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Miercoles 7 de diciembre 2016

Sal de Tu Cielo: Dia 16, "Déjame mirarte"
Ver a Jesús es el inicio de un camino que te llevará no solo a verlo desde la fe sino a querer estar con Él


Por: P. Guillermo Serra | Fuente: Catholic.net



Déjame mirarte

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Breve silencio para ponerse en presencia de Dios, rogando a María Santísima sea nuestra compañera y guía en este camino hacia el encuentro con su Hijo Jesucristo.

 

ORACIÓN CAMINO A BELÉN



Querido niño Jesús: Te quiero hacer presente aquí, en este rato de oración.  Muchas veces pienso en ti, me acuerdo de ti, pero no te pienso. Pensarte es quererte y quererte es buscarte. Sí, quiero buscarte, caminar hacia ti, pero sabiendo que Tú me buscas siempre primero. Quiero recorrer este camino de la mano de María, tu madre, sostenido por  el auxilio del Espíritu Santo,  para que tu Amor se revele en plenitud dentro de mi corazón en esta Navidad.

 

CITA

Ver a Jesús es el inicio de un camino que te llevará no solo a verlo desde la fe sino a querer estar con Él, reclinar tu cabeza sobre su pecho, como Juan en la última Cena, para escuchar sus latidos de amor. (Sal de tu Cielo. Cap. 2.2)

 



REFLEXIÓN

Ahora que tus ojos y los míos se han cruzado, Jesús, ahora que me has contemplado en toda mi miseria y yo te he visto en toda tu gloria asumir mi propia naturaleza, quiero permanecer unidos en esta mirada. Sin embargo, sé que no será fácil. Llegará la oscuridad que me impida ver, tendré que superar obstáculos que se atraviesen en el camino y bloqueen mi vista, me encontraré con tentaciones que con reflejos destellantes distraerán a mis ojos.

 

Con frecuencia necesitaré recrear en mi memoria esos momentos preciosos en los que Tú me miras y te miro. Tendré que hacer continuos actos de fe y confianza para poder encontrarte por detrás de lo que se interpone entre Tú y yo, ya sea el pecado, la desconfianza, la duda o el desánimo. Deberé apartar mis ojos de las visiones, reales o imaginarias, que me prometen gratificación inmediata pero me alejan de ti y me hunden en mayor oscuridad.

 

Tu mirada me llama, me espera, y yo quiero verte Jesús; así como te veo ahora: haciéndote hombre por mí, perdonándome, regalándome vida, garantizando mi cielo, amándome sin límites.

 

ORACIÓN

PARECERME A TI

En cada oración

elevo una petición

Dejo escapar un suspiro

Un deseo hondo de perdón

 

Veo mi pequeñez alargada por los años

Caminos y tropiezos repetidos

Misma culpa sin remiendo

Viejos recuerdos que no olvido

 

Parecerme a ti es mi oración más sencilla

Eso es todo, y parecería poco Señor

pero es una toda una vida

Mi sola petición de todo corazón

 

Parece poco y es tan difícil

Me precedes y me  sostienes

Caminas a mi lado, delante y deprisa

Te siento tan cercano y a la vez tan lejano

 

¿Qué me falta para ser imagen viva?

¿Qué me sobra para alcanzarte?

¿Cómo debo mirarte para imitarte?

¿Cómo debo buscarte y sostenerte?

 

¡Responde Señor!

 

Pues en parecerme a ti

está toda la vida y el éxito

de mi peregrinar de cada día

 

Parecerme a ti, escuchando tu palabra

Parecerme a ti, contemplando tu mirada

Parecerme a ti, tocando tu Eucaristía

Parecerme a ti, volando por la fe

Parecerme a ti, amando tu corazón

Parecerme a ti, dando a mi hermano

Parecerme a ti, sosteniendo a mi prójimo

 

Del libro Jesús a mi alma. P. Guillermo Serra, L.C.

 

PROPÓSITO

Analizaré cuáles son los obstáculos que me impiden ver a Jesús y me propondré pensar en la manera de irlos eliminando poco a poco de mi vida. Me reservaré un espacio de tiempo cada día, para hacerme el hábito de contemplar a Jesús.







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