La esperanza nos lleva al gozo

La esperanza del Adviento nos lleva al gozo de la Navidad. ¡Alegrémonos porque llega Jesús, naciendo de María en Belén!

¡Feliz Navidad! Compartimos unos con otros. ¡Feliz Navidad! ¡Y nos damos el abrazo con sonrisa!

Esta Navidad queda al alcance de todos. Basta vivir la fe en el don de Dios, que rebosa amor entrañable, o sea misericordia.

Con la vida divina de Jesús entre nosotros, crezca la certeza de la vida divina en nuestro interior y se manifieste fecunda en nuestro derredor mediante obras de bondad, de cercanía, de comprensión, de solidaridad con quienes se sienten solos, rechazados, desprotegidos.

Dejándonos amar por Dios, amemos de corazón a otros que nos necesitan y esperan una palabra y acción sincera, generosa.

Expresemos la feliz Navidad con obras de misericordia: compartiendo el alimento, vistiendo al desnudo, atendiendo al enfermo, al anciano, al migrante, al prisionero, haciendo las paces, pidiendo perdón a quien hemos ofendido, perdonando a quien nos ofende, mostrando ternura, enseñando con dedicación, corrigiendo con amor, dando vida porque la hemos recibido en abundancia.