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Yo soy la causa pero también soy el fin de la obra redentora de Cristo

La pasión de Cristo
Dios se hizo hombre por amor, por amor a todos los hombres y en ese TODOS estaba yo.


Por: María Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net



Domingo de Ramos. La Iglesia católica y sus fieles conmemoramos la entrada de Jesús en Jerusalén. Marcos, en su Evangelio: l -l0, nos describe como fue esa entrada.- :" Llegó Jesús en un borriquillo mientras muchos extendían sus mantos en el camino y otros lo tapizaban con ramos cortados en el campo y gritaban vivas:- ¡Hosanna, bendito el que viene en nombre del Señor!.


   Parece que todo nos anima a que sea un domingo de fiesta, los ramos. las palmas, los gritos de júbilo. . .y sin embargo la tradición  nos sorprende en la santa misa de este día con el Evangelio de Marcos l4, l-15 y l5, l-39, relatándonos la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo. ¡ Qué cercano estaba  el día en que sería entregado a los sumos sacerdotes, a los grandes personajes y autoridades, Anás, Caifás, Pilato, Herodes. . .y luego al mismo pueblo  que ahora lo victorea y más tarde pedirá su crucifixión.


 Repasamos todo esta historia  ( que siempre es la misma, dirán algunos) pero que siempre es diferente según la medite nuestro corazón.


El Domingo de Ramos abre la puerta a la semana de los días más amargos, más crueles para el Dios que se hizo hombre por amor, por amor a todos los hombres y en ese TODOS estaba yo.


La agonía en el Getsemaní: Una oración al Padre con temblores de miedo. Sus palabras "una tristeza en el alma hasta la muerte" y bajo el resplandor de la luna llena de Pascua, allá en el Huerto de los Olivos, nuestro Salvador postrado en tierra, se cubre de sudor y se llena de amarga soledad. Necesita la compañía de sus amigos, " velad conmigo" pero ellos se durmieron. Y después el beso que traiciona, la flagelación, las espinas, la cruz, los clavos en pies y manos, la lanza que penetra en su costado, la muerte. . . " Al que no conoció el pecado, Dios lo trató por nosotros, como el propio pecado, para que, por medio de él, nosotros sintamos la fuerza salvadora de Dios" (Cor 5:21).El  fue triturado por nuestros crímenes, sobre él descargó el castigo que nos sana" (Is 53:5).




Cristo se acerca al Padre en esa hora de redención, los pecados de la humanidad están sobre Cristo misteriosamente. El pecado es el rechazo a Dios. Cristo está entre los hombres de todos los tiempos y ese amor es rechazado, pisado. Hay que meditar sobre esto. . . Yo soy la causa pero también el destinatario de la redención, solo se explica por el amor Trinitario. Yo soy la causa pero también soy el fin de la obra redentora de Cristo. Y desde la cruz, la donación de una Madre  para todos los seres humanos. María, que al pie de la cruz nos recibe como hijos que aunque algunas veces perdamos el rumbo, será nuestro faro de luz que nos conducirá amorosamente hasta su Hijo Jesús.

 







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