Nicolás Flores Violino; tras un accidente automovilístico quedó apenas con vida, tenía 11 meses de edad
Por: n/a | Fuente: AICA
Sandra Violino y Osvaldo Flores son los papás de Nicolás, el niño por quien el Cura Brochero intercedió ante Dios por un milagro, mismo que llevò al honor de los altares al cura gaucho.
Era el año 2000 cuando sufrieron el accidente automovilístico que los involucró para siempre con la glorificación de Brochero: una camioneta Ford Apache sin luces chocó de frente al Volkswagen Polo en el que viajaba con los padres de Sandra. Nora, la abuela, sobrevivió, pero no así su esposo; Sandra, en tanto, quedó con las piernas fracturadas, y Nicolás, con 11 meses, quedó tendido en la cinta asfáltica con la cabeza muy lastimada y apenas con vida. Su papá, Osvaldo, lo socorrió, y en la desesperación, pidió la intercesión del venerable José Gabriel del Rosario Brochero.
Luego de semanas difíciles para la familia, en las que se conjugaba la pérdida del abuelo y la extendida cadena de oración por Nicolás, el doctor Vicente Montenegro, que atendió al niño de menos de un año, les informó que cumplieran las promesas que habían hecho, porque lo sucedido con la evolución del niño superaba toda intervención científica. Sus padres contaron que siempre supieron que en Nicolás había algo diferente, pero fue un milagro “que hubo que perseverar”, como recuerda su madre: “Me entregaron un hijo en estado de vida vegetativo al cual hubo que trabajar”.
S.S. Benedicto XVI firmó el 20 de diciembre de 2012 el decreto con el cual se reconocía lo aquí relatado como un milagro gracias a la intercesión del "Cura Brochero".
Para la fecha de la beatificación Nicolás tenía casi 14 años, y solo presenta una disminución de la movilidad en la parte derecha de su cuerpo, pero sin llegar a la parálisis. El diagnóstico que le habían dado era de completa discapacidad. Pero no fue así, porque el Cura Brochero intercedió.
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