Lucas cayó desde unos 7 metros y sufrió traumatismo craneal grave
Por: Catholic.net | Fuente: Varias
El milagro, reconocido por la Iglesia el 23 de marzo de 2017, concierne a Lucas, un niño brasileño que el 3 de marzo de 2013, cuando estaba de visita en la casa de su abuelo y mientras jugaba con su hermana, cayó accidentalmente desde unos 6.5 metros de altura, el niño sufrió un traumatismo craneal grave que incluyó pérdida de materia cerebral. Él tenía 5 años de edad.
En estado de coma fue transportado al hospital y fue operado, los médicos indicaron que "si sobrevivía, estaría en un estado vegetativo o, en el mejor de los casos, tendría discapacidades cognitivas graves".
Fue en ese momento -relata João Batista, padre del niño- cuando “empezamos a orar a Jesús y a Nuestra Señora de Fátima, a la cual tenemos gran devoción”.
“Al día siguiente llamamos al convento del Carmelo de Campo Mourao para pedir a las hermanas que oraran por el niño. La hermana que respondió la llamada no pasó el recado a la comunidad” puesto que “estaban en la hora de silencio y pensó: ‘El niño va a morir. Voy a orar por la familia’”.
“Los días pasaban y Lucas empeoraba. El 6 de marzo los médicos pensaron en trasladarlo a otro hospital, ya que donde estaba no tenía los cuidados necesarios para su edad”.
“Nos dijeron que las posibilidades de que el niño sobreviviera eran bajas y que si lo hacía tendría una recuperación muy lenta”.
João Batista relató que el séptimo día “volvimos a llamar al convento”. “Ese día la hermana transmitió el mensaje a la comunidad. Una de ellas corrió hacia las reliquias de los Beato Francisco y Jacinta, que estaban delante del tabernáculo, y sintió el impulso de rezar la siguiente oración: ‘Pastores, salvad a este niño, que es un niño como vosotros’”, y “se las arregló para convencer a toda la comunidad de orar para que los pastores intercediesen por él”.
“Así lo hicieron”, continuó el padre del niño curado milagrosamente. “De la misma manera, todos nosotros, la familia, comenzamos a rezar a los Pastorcitos, y dos días después, el 9 de marzo, Lucas despertó y comenzó a hablar, preguntando incluso por su hermana pequeña”.
“El día 11 desde que tuviera el accidente salió de la UCI y fue dado de alta del hospital en 15 días”, aseguró el padre.
"Lucas está completamente bien y no tiene ningún síntoma o secuela”. “Lo que Lucas era antes del accidente lo es también ahora: tiene la misma inteligencia, el mismo carácter, es todo lo mismo”, afirmó.
“Los médicos, entre ellos algunos no creyentes, dijeron que su recuperación no tenía ninguna explicación”.
“Sentimos una gran alegría, porque este es el milagro que lleva a su canonización, pero sobre todo sentimos la bendición de la amistad de estos dos niños que ayudaron al nuestro y que ahora ayudan a nuestra familia”, terminó diciendo con una sonrisa João Batista junto a su esposa.
Con información pt.RadioVaticana.va, News.va y EWTNnoticias.com