Dirección: Xavier Ribera. Guión: El mismo. Fotografía: Julio Rybeiro. Intérpretes: Eloy Azorín, Elvira Herrería, José Coronado, Misia, Ricardo Moya, Fernando Ramallo, Eloi Yebra, Carlos Fuentes, Najwa Nimri, Nico Baixas.



La vida de la juventud se está llevando al cine con cierta asiduidad. Una de las razones fundamentales es porque ellos y ellas con quienes más van al espectáculo de la imagen en movimiento.

El realizador español, todo un experto en publicidad, se ha puesto tras las cámaras para presentarnos ese mundo con tres historia distintas

Sin que exista entre ellas continuidad, como suele ocurrir en los sketches.

La primera historia tiene lugar entre Ace y Mar. Uno y otra van en busca de la suerte que colme sus anhelos de alguna manera. Lo importante entre ambos es que se quieren. El, llevado de su imaginación y sin pisar tierra, se lanza a un negocio que le acarrearé la ruina.

Mar, sumida en la mala suerte y por causas del destino, acepta gustosamente que Ace la libere de todo lo que se le echaba encima.

Un segundo punto lo constituyen tres jóvenes que, movidos por su afición a la música, emprenden unas vacaciones para tomar parte en un Festival Internacional de Música. Han hecho sus ahorros para comprarse las entradas, y el tercer joven en cuestión ha preparado su coche para correr los 500 kilómetros que le separan del ansiado lugar musical.

Todo sin embargo, se quedará en un sueño algo inalcanzable.

La tercera parte de este film estudia más seriamente el devenir de una joven de 17 años, signo y símbolo del arquetipo de alguna juventud actual. Apenas tiene comunicación con nadie. Lo suyo son los aparatos de comunicación: ordenador portátil, cámara de vídeo digital, grabador minidisc de telefonía móvil.

Es, sin duda, en toda la narración, el personaje que se presta a seguirlo con una mayor detención porque, en el fondo, es- a través de su diario íntimo- como se puede alcanzar su conocimiento y la vida familiar casi inexistente que lleva. Aunque el padre desea que viva el festival, ella va a su bola y rechaza la invitación del padre.

La narración está bien hecha, así como el guión. Se sigue con deleite porque aporta frescura en el tratamiento de los amores juveniles con todo lo que entrañan de rupturas, drogas, amistad, familia y drogas. Una mezcolanza que explota.



* Para mayor información, visita nuestra biblioteca virtual.

* ¿Qué opinas sobre el tema? Comparte tu opinión.
 

¿Te gustó nuestro servicio? Suscríbete a nuestro boletín mensual