En lo que fue considerado “un acto histórico”, los obispos de Ciudad Juárez y El Paso, así como los cónsules generales de México y Estados Unidos celebraron juntos las Posadas este miércoles, precisamente en la línea que separa a los dos países, el Puente Internacional Santa Fe.

La celebración –que es una tradición típica de los países latinoamericanos– tuvo como objetivo aumentar la comunión en la región fronteriza.

Tras la bendición de la frontera que el próximo 17 de febrero recibirá la visita pastoral del Papa Francisco, Monseñor Mark Seitz, obispo de la Diócesis de El Paso, la calificó de “un momento mágico”.

“Éste es el tiempo del año más apropiado para hablar de la unidad, cuando se acerca la celebración del nacimiento de Dios, para hablar no de las fronteras que nos dividen, sino de las que nos unen, ya que, aunque hay una valla que nos separa, estamos unidos de diferentes formas”, dijo Monseñor Seitz.

El obispo de El Paso y el obispo de Ciudad Juárez compartieron un abrazo fraterno, mientras un grupo de niños jugaban sus juegos tradicionales, ante la mirada sorprendida de los automovilistas.

“Es de verdad un momento muy especial”, dijo por su parte Jacob Prado, Cónsul General de México en El Paso.

A su vez, Daria Darnell, Cónsul General de Estados Unidos en Ciudad Juárez, afirmó: "El poder estar en este punto es una oportunidad para destacar las buenas relaciones que hay entre los dos países; y aunque es cierto que las fronteras dividen, en este caso nos unen".

"Llevo 20 años trabajando en el sector de El Paso, y nunca se había dado un encuentro de este tipo", dijo por último Rubén Jáuregui, responsable de la US Customs and Border Protection (CBP).