De: Francisco Molina (CEU Ediciones)
En defensa de la Verdad
Por: Luis Javier Moxó Soto | Fuente: Catholic.Net
Los medios de comunicación mundiales están en muy pocas manos, unos siete grandes conglomerados que están muy entrelazados entre sí y con las grandes empresas que dominan el mundo. Obedecen a algunos intereses, el primero de los cuales es vender, para lo cual exaltan el consumo como la manera de obtener la plenitud y la felicidad. No les importa el efecto que hace sobre la audiencia, sobre todo entre los niños y jóvenes, que toman lo que ven en las pantallas por la realidad y tienden a imitarlo.
Hace un año tuvo lugar en el salón de actos del Colegio Mayor Universitario San Pablo, de Madrid, las V Jornadas Ciencia y Fe tituladas “Defendiendo la Verdad”, en un encuentro anual organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria. El acto de inauguración estuvo presidido por el presidente de la ACdP, Carlos Romero Caramelo, el obispo de Guadix y consiliario nacional de la ACdP, Ginés García Beltrán, y el moderador del Grupo de Trabajo Ciencia y Fe, Francisco Molina Molina.
Aunque de las mismas se hicieron eco ya los Medios, como la revista Ecclesia, y pueden consultarse de forma más resumida en la web de la organización, hemos podido acceder a la novedad editorial que las recoge, titulada “En defensa de la verdad” (CEU Ediciones, Colección “Las dos alas”, 2018). Y para ir más al trasfondo, lo mejor es preguntar a su introductor y coordinador, D. Francisco Molina, Doctor en Psicología, Profesor de Psicología del Aprendizaje y de Psicología Fisiológica en la Universidad San Pablo CEU. Coordinador del grupo de trabajo Ciencia y Fe.
D. Francisco, ¿cuál fue el principio inspirador del grupo de trabajo Ciencia y Fe, quiénes lo forman y cuáles son sus objetivos?
El principio inspirador del Grupo de Trabajo Ciencia y Fe fue el poner a prueba las afirmaciones que hacen los representantes del Pensamiento Único, que sostienen que la fe en Dios es incompatible con la ciencia. Para ello nos hemos reunido especialistas de distintas disciplinas, entre ellos varios catedráticos, en activo o jubilados, a fin de examinar lo que en rigor dicen los hechos de que trata la ciencia y comprobar si las mencionadas afirmaciones se sostienen.
¿De qué modo concreto el cristiano sencillo y de a pie, que no está especialmente formado en conocimientos científicos, filosóficos, teológicos... piensan ustedes puede defender la Verdad en la que vive, cree y proclama, en nuestros días?
El cristiano sencillo se ve expuesto a afirmaciones altisonantes que se hacen en nombre de la ciencia y que le crean inseguridad. Incluso los que somos de alguna especialidad nos sentimos inseguros cuando nos vemos ante esas afirmaciones, cuando las mismas pertenecen al ámbito de otra especialidad. Por eso nos ha beneficiado el ser especialistas de ramas diferentes. Simplemente hay que desenmascarar continuamente la ideología disfrazada de ciencia. La mentira, para ser eficaz tiene que enmascararse para parecer verdad. Y muchas veces intenta arroparse con la autoridad de la ciencia.
¿Cómo se puede proponer al científico más o menos cerrado o refractario al hecho religioso, la existencia de unos a modo de "puentes" con la ciencia en la que está inmerso, que le presenten la fe, la trascendencia, como algo razonable, que pueda entrar dentro de su cosmovisión y de la inteligibilidad en la que él cree vivir, trabajar y expresarse en su totalidad?
Es difícil y hay que estar preparado para entrar en diálogo argumentando con razones científicas y haciendo ver claro dónde terminan los hechos probados por la ciencia y dónde empiezan las interpretaciones ideológicamente sesgadas. La existencia de Dios no puede probarse por la ciencia, pero si puede demostrarse claramente que la opción de creer o no creer no es una cuestión que la ciencia pueda decidir. Se trata de una decisión existencial que, una vez tomada, nos lleva a que interpretemos los hechos de una manera u otra de manera casi automática. Y ello porque todo lo que es incoherente con la opción existencial que hemos tomado amenaza con desestabilizarnos y tendemos a reprimirlo. Ser consciente de esto último es muy importante y a muchos no creyentes les cuesta aceptar que en la base de su pensamiento se encuentra esa opción existencial tomada por razones muchas veces no conscientes. Por eso se aferran a que su interpretación de los hechos científicos es la única posible y reaccionan muchas veces de manera agresiva cuando se les hace ver lo contrario. Ya Freud hablaba de las fuertes resistencias a tocar los contenidos mentales reprimidos.
Pero, es más, muchas veces su carrera depende de que mantengan una determinada línea ideológica.
Hoy en día ponemos la televisión, consultamos las noticias a través de nuestro ordenador o smartphone, y asistimos (muchas veces) a un espectáculo de violencia gratuita en contra de la naturaleza y la dignidad de las personas, donde se exhibe sin vergüenza, ni sentimiento de culpa personal y corresponsable, la oscuridad del corazón humano, el mal. ¿Por qué se está extendiendo tanto la mentalidad de la cultura de la muerte, concretamente con la violencia contra los más débiles o pacíficos, el aborto, y últimamente la legalización de la eutanasia? Y, ¿cuáles serían las claves principales de acción y razón para rebatirla, defendiendo la vida, con argumentos convincentes y superiores a los económicos que tanto justifican algunos?
Los medios de comunicación mundiales están en muy pocas manos, unos siete grandes conglomerados que están muy entrelazados entre sí y con las grandes empresas que dominan el mundo. Obedecen a algunos intereses, el primero de los cuales es vender, para lo cual exaltan el consumo como la manera de obtener la plenitud y la felicidad. La programación está dirigida en buena manera a abrir y mantener la atención de los espectadores para que asimilen la publicidad. Los espectáculos de sexo y violencia atraen la atención y aumentan el impacto publicitario. No les importa el efecto que hace sobre la audiencia, sobre todo entre los niños y jóvenes, que toman lo que ven en las pantallas por la realidad y tienden a imitarlo.
Pero tampoco hay que olvidarse en las tendencias eugenésicas, que persiguen que disminuya la población mundial, y lo hacen a través de los ataques a la familia, así como la promoción del aborto, la homosexualidad y la eutanasia. Tenemos que hacernos cada vez más conscientes del ataque al que nos vemos sometidos a través de esa constante manipulación, para no darle crédito, e intentar favorecer los pocos medios de comunicación que nos transmiten una información veraz.
Muchas gracias, D. Francisco, por conceder a catholic.net esta entrevista. Por último, nos gustaría que nos dijera, cuáles han sido las claves y novedades que han aportado las recientemente celebradas "VI Jornadas Ciencia y Fe: Dignidad Humana y Ciencia".
En las VI Jornadas Ciencia y Fe hemos intentado iluminar desde la ciencia algunas cuestiones de actualidad y relacionadas con la dignidad del ser humano, para tener elementos de juicio ante las posibilidades que abren los avances en biología, como son la maternidad subrogada (alquiler de vientres) y la modificación genética de humanos.


