Sin fecha de memoria litúrgica grupal (memorias individuales)
Juan Bautista de Souzy y 63 compañeros
Por: Xavier Villalta | Fuente: Catholic.net
Mártires de Rochefort
Martirologio Romano: En el mar frente a Rochefort, en una vieja nave, beatos mártires Juan Bautista de Souzy, presbítero, y 63 compañeros, todos mártires, que, en el furor de la persecución contra la Iglesia durante la revolución francesa, fueron encarcelados de forma inhumana y, por Cristo, murieron de hambre y aquejados de grave enfermedad. († 1794-1795).
Fecha de beatificación: 1 de octubre de 1995 por S.S. Juan Pablo II
Extremadamente graves fueron los sucesos de la primavera del año 1794, cuando 829 sacerdotes y religiosos fueron embarcados en dos viejos barcos negreros, que permanecieron en la desembocadura del río Charente, frente a la isla de Aix. Tendrían que haber sido deportados a la Guayana, pero los veleros ingleses, que cruzaban las costas francesas, impidieron este viaje. Estos sacerdotes, entre los que se hallaban algunos de ochenta años y enfermos, hacinados de noche en estrechísimas entrecubiertas, vivieron un verdadero infierno, con el calor y el hedor más tremendos.
Sin duda, el peor tormento tenía lugar en las horas nocturnas. Un silbido anunciaba la hora del reposo. Aquella masa humana era constreñida a amontonarse bajo cubierta, en la bodega, como sardinas en lata; y la noche era un infierno, con una última refinada crueldad, que anticipaba la de las cámaras de gas. Aquellos galeotes, revolviendo con palas ardientes un barril de alquitrán, esparcían vapores de acre sabor: un método para purificar el aire, pero que provocaba en los prisioneros un tremendo sudor y toses, hasta morir de sofoco los más débiles. Y en aquellas condiciones los mandaban bruscamente al aire libre, sobre el puente de la barcaza. Todos tenían que arrastrarse como gusanos, y el terrible contraste les hacía castañear los dientes por los espasmos de frío.
Con todo, la pena más grande era la de no poder tener ni breviario, ni otros libros de piedad y ni siquiera poder rezar juntos. No obstante, alguno había podido esconder un breviario o un Evangelio o los santos óleos; incluso, hostias consagradas. Y, en aquella cloaca infecta, los mártires se repartían los sacramentos, que les fortificaban para afrontar la muerte con alegría (a la izquierda crucifijo tallado por los sacerdotes deportados).
Ante la prohibición absoluta de toda plegaria, se sirvieron de muchos subterfugios para conservar una auténtica vida espiritual. Compusieron un cuaderno de resoluciones en el que se advierte un maravilloso espíritu de abandono en las manos de Dios y en el empeño de perdonar todo a todos. En ese cuaderno se halla esta frase que, antes de convertirse en lema común, dijo uno de ellos: “Aunque somos los más desgraciados de los hombres, somos al mismo tiempo los más felices de los cristianos”.
Después de diez meses, a consecuencia de esta situación, habían fallecido 547 personas, entre ellas Juan Bautista Souzy, sacerdote de la diócesis de La Rochelle, a quien el obispo había dado poderes de vicario general para la deportación. El estudio de esta causa de los sacerdotes y religiosos deportados en los Pontones de Rochefort parece haber sido una de las más difíciles que nunca se han examinado debido a su gran número, pues inicialmente comprendió aquellos 547 mártires.
Provenían de cuarenta departamentos y diócesis de Francia y de quince congregaciones religiosas distintas. Se recogió una masa impresionante de documentos que parecía desanimar a cualquiera para su ordenación y evaluación. El coraje de Mons. Jacques
David, obispo de La Rochelle y Saintes, y la habilidad y paciencia del abate Yves Blomme, heredero de los que anteriormente habían trabajado en la causa, fue lo que hizo posible que al fin se hiciera una selección de todos aquellos mártires de los que había una noticia suficiente como para proceder con seguridad a presentarlos a la beatificación. El número quedó drásticamente reducido, lo que obviamente a todos no gustó, pero hizo posible que un número significativo y representando a los intrépidos mártires de los Pontones pudiera llegar a la gloria eclesial de la beatificación.
Pudo probarse el odio a la fe que los llevó a la muerte. Igualmente pudo probarse la aceptación voluntaria de los sufrimientos y la muerte por parte de las víctimas y la fama de martirio con que desde el principio el pueblo cristiano rodeó a estos admirables testigos de la fe y de la fidelidad al sacerdocio y la vida religiosa y a la santa Iglesia católica. Pudieron salvarse prestando un juramento contra su conciencia, pero prefirieron el apresamiento, el juicio, la deportación y las horribles condiciones de vida que les produjeron la muerte antes que renunciar a sus íntimas creencias.
El martirio de los tristemente célebres "pontons de Rochefort” fue reconocido en la beatificación del 1 de octubre de 1995, que presidió el papa Juan Pablo II, para Juan Bautista Souzy y 63 mártires más, que pertenecían a 13 diócesis de Francia y a 12 institutos religiosos.
Juan Bautista Souzy nació el 24 de marzo de 1732 en La Rochelle, hijo de Juan Bautista y Mariana. Su padre era del comercio. Habiendo optado por el sacerdocio y habiendo recibido la ordenación sacerdotal, ejerció su ministerio en un pueblo rural y luego pasó a La Rochelle donde adquirió un gran prestigio como sacerdote y como hombre de letras. El 25 de junio de 1783 fue elegido miembro titular de la Academia de La Rochelle. Durante el terrible invierno de 1788-1789 él fue nombrado presidente del Comité de Provisiones, en el que se granjeó la estima universal. En 1790 fue uno de los eclesiásticos elegidos oficiales municipales, y el 18 de marzo de aquel año hizo la declaración de sus rentas, prescrita por la ley. Nombrado vicario general por sus sobresalientes cualidades, no dejó por ello de ejercer el ministerio de la predicación y de la dirección espiritual.
Se negó a prestar el juramento constitucional y el 1 de junio de 1792 dejó La Rochelle para irse a Poitiers. Pero el 9 de julio se fue a Saint-Maixent, residiendo sucesivamente en varias casas, y celebrando la misa y oyendo confesiones cuando le era posible. Cuando se dio la orden de deportación a los no juramentados, él intentó huir pero fue detenido en Beauvoir y llevado a Niort, y luego bajo escolta conducido a Saintes. Aquí fue interrogado. Enviado a Rochefort y privado de sus bienes, fue embarcado en Les Deux Associés y murió tras su desembarco en la isla Madame el 27 de agosto de 1794.
El había dado, como vicario general de La Rochelle, las licencias ministeriales a los sacerdotes deportados para que pudieran confesar. Dio un extraordinario ejemplo de piedad, fortaleza y espíritu sacerdotal.
La lista de quienes conforman este grupo es:
1. Juan Bautista Souzy, vicario episcopal de la deportación (27-VIII)
2. Louis Francisco Lebrun, benedictino (20-VIII)
3. Claudio Richard, benedictino (9-VIII)
4. Juan Bautista di Bruxelles, canónigo (18-VII)
5. Pedro Jarrige de La Morelie de Puyredon, canónigo (12-VIII)
6. Juan Francisco Jarrige de La Morelie de Breuil, canónigo (31-VII)
7. Pedro Yrieix Labrouche de Labordaire, canónigo (1-VII)
8. Claudio Barnabé Laurent de Mascloux, canónigo (7-IX)
9. Francisco d'Oudinot de La Boissiere, canónigo (7-IX)
10. Pedro José Legroing de La Romagére , canónigo (26-VII)
11. Juan Bautista Vernoy de Mont Journal, canónigo (1-VI)
12. Juan Hunot, canónigo (7-X)
13. Sebastián Loup Hunot, canónigo (17-XI)
14. Francisco Hunot, canónigo (6-10)
15. Francisco Mayaudon, canónigo (11-IX)
16. Juan Bautista Laborie du Vivier, canónigo (27-IX)
17. Juan Bautista Munestrel, canónigo (16-VIII)
18. Noël Hilaire Le Conte, canónigo catedral de Bourges (17-VIII)
19. Gabriel Pergaud, canónigo regular de san Agustín, prior (21-VII)
20. Juan Bautista Duverneuil, carmelita (1-VII)
21. Jacques Retauret, carmelita (26-VIII)
22. Jacques Gagnot, carmelita (10-IX)
23. Michel Louis Brulard, carmelita descalzo (25-VII)
24. Claudio Beguignot, cartujo (16-VII)
25. Lázaro Tiersot, cartujo (10-VIII)
26. Juan Bautista Xavier Loir, hermano capuchino (19-V)
27. Juan Bourdon, hermano capuchino (23-VIII)
28. Francisco François, hermano capuchino (10-VIII)
29. Paul Juan Charles, cistercense (25-VIII)
30. Agustín José Desgardin, cistercense (6-VII)
31. Gervais Protais Brunel, cisterciense trapense (20-VIII)
32. Juan Jorge Rhem, dominico (11-VIII)
33. Antonio Bannassat, párroco (18-VIII)
34. Pedro Gabilhaud, párroco (13-VIII)
35. Jacques Lombardie, párroco (22-VII)
36. José Marchandon, párroco (22-IX)
37. Felipe Papon, párroco (17-VI)
38. Nicolás Tabouillot, párroco (23-II-1795)
39. Carlos Arnould Hanus, párroco y decano (28-VIII)
40. Pedro Sulpice Christophe Faverge, lasallista (12-IX)
41. Juan Mopinot, lasallista (21-V)
42. Juan Bautista Guillaume, lasallista (27-VIII)
43. Juan Nicolás Cordier, jesuita (30-IX)
44. José Imbert, jesuita (9-VI)
45. Elie Leymarie de Laroche, prior (22-VIII)
46. José Juge de Saint Martin, sulpiciano, director del seminario (7-VII)
47. Claudio José Jouffret de Bonnefont, sulpiciano, director del seminario (10-VIII)
48. Carlos René Collas du Bignon, sulpiciano, superior del seminario (3-VI)
49. Bartolomé Jarrige de La Morelie de Blars, religioso clunianense (13-VII)
50. Marcel Gaucher Labiche de Reignefort, compañía misionera (26-VII)
51. Louis Armand José Adam, sacerdote (13-VII)
52. Claudio Dumonet, sacerdote (13-IX)
53. Miguel Bernardo Marchand, sacerdote (15-VII)
54. Pedro Michel Noel, sacerdote (5-VIII)
55. Jorge Edme Rene, sacerdote (2-X)
56. Louis-Wulphy Huppy, sacerdote (29-VIII)
57. Nicolás Savouret, consejero de las clarisas (16-VII)
58. Carlos Antoine Nicolás Angel, religioso de la Inmaculada Concepción (29-VII)
59. Scipion Jérome Brigeat Lambert, decano del capítulo catedralicio (4-IX)
60. Raymundo Petiniaud de Jourgnac, vicario episcopal (26-VI)
61. Jacques Morelle Dupas, vicario (21-VI)
62. Antoine Auriel-Constant, vicario (16-VI)
63. Florent Dumontet de Cardaillac, vicario general castrense (5-IX)
64. Claudio Laplace vice director tribunal episcopal (14-IX)
Bibliografía:
Religión en Libertad
-
AÑO CRISTIANO Edición 2005
Autores: Lamberto de Echeverría (†),
Bernardino Llorca (†)
y José Luis Repetto Betes Editorial:
Biblioteca de Autores Católicos (BAC)
Tomo VIII Agosto ISBN 84-7914-777-6
-
Wikipedia