Dios corrige poco a poco y reprende a los que caen recordándoles sus pecados para que crean en Él, se conviertan y se aparten del mal.

Pero cuando Dios perdona los pecados de su pueblo los olvida, ya no los recuerda, y no se avergonzarán los que esperan en Él.

Veamos algunos textos bíblicos que nos revelan el corazón misericordioso de Dios así como su justicia, de la que estamos advertidos.

Sabiduría 12, 2.

Por eso corriges poco a poco a los que caen y los reprendes recordándoles sus pecados, para que se aparten del mal y crean en ti, Señor.

Eclesiástico 5, 7; 14, 2; 21, 6; 28, 2.7.

No tardes en convertirte al Señor, no lo dejes de un día para otro, porque la ira del Señor se enciende de repente y el día del castigo perecerás.

Dichoso aquel cuya conciencia nada le reprocha, ni ha perdido la esperanza.

El que odia la reprensión sigue las huellas del pecador, el que teme al Señor se convierte en su corazón.

Perdona la ofensa a tu prójimo, y, cuando reces, tus pecados serán perdonados… Recuerda los mandamientos y no guardes rencor a tu prójimo, recuerda la alianza del Altísimo y pasa por alto la ofensa.

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Isaías 43, 25; 49, 15.23; 55, 7; 66, 14.

¡Yo, yo mismo limpiaba tus delitos por mi respeto, y de tus pecados no me acordaba!

¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ésas llegasen a olvidar, yo no te olvido… Y sabrás que yo soy Yahvé; no se avergonzarán los que en mí esperan.

Deje el malo su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Yahvé, que tendrá compasión de él, a nuestro Dios, que será grande en perdonar.

… la mano de Yahvé se dará a conocer a sus siervos, y su enojo a sus enemigos.