¿Cuáles son los riesgos psicológicos que provocan las drogas alucinógenas?
Por: Infobae/Ries | Fuente: Infobae/Ries
Las drogas alucinógenas tienen una fama mística, pero ocultan grandes peligros. En la actualidad, existen en todo el mundo "retiros" donde las personas se sumergen durante un fin de semana guiados por algún gurú en el consumo de sustancias psicotrópicas, bajo el paradigma de conocerse a uno mismo o aceptar realidades alternativas, pero detrás de esa máscara de "espiritualidad" y "apertura de percepciones" ponen el peligro su vida. Informa sobre ello el medio Infobae.
Según estadísticas del SEDRONAR (el organismo del Gobierno argentino responsable de coordinar las políticas nacionales de lucha contra las adicciones), el consumo de alucinógenos en Argentina comienza a los 15,4 años en promedio. Si bien el LSD no es una de las drogas ilegales más utilizadas –se encuentra por debajo de la marihuana, cocaína y éxtasis– su nivel de consumo es similar a otro flagelo: el paco. Mientras la pasta base es consumida por el 1,6 % de la población, los alucinógenos, por el 1,7 %. En menores de 15 años hay un 0,5 % de nivel consumo, entre los de 15 y 16 años, un 1,7 % y después de los 17, el índice se multiplica: 3,8 %.
¿Qué es un alucinógeno?
Es una droga que provoca trastornos cerebrales, cambia el proceso de razonamiento, el estado de ánimo y la percepción de una persona. La palabra deriva del latín "alucinare", que significa "vagar mentalmente, hablar sin decir nada, parlotear". Una sola dosis de estas drogas hace percibir a las personas una experiencia que ellas creen real, pero no lo es. También producen cambios en la percepción, el pensamiento y las emociones, llegando a casos drásticos de pánico, psicosis y paranoia con daños irreversibles.
La experiencia con alucinógenos tiene una gran cantidad de variaciones peligrosas, inclusive para una misma persona en diferentes ocasiones. Una de las más comunes es la sensación de separación del cuerpo. Algunos consumidores tienen fuertes sensaciones místicas o religiosas. Los efectos pueden durar minutos (con DMT) a horas (con dietilamida de ácido lisérgico o LSD), alterando el metabolismo.
Los alucinógenos pueden dividirse en dos grupos: las drogas que producen principalmente trastornos psicológicos –LSD y familia– y otras con efectos más profundos y peligrosos, como los que derivan de la belladona y la fenciclidina (PCP).
Cómo afecta al cerebro
No existe una sola manera de describir los efectos nocivos de estas drogas, ya que dependen de varios factores, como la concentración de la sustancia, cómo se toma, las expectativas del consumidor y la experiencia previa, si la toma o no con asiduidad. Aunque de cualquier manera deteriora fundamentalmente el sistema nervioso central.
Existen síntomas comunes con respecto al "viaje": náuseas, nerviosismo, agitación al respirar, ascenso de la presión sanguínea y del ritmo cardíaco. Luego llega el momento donde se distorsiona la realidad, prevalecen los efectos visuales, con distorsión de profundidad, objetos que se ven más chicos o más grandes.
De dónde surgieron
Cada droga tiene diferentes orígenes. La mayoría de ellas son precoloniales, utilizadas por chamanes –como la ayahuasca y peyote– para realizar la tarea de médium entre el mundo de los supranatural y los hombres; en otros casos –como el LSD– son invenciones de laboratorio del hombre moderno a partir de un hongo parásito que crece en el centeno.
El mito sobre "los beneficios" de este tipo de alucinógenos comenzó a forjarse en los años 50 y 60 en los Estados Unidos, como parte de los movimientos contraculturales. Entre los pregoneros más destacados se encontraba Timothy Leary, un investigador de Harvard, que comenzó a experimentar con grupos de personas en un retiro de California. Musicales como Hair ayudaron a que la concepción sobre las drogas traspasara las fronteras, como un peligroso sinónimo de bienestar y espiritualidad.
La mayoría de ellos están catalogados por la DEA norteamericana como con un gran potencial de abuso y prohibidos para el uso médico. Excepto por atropina, escopolamina y ketamina, que si bien tienen uso médico siempre se debe acceder a ellas mediante una prescripción, por ser altamente peligrosas.
Términos técnicos
Dietilamida de ácido lisérgico (LSD); psilocibina, la psilocina y la baeocistina (hongos psilocibios); mescalina (peyote); Dimetiltriptamina (DMT); belladona; ayahuasca; fenciclidina; ketamina; salvia, dextrometorfano (DXM o DM), estramonio y morning glory.
Términos comunes
Ácido, viaje, hongos mágicos, arcoiris amarillo, mandrake, PCP, polvo de ángel, hierba mala o píldora de la paz, diablo rojo, mescalito, yague y vegetal, entre otros.