Juan Sánchez era naturólogo. Le interesaba cualquier técnica que ayudara a sus clientes. Fua así como descubrió el reiki, sin conocer su naturaleza esotérica y oscura, y quedó maravillado por los resultados. Se hizo maestro de reiki e inicia en él a más de 1.500 personas durante casi 16 años. Esto hizo que su fe católica se resintiera totalmente rehuyendo de los consejos de la Iglesia. Su proceso de vuelta le llevaron a una fe más fuerte y ahora ayuda a muchos sobre los peligros de estas prácticas.

Juan era catequista, participaba en la Pastoral Familiar, se formaba en la Escuela de Teología del Obispado y hacía ejercicios espirituales. Pero el reiki formaba una parte muy importante de su vida y no quería renunciar a él.

Durante años, ha impartido incontables cursos de iniciación, ha escrito varios manuales y un libro sobre él. Algunos de sus amigos en la fe, entre ellos un diácono y un sacerdote, le hablaban del peligro que implicaba el reiki. Pero él no lo quería ver.

Las preguntas que le asaltaban se hicieron tan intensas que en unos Ejercicios Espirituales le pidió al Señor que le hiciera ver si aquello iba contra Él. Durante muchas horas ante del Sagrario el Señor fue tocando su corazón, ablandando su dureza, hasta convencerlo de que debía dejar el reiki de inmediato.

En cuanto llegó a casa redactó una carta para todos sus amigos, alumnos y clientes, se la envió por correo electrónico y la publicó en su blog. Comenzó una intensa vida de oración para poder salir del siniestro mundo en el que se había implicado.

En la actualidad dirige un blog dedicado a advertir sobre los graves riesgos del reiki y de la Nueva Era. Además, ofrece, junto a una de sus antiguos alumnos, que también ha tenido un milagroso camino de conversión, conferencias sobre este tema.