzando, la alegría y amor con la que te reciben es tan grande que por más que le das vueltas es imposible explicarlo hasta vivirlo, no nos referimos solo por lo que te dan, la comida, techo, ayuda si no por el simple hecho de recibirnos sin pedir nada a cambio, tratan de darte todo aunque ellos se queden sin nada; y después de pensar el porque es esto no encontramos otra explicación más que lo
que ellos ven es un “pedazo de Dios en cada una de nosotras”.

Si nos preguntan por experiencias y aprendizajes probablemente podamos contarles más de lo que paso en esa semana que tal vez en todo lo restante del año; pero después de analizar todas podemos resumirlas en la más impactante la cual es el diálogo entre las personas del pueblo y la misionera, y con esto nos referimos a lo siguiente; antes de empezar el día nos encomendábamos al espíritu santo para que de esa manera nos iluminara y si nos pedían un consejo o nos hacían una pregunta nos guiaran para decir los que Cristo diría si estuviera presente, y en verdad no hay manera de expresarlo hasta vivirlo, esto si pasaba; muchas veces te decían algo y contestabas con otra cosa que ni tu sabias, tenías conocimiento en ello y muchas veces después de decirlo se te olvidaba, tus amigas te preguntaban que habías dicho o como es que lo habías dicho tan perfecto y no podías volver a hacerlo; en ese momento sobre todo, pudimos ver como Dios se manifestó en el mundo a través de nosotras pero siempre dándonos esa enseñanza mutua la cual esperas.



Ya para terminar les podemos decir que esa “típica” frase de “ellos me enseñaron más de lo que yo fui a enseñar” es totalmente cierta, ahora ¿Quieren saber, como conocer si es verdad, al igual que nosotras? Solo tenemos un consejo que darles permítanse abrir su corazón a Cristo y que mejor manera que yendo de MEGA MISIONES.

 








Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |