Cambiar: más sencillo de lo que parece
Por: P.Fernando Pascual, L.C. | Fuente: Catholic.net
¿Puedo cambiar? ¿Empezar una vida diferente? ¿Dejar lejos el pecado? ¿Romper con el egoísmo y correr hacia el amor?
Son preguntas que llegan en momentos en que estamos confundidos, o con una mente asombrosamente clara. Son preguntas que necesitan una respuesta.
Al conocer las historias de algunas personas cercanas, o lejanas, o del pasado, vemos que el cambio es posible.
Sí: hay cientos, miles de personas que han podido lograrlo. O, mejor, que han dejado que Cristo cambie sus corazones.
Con el perdón del Mesías, con la ayuda del Salvador, todos podemos cambiar. Será posible a través de un camino difícil o fácil, pero lo importante es la meta: empezar a vivir como hijos de Dios.
Es más sencillo de lo que parece: la conversión está tan a la mano de todos que solo podemos dar gracias a Dios porque nos la ofrece continuamente.
Sin embargo, vuelven las preguntas iniciales. ¿No estaré soñando? Tantas veces he pensado que llegó la hora de la conversión, y luego sigo igual.
Hay dificultades, ciertamente. El pasado tiene un peso mucho mayor del que imaginamos. Pero Dios es omnipotente, y hoy, como ayer, hace milagros.
El milagro que espero, que necesito, y que Él quiere darme, es la ruptura con el pecado en mi vida y el ingreso pleno en el mundo del Amor.
El reloj corre ante mis ojos. Cada instante ofrece una oportunidad para la conversión. Me lo recuerda el mismo Dios: ahora es tiempo favorable, ahora es día de la salvación... (cf. 2Co 6,2).