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Buenismo, Misericorditis, Disciplina y Biblia
La verdadera misericordia, justicia y disciplina son inseparables para ser fieles a lo que Cristo nos enseña


Por: Martín Zavala | Fuente: defiendetufe.com



Agradeceré si por favor me explican porque hay sacerdotes y teólogos haciendo campaña a favor de la práctica homosexual o gay y también que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar en ciertos casos. Quiero saber porque los obispos no los corrigen. Gracias.
Joselyn

Excelente pregunta y te señalo algunas actitudes erróneas que han favorecido el silencio de líderes católicos ante esta realidad. Te lo explicaré de una manera diferente a lo que lo hice hace tiempo con otra persona.

1.- Falsa Misericordia o misericorditis.

Dentro del campo de la medicina la terminación o sufijo ‘’ítis’ viene del griego y sirve para indicar la inflamación anormal de alguna parte del cuerpo. Ejemplos de ello son:

  • Apendicitis: inflamación del apéndice.
  • Otitis: inflamación del oído
  • Gastritis: inflamación del estómago
  • Laringitis: inflamación de la laringe
  • Artritis: inflamación de las articulaciones

Algo parecido a eso está pasando hoy en día en algunos sectores de la iglesia incluyendo a lideres nuestros que les ha dado esta enfermedad pasando de una auténtica misericordia a una real inflamación de ella  producto de una infección doctrinal.

Se trata de la “misericorditis”. De buena, o de mala fe, no lo sabemos, pero hay algunos teólogos, obispos e incluso algunos cardenales que pretenden ver bien la práctica homosexual y que los divorciados puedan volver a casarse por la iglesia o comulgar y todo en el nombre de una supuesta misericordia cristiana. Ah… y uno que otro medio han caído en esta actitud.



Tal como lo dijera sabiamente el P. Juan Pérez-Soba, sacerdote y doctor en Teología en matrimonio y familia por el Pontificio Instituto Juan Pablo II: “Misericordia y justicia. Este es el perdón que viene de la misericordia auténtica, que no es mera tolerancia y está muy lejos de la cuestión casuística de la alternativa entre rigorismo y laxismo. Es la verdadera medicina que cura la grave herida de la infidelidad. La única medicina eficaz que el «hospital de campaña» que debe ser la Iglesia puede ofrecer si no quiere traicionar a los heridos y engañar a los sanos. Una mal entendida misericordia provocaría que el pecado de adulterio deja de ser el único pecado que podría perdonarse sin arrepentimiento ni conversión.”

Engañosa y falazmente hablan de “casos especiales en los que los divorciados vueltos a casar “después de recorrer un camino penitencial podrían comulgar pues el “Pan de vida” es para todos los pecadores y Dios es misericordia…”

Cuanto error y engaño en tan pocas palabras.

En el caso de los divorciados vueltos a casar olvidan mencionar que no existe un adulterio que se convierta en gracia divina porque sea estable y haya hijos. ¡No! Sigue siendo adulterio y sigue siendo pecado. Ni existe un verdadero camino penitencial donde al final se abrace el pecado como un amigo inseparable al cual no se va a dejar.

¡No!



No seamos ingenuos con ‘palabras bonitas y sentimentalismos baratos’ sacados de una telenovela. La salvación a precio de sangre que nos ha traído Jesucristo siempre exigirá la fe y conversión para poder recibir su gratuidad y misericordia. Al parecer algunos líderes nuestros no están leyendo la Biblia ni interpretándola a los ojos de la Tradición Apostólica, sino a los ojos de la sociedad light que los ha convertido a sus ideas.

2 + 2= 4 Algunos obispos, cardenales y teólogos han olvidado esto.

¡Ay Señor Jesús! Con estos amigos, para que queremos enemigos.

Ni siquiera es cuestión de fe, sino de usar un poquito la intelgencia para ver lo obvio.

Si como dicen algunos el “pan de vida de la Eucaristía debe ser abierto a todos” entonces:

  • No haría falta dejar el pecado para recibir a Jesucristo en la santa Misa, pues es para todos.
  • Tampoco haría falta acudir al sacramento de la confesión pues el pan eucarístico es para todos los que lo piden y no se le puede negar a nadie, según sus ideas.
  • Significaría que todos los santos a los cuales dicen celebrar y los grandes doctores de la Iglesia se equivocaron y fueron inmisericordiosos e incapaces de comprender esta situación hasta que llegó algún teologo moderno que comprendió aquello que todos ellos no habían podido..
  • También entonces los mafiosos; los narcotraficantes; los asesinos; los homosexuales practicantes; los secuestradores… podrían comulgar luego de “un camino penitencial” donde no tendrían que dejar su pecado ya que son buenos narcos y buenos mafiosos y buenos homosexuales con una familia estable y preocupados porque sus hijos hagan la primera comunión. Todo mundo recibiría a Cristo en la Eucaristía en nombre de la misericordia y con la aprobación de las conferencias episcopales que les de la gana hacerlo.
  • Por último, ni se emocionen quienes creen que dejando que los divorciados viviendo en adulterio puedan comulgar y permitiendo la practica homosexual como algo normal conseguirán llenar las iglesias. No hermana, el salario del pecado es la muerte y lo que conseguirían es hacer daño en primer lugar a esas personas pues en vez de lanzarlos a la santidad los lanzaran a la mediocridad y pasada la emoción ahora sería mas fácil hacer cualquier pecado y mal que al final de cuentas recibirían misericordia de una Iglesia abierta de par en par a todos los pecadores sin deseos de arrepentirse. Esa no sería la Iglesia de Jesucristo, sino una iglesia barnizada de misericorditis humana pero lejana de la misericordia divina. El fruto del pecado seguirá siempre siendo la muerte espiritual por mas que le pongan una disfraz de halloween con cara de misericordia.
  • “Ves la tempestad y no te hincas” dice un dicho. El evangelio dirá “por sus frutos los conocerán”. Están viendo los últimos reportes que llegan de la situación de la iglesia en Alemania con una falta de fe incluso en los sacerdotes y algunos se proponen seguir sus líneas de acción con los pésimos resultados que han obtenido. De plano algunos no están viendo la ‘tempestad’ ni valorando los frutos de esas practicas que suenan tan cristianas y misericordiosas pero son mas mundanas que sus promotores.

Ah… y de lo de un obispo que en el sinodo contó y emocionó a algunos narrando el caso de un niño que quiso dar la comunión a sus padres divorciados y en nueva unión, o sea en adulterio. Que argumentos tan impresionantes como el sentimentalismo simplista. Discúlpame pero tal vez por ser mexicano se dejó influenciar por las telenovelas de "telerisa". Ah… y eso que yo soy tambien mexicano. Mis respetos para este obispo que seguramente tiene muchas actitudes muy buenas, pero en esta caso, como decimos en México ”la regó bien feo” o sea se equivocó pero bastante pues si somos cristianos nuestra medida es JESUCRISTO y no una falsa compasión donde el sufrimiento por el pecado permanente es mas importante que la voluntad de Dios.

Sin duda que hay teólogos, cardenales y uno que otro obispo que han olvidado su clase de lógica o de matemáticas simples pues si lo hicieran no se atreverían a decir algunas barbaridades cargadas de sentimentalismo anticristiano.

Algunos teólogos modernistas están dando ‘pasos en falso’, diría yo, al promover doctrinas anticristianas disfrazándolas de una gran misericordia. Esta es una de las razones o motivos por las que muchos obispos permiten las barbaridades que hoy en día se dan y dicen en sus diócesis mi estimada hermana. Igual podemos aplicar lo anterior a la homosexualidad practicada, que a la comunión a quienes viven en adulterio estable.

En esta misma línea va el sacerdote y profesor con doctorado en filosofía y teología, Michel Schooyans, quien ha denunciado esta pseudo compasión evangélica que en realidad es una verdadera traición al evangelio.

Él nos dice:

“La pseudo-compasión, con frecuencia invocada en favor de otros actos en sí mismos malos conduce al escándalo; ella invita a los otros a pecar gravemente. El escándalo, es la primera cosa a evitar. La pseudo ­compasión conduce también a la herejía, al desgarro en la Iglesia, ya que ella incita a los fieles a separarse de un punto no negociable de la doctrina de la Iglesia. La pseudo-compasión refuerza la deriva hacia la "tiranía del relativismo", que se observa en algunos pastores y/o teólogos. Finalmente, la pseudo compasión podría conducir a una situación en la cual la doctrina de la Iglesia y la moral natural resultarían de un procedimiento consensual y se formularían en compromisos.

Algunos estiman que la Iglesia es, sobre algunas cuestiones, muy severa. La Iglesia, en efecto, no se muerde la lengua: "Los excomulgados y los que están en entredicho […] y los que persisten con obstinación en un pecado grave y manifiesto, no serán admitidos a la santa comunión".  Ahora bien si se recuerda el carácter mentiroso y violento de la pseudo compasión, se observará enseguida que esta severidad es solo aparente, que ella es incluso una alta expresión de la caridad. Ella es un llamado urgente al cambio de vida.

La misericordia auténtica es  la expresión del amor de la Iglesia por los más débiles, y la invitación al arrepentimiento dirigido a los que corren el riesgo de quedar encadenados en sus pecados, y de encadenar allí a los otros.”

Que grandes verdades en tan pocas palabras.

En nombre de una supuesta compasión y misericordia hay algunos obispos permitiendo tranquilamente sacerdotes a favor de la homosexualidad practicada; del aborto; de los divorciados vueltos a casar; del matrimonio homosexual; negando la existencia de Satanás; rechazando la defensa de la fe; sacerdotes con mujeres e hijos y tantas cosas más.

Es hora de volver al evangelio de Jesucristo y no negociar con quienes quieren “licuarlo” para hacerlo accesible al mundo, pues eso, en vez de evangelizar al mundo, sería un ‘mundanizar’ el Evangelio.

Fue el Papa Francisco quien no hace mucho dijo: ¡La fe es entera, no se licúa, es la fe en Jesús!

Una manzana podrida…

Estimada hermana. Ojala y que aquellos obispos y superiores de religiosos quienes permiten o aprueban estas novedades y sorpresas evangélicas leyeran la biblia y se encontrarían así de frente comparando su comportamiento con la palabra de Dios.

Desde los inicios del cristianismo podemos encontrar en la Biblia que en comunidades recién iniciadas se dieron casos concretos de hermanos en Cristo que a pesar de ‘haberse convertido’ querían seguir viviendo como verdaderos paganos. Un clásico ejemplo de ello es lo que podemos leer en la carta de san Pablo a los corintios y nota cual es la actitud correcta a seguir en esos casos:

“De hecho se habla de inmoralidad sexual entre ustedes, y de un caso tal que ni siquiera se da entre los paganos: uno de ustedes convive con su propia madrastra.
¡Y ustedes se sienten orgullosos! Más bien tendrían que estar de duelo y expulsar de entre ustedes a ese pecador.
Sepan que ya he juzgado al culpable como si estuviese presente, pues estoy ausente en cuerpo pero presente en espíritu.
Reunidos ustedes y mi espíritu, en el nombre de nuestro Señor Jesús y con su poder, entreguen ese hombre a Satanás; que vengan sobre él desgracias, pero que se salve el espíritu en el día del juicio.
No es éste el momento de sentirse orgullosos; ¿no saben que un poco de levadura hace fermentar toda la masa?
Echen fuera la vieja levadura y purifíquense; ustedes han de ser una masa nueva, pues si Cristo es para nosotros la víctima pascual, ustedes son los panes sin levadura.
Entonces basta ya de vieja levadura, la levadura del mal y del vicio, y celebren la fiesta con el pan sin levadura, que es pureza y sinceridad.
En mi carta les decía que no tuvieran trato con la gente de mala conducta.
Por supuesto que no me refería a los no-cristianos que practican el libertinaje sexual, a los que quieren tener siempre más, a los que se aprovechan de los demás o a los que adoran a los ídolos. De ser así, ustedes tendrían que salir de este mundo.
Yo les decía que no tuvieran trato con quienes, llamándose hermanos, se convierten en inmorales, explotadores, adoradores de ídolos, chismosos, borrachos o estafadores. Ni siquiera deben comer con ellos.”

1 Cor 5, 1-11

Más claro ni el agua. Esto es lo que san Pablo hizo estimados hermanos obispos y es palabra de Dios. Posiblemente algunos no hubieran dejado hablar a san Pablo en el sínodo de la familia del 2015 por su radicalidad en la fe.

Estimados hermanos cardenales, obispos, superiores de religiosos... Si no seguimos este ejemplo, estaremos apartándonos del camino y del estilo cristiano de vivir en comunidad. Ese caminito que algunos buscan  ya lo han hecho las iglesias del protestantismo histórico y NINGUNA sin excepción está creciendo pues el fruto de su pecado al apartarse de la fe verdadera es su muerte espiritual. El ecumenismo de pecado no es afín al ecumenismo verdadero.

El problema actual no son los paganos quienes estén promoviendo la práctica de la homosexualidad y su ideología de género como algo normal o dar la comunión a los divorciados vueltos a casar que vivien en pecado contumaz. ¡No! El problema grave no son los de afuera, que ellos vivan como les dé la gana. El problema grave es que líderes y pastores nuestros apoyen sus ideas o se callen cobardemente y no tomen acción disciplinaria contra alguno de sus sacerdotes o religiosos que hacen una defensa del orgullo gay o de prácticas poco cristianas ocn el disfraz de que no se está cambiando la doctrina. No se a que doctrina se refieren algunos pero a lo que nosotros cristianos lo que nos interesa es ser fiel a Jesucristo y a su evangelio que libera al hombre y no le aplaude en su esclavitud.

Otro caso lo encontramos en el libro de los hechos de los apóstoles donde se menciona:

“Otro hombre llamado Ananías, de acuerdo con su esposa Safira, vendió también una propiedad, pero se guardó una parte del dinero, siempre de acuerdo con su esposa; la otra parte la llevó y la entregó a los apóstoles.
Pedro le dijo: «Ananías, ¿por qué has dejado que Satanás se apoderara de tu corazón? Te has guardado una parte del dinero; ¿por qué intentas engañar al Espíritu Santo?
Podías guardar tu propiedad y, si la vendías, podías también quedarte con todo. ¿Por qué has hecho eso? No has mentido a los hombres, sino a Dios».
Al oír Ananías estas palabras, se desplomó y murió. Un gran temor se apoderó de cuantos lo oyeron.
Se levantaron los jóvenes, envolvieron su cuerpo y lo llevaron a enterrar.
Unas tres horas más tarde llegó la esposa de Ananías, que no sabía nada de lo ocurrido.
Pedro le preguntó: «¿Es cierto que vendieron el campo en tal precio?» Ella respondió: «Sí, ese fue el precio».
Y Pedro le replicó: «¿Se pusieron, entonces, de acuerdo para desafiar al Espíritu del Señor? Ya están a la puerta los que acaban de enterrar a tu marido y te van a llevar también a ti».
Y al instante Safira se desplomó a sus pies y murió. Cuando entraron los jóvenes la hallaron muerta y la llevaron a enterrar junto a su marido.
A consecuencia de esto, un gran temor se apoderó de toda la Iglesia y de todos cuantos oyeron hablar del hecho.”

Hech 5,1-11

Que diferencia verdad. Ahora es el apóstol san Pedro quien no tiene reparo en poner disciplina para evitar que el mal se vea como un bien y se propague como un virus en la comunidad cristiana.

¿Qué hicieron los líderes de esta bendita Iglesia de Dios en esos momentos?  ¿En ambos casos dejaron que todo siguiera igual como si no hubiera pasado nada o aceptaron eso tranquilamente pues estaban abiertos a crear puentes con todos pues si Dios es misericordioso ellos no podían juzgar nada ni a nadie?

¡No! ¡No! y de nuevo ¡No!

En el primer caso el apóstol san Pablo ejerce la autoridad que se le ha dado y pone una fuerte disciplina sobre estos creyentes dejándolos fuera de la comunión de la Iglesia.

En el Segundo caso es el apóstol san Pedro quien les dice a la pareja que se iban a morir por haberlo engañado no a él, sino al Espíritu Santo.

Ni Pedro y Pablo, dos de Los grandes pilares de nuestra fe cayeron en actitudes de ‘buenitis aguda’ o de ‘misericorditis’ como algunos pastores nuestros han caído hoy en día dejando que el “error interno” se promueva cual veneno sin olor pero altamente dañino al espíritu.

La única autoridad no es unicamente el servicio. Eso se oye muy bien, pero no es lo que Cristo y sus apóstoles practicaron ni hemos practicado en 2000 años de existencia. La autoridad es un servicio pero no se identifica ontológicamente a él y menos excluyendo la potestad ejecutiva, legislativa y judicial. Ellos, san Pedro y san Pablo, tenían muy claro que “una manzana podrida podría dañar a los demás” y el respeto a algunos no se puede practicar traicionando y dañando a muchos otros y menos traicionado a su maestro, el cual les dio esa autoridad, les había salvado y también les había compartido esa autoridad.

Eso lo enseña claramente el catecismo universal de la Iglesia.

882 El Sumo Pontífice, obispo de Roma y sucesor de san Pedro, "es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, tanto de los obispos como de la muchedumbre de los fieles "(LG 23). "El Pontífice Romano, en efecto, tiene en la Iglesia, en virtud de su función de Vicario de Cristo y Pastor de toda la Iglesia, la potestad plena, suprema y universal, que puede ejercer siempre con entera libertad" (LG 22; cf. CD 2. 9).

883 "El colegio o cuerpo episcopal no tiene ninguna autoridad si no se le considera junto con el Romano Pontífice [...] como Cabeza del mismo". Como tal, este colegio es "también sujeto de la potestad suprema y plena sobre toda la Iglesia" que "no se puede ejercer a no ser con el consentimiento del Romano Pontífice" (LG 22; cf. CIC, can. 336).

A decir verdad no debería de extrañarnos lo que sucede a algunos pastores nuestros, pues si por años no han defendido la fe que es lo más sagrado,  y han perdido millones de catolicos en manos del protestantismo evangélico, menos van a salir a defender a la familia y al matrimonio cristiano.

Es hora de volver a la biblia y recuperar la disciplina como parte de una auténtica espiritualidad y misericordia cristiana.

Recuerdo que en una ocasión me invitaron a dar una conferencia a algunos obispos reunidos en Dallas, TX, era unos 30 aproximadamente de diferentes países. Mi intervención fue breve pero directa y gracias a Dios hubo una excelente respuesta pues varios me invitaron a sus países a dar conferencias de apologética o defensa de la fe para enfrentar el problema de las sectas evangélicas fundamentalistas. Lo relacionado con lo que te he explicado sobre la autoridad es que entre ellos, un obispo de Mato Grosso, Brasil, salió y me dijo: “Lo felicito y quiero invitarlo a mi diócesis. Le voy a reunir a todos mis sacerdotes para que les hable duro y directo como lo hizo con nosotros hace unos minutos. Cuando vaya hábleles duro, porque a mí no me hacen caso y creo que a usted si le van a hacer caso.

Si una actitud inquisitorial implacable es anticristiana, no menos peligrosa es el ‘quedarse de brazos cruzados’ ante los errores u horrores internos en aras de una supuesta misericordia.

Ni látigo déspota, ni complicidad disfrazada de caridad.

Disciplinar a una persona no es buscar un castigo en si mismo, sino una medicina sanadora para guiarlo de nuevo hacia el bien.

Por eso existen los centros de rehabilitación (cárceles); las multas al conducir indebidamente; las suspensiones en el área laboral y el reprobar alguna materia a la hora de hacer exámenes en la escuela. Se imagina usted la misericordia absoluta aplicada en estos casos…

Es necesario que todo obispo recuerde que parte de su misión y como fruto de su potestad, está el ejercer la disciplina para el bien y la “salvación de las almas”. No tengan miedo en usar su potestad legislativa, ejecutiva y judicial pues su misión, como la de todo cristiano, es ser fiel a Jesucristo en primer lugar y obedecer a Dios antes que a los hombres. A Él es a quien tendremos que rendirle cuentas. (Hech 5,29; Código de derecho canónico No. 391) Disciplinar siempre con respeto, amor, diálogo... pero también con firmeza.

Como padres de familia nunca debemos de olvidar también este aspecto pues muchos sufren por no saber poner disciplina. Del extremo de un papá golpeador, se fueron al otro extremo de un papá consentidor.

2.- Vicariedad episcopal y corresponsabilidad eclesial

El tercer aspecto que tenemos que recuperar para que no siga diciéndose tanta herejía pastoral y no se haga nada es recordar la doctrina sobre la vicariedad episcopal y corresponsabilidad eclesial.

No podemos ir gritando por el mundo acerca de la corresponsabilidad en la iglesia, sobre todo en lo económico, y al mismo tiempo hacernos de ‘oídos sordos’ antes algunos cuantos líderes y teólogos que propagan por todos los medios sus ideas como si ellos fueran la voz de la iglesia.

Los obispos y superiores religiosos deben de ‘velar’ por los intereses de Jesucristo no cayendo en un egoísmo pastoral de que como no es en su diócesis se limitan a guardar silencio y se quedan como decimos en México como el chinito “nomas milando”.

Debido a los avances de los medios de comunicación vivimos en una aldea mundial donde uno ‘estornuda’ en Chile y se sienten sus efectos en China.

Por ello es necesario recordar la doctrina de la iglesia acerca de que cada obispo no solamente cuida "de su diócesis", sino que también debe velar por la Iglesia universal pues es parte de un colegio episcopal y la Iglesia católica es UNA y en su diócesis esta una ‘porción’ de ese único pueblo de Dios.

No debería de existir ningún obispo que se “haga de la vista gorda” o deje pasar cualquier herejía pastoral por el hecho de que no está pasando en su diócesis. Eso no es de cristianos y menos de un obispo.

Desde hace tiempo acuñe este término de herejía pastoral pues algunos afirman que no quieren cambia la doctrina, como si fuera es suficiente, cuando caen en verdaderas herejías pastorales de peores consecuencias en la vida cristiana.

Desde el principio los obispos no se consideraron únicamente responsables de la Iglesia particular que presidían, sino abiertos y espontáneamente orientados a toda la Iglesia universal.

Son episcopus = vigilantes, no solamente a nivel local sino también a nivel universal. Así lo afirma la constitución dogmática sobre la iglesia "lumen gentium”.

Cada Obispo es responsable de su Diócesis y Pastor de su grey, pero, en virtud del ligamen que unía a los Apóstoles, cada uno es también responsable de toda y única Iglesia que reúne y transforma en "Cuerpo Místico de Cristo" a todos los cristianos.(Cfr. Vaticano II, Christus Dominus #1-6)

La colegialidad episcopal no solamente se manifiesta en los sínodos, consistorios o concilios sino que es parte diaria de la comunión de los santos donde servimos a un mismo Señor Jesucristo.

También el Papa san Juan Pablo II lo recordó:

“Esto es lo que se llama «afecto colegial», o colegialidad afectiva, de la cual se deriva la solicitud de los Obispos por las otras Iglesias particulares y por la Iglesia universal. Así pues, si debe decirse que un Obispo nunca está solo, puesto que está siempre unido al Padre por el Hijo en el Espíritu Santo, se debe añadir también que nunca se encuentra solo porque está unido siempre y continuamente a sus hermanos en el episcopado y a quien el Señor ha elegido como Sucesor de Pedro”. Pastores Gregis #27 y 28

Debería de ser mas común el que haya obispos decididos a dar la cara a causa de la fe manifestando con claridad cuál es la doctrina delaiglesia en puntos esenciales cuando algún líder supuestamente ‘católico’enseña auténticas herejías pastorales o doctrinales en otra parte del mundo.Peor que el escándalo, es la traición a la Verdad.

3.- “El Buenismo” y falta de autoridad episcopal

El Papa Francisco en la homilía de clausura del sínodo de la familia 2014 hizo mención a los extremos a evitar en relación con la familia y la pastoral. Contra la tentación “de la rigidez hostil", es decir, querer cerrarse en la letra de la ley y la certeza de lo que se conoce, evitando dejarse “sorprender por Dios”, así como de la tentación opuesta de "buenismo destructivo", que “deja las heridas sin antes curarlas y modificarlas”.

Esto último es otra de las causas que ha provocado que muchos obispos, al enterarse que lideres suyos dentro de sus diócesis, gritan doctrinas paganas como si fueran cristianas acerca de la homosexualidad practicada y de la comunión a los divorciados vueltos a casar, se queden callados. Se miran a si mismos ‘tan buenos’...

Obispos que no quieren verse tomando autoridad porque piensan que se verían autoritarios y ellos son muy ‘buenos obispos’ que permiten diferentes opiniones y no son quien para llamarle la atención a un sacerdote, o teólogo profesor en una de sus universidades.

Ellos son ‘buenos’ obispos incapaces de ‘juzgar a nadie’ y ‘buenos’ pastores que con misericordia aman y apoyan a todos por igual, incluyendo católicos pro-aborto, pro-gays, pro-eutanasia, pederastas...

Hoy, pocos son los obispos estrictos en la importancia de obedecer los mandamientos de Dios, pues más bien lo que abunda es el grupo de la “buenitis destructiva”.

Es la corriente actual de ‘buenitis’ que tanto aqueja al mundo actual; a las familias donde el papá y la mamá permiten cualquier cosa a sus hijos y en la Iglesia a los obispos que se han dejado contagiar por ella.

Estimada hermana Joselyn, lamentablemente hay algunos pastores nuestros que necesitan recordar para que fueron elegidos obispos=episcopus. Epi=encima o sobre y scopus=mirar; Vigilantes, superintendentes etc.

Parece que algunos líderes nuestros no han aprendido la lección sufrida por callar u ocultar por ‘buenitis’ a pederastas dentro de la Iglesias y ahora caen de nuevo en esta trampa.

Olvidaron que a muchos santos los celebramos porque dieron su vida a causa de manifestar abiertamente lo que creían. Acaso hemos olvidado que  a los profetas en la biblia normalmente no les iba nada bien...¿Te imaginas a Juan el Bautista presentándose en el sinodo de la familia 2015?

Denunciar proféticamente hacia afuera de la Iglesia y no hacerlo hacia adentro es un camino seguro a la hipocresía que tanto ha denunciado el Papa Francisco.

Rápidamente te menciono algunas cosas de la biblia y del magisterio que han olvidado algunos obispos y muchos papás con sus hijos: Amor, disciplina y autoridad siempre van de la mano:

  • “Dios corrige y reprende a quienes ama” Heb 12,6
  • “Si alguien fomenta sectas en la iglesia llámale la atención…” Ti 3,10
  • “En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Si tu hermano peca, repréndelo a solas…” Mt 18,15-20
  • “…vete y no peques más” Jn 8,1-11
  • “el Obispo debe promover la disciplina que es común a toda la Iglesia, y por tanto exigir el cumplimiento de todas las leyes eclesiásticas.” (No. 177 Redemptionis Sacramentum)
  • El mismo Jesucristo, al enfermo por 38 años de la piscina de Betesdá, después de sanarlo mira lo que le dice: “Más tarde Jesús le encuentra en el Templo y le dice: «Mira, estás curado; no peques más, para que no te suceda algo peor.” Jn 5,14
  • “Los Superiores religiosos por lo que toca a sus cohermanos, sean vigilantes para que la renovación adecuada del culto sea llevada a efecto, e intervengan tempestivamente para corregir o evitar desvíos y abusos en materia tan significativa y central”. (cfr. Sacrosanctum Concilium No. 10).
  • Lumen Gentium No. 23 “Deben, pues, todos los Obispos promover y defender la unidad de la fe y la disciplina común de toda la Iglesia”
  • Ser estrictos en cuestiones administrativas-económicas y laxos o irresponsables con las cosas más sagradas no es digno de un obispo.

El ‘buenismo’ produce paganismo, disfrazado de cristianismo.

Oremos por aquellos quienes han caído en esta tentación e invitémoslos con nuestro ejemplo a tomar la autoridad que nos viene de Dios.

4.- Mala filosofía, produce mala teología

Algo de lo que poco se ha hablado y es otra causa directa de la propaganda pro gay intraeclesial es la errónea formación filosófica que se ha dado en muchos seminarios por largo tiempo.

Tal como lo ha dicho magistralmente Stefano Fontana a diversos medios:

“La Fides et ratio de San Juan Pablo II dice que no se hace teología sin una filosofía y que si no se asume una filosofía verdadera y conforme a la fe se termina por asumir otra no verdadera y disconforme con la fe”.

No hay filosofía neutral, como algunos lo pretenden al enseñarla así.

Estimado hermana, con que razón una de las quejas o comentarios más comunes en los seminarios es que al pasar por los estudios filosóficos terminan más confundidos o algunos hasta pierden la fe.

Personalmente recuerdo que cuando estaba en el seminario muchos maestros explicaban las diferentes posturas filosóficas sin precisar sus errores y dejaban que cada uno sacara sus propias conclusiones. En vez de ayudarlos a pensar cristianamente, terminaron pensando como a cada uno de ellos le gustara o creyera.

Continuemos con lo que Stefano explica:

“¿Qué filosofía han adoptado los cardenales y obispos que ahora intervienen sobre estos problemas en el aula del Sínodo y también fuera? ¿Qué filosofía han estudiado y hecho propia a lo largo de sus estudios y en sus lecturas? La filosofía es el instrumento del que se vale la teología. Pero un instrumento que no es neutro, puesto que condiciona la misma teología, porque determina su objeto, método y lenguaje.”

“Lo que algunos obispos han dicho dentro del aula del sínodo y en los micrófonos de los periodistas fuera del aula es consecuencia de lo que se está enseñando desde hace muchos tiempo en muchos seminarios y estudios teológicos. Por lo demás, tampoco los obispos caen del cielo, sino que han tenido maestros y han sido educados en un cierto contexto de cultura filosófica. Ahora, si estas filosofías que se enseñan no son conformes a lo que indica la Fides et ratio, es lógico y consecuente que tambiénel examen de los temas del matrimonio, del divorcio y de la comunión se desvíe de las ideas de la Fides et ratio.”(Agregamos la homosexualidad).

OJO con esto señores obispos.

“Por ejemplo: si Dios es un “trascendental existencial”, como afirma Karl Rahner, todos estamos dentro, la pareja casada, la unión de hecho y también la homosexual. No existen los ateos, y no existen los pecadores. Habrá solo un camino para pasar del ser cristianos anónimos al ser cristiano “nónimos”; un camino que recorrer juntos, sin excluir o condenar ninguna situación particular de vida, porque todas pueden ser un buen punto de partida. Muchos obispos expresan esta visión teológica que en cambio refleja una particular filosofía de tipo existencialista.Karl Rhaner era alumno de Heidegger, no de Santo Tomás. ¿Cuántos obispos saben de Rahner y no de Santo Tomás?

El filósofo Cornelio Fabro planteaba la cuestión en términos de relación entre esencia y existencia. Sartre decía que la existencia precede a la esencia, Fabro decía que la esencia precede a la existencia.”

Wow diría yo. Con que razón tantas ideas tan disparatadas en algunos de nuestros líderes se oyen hoy en día. Como el gran error de hablar de “los homosexuales” en vez de “las personas con inclinaciones homosexuales”. Ya confundieron el ‘ser’ con una forma de comportamiento y de remate llegan a agregar que así nacieron. Todo por una pésima formación filosófica.

Ojala y los obispos y rectores de seminarios revisen y tomen acción en este punto cortando la raíz de tan pésimas interpretaciones sobre la vida cristiana confundiendo lo existencial o fenomenológico como algo más importante que lo ontológico o esencia del ser.

En palabras sencillas: Si algunos de nuestros líderes católicos piensan quelo que se ‘manifiesta o existe’ es más importante que lo que se ‘es’, terminarán pensando como el mundo siente o hace, paganizando así el evangelio.

P.D. Este artículo es una versión adaptada de un libro que recien he publicado llamado “LGBT Preguntas y Respuestas” el cual puedes encontrar en Amazon estimado hermano y hermana en Cristo.

Resumiendo podemos decir que Misericordia, justicia y disciplina son inseparables para un verdadero cristiano. Es hora de tomar acción.

Bendiciones y te recomiendo leer más tu biblia y el catecismo de la Iglesia para poder conocer, vivir, celebrar, predicar y defender tu fe para ser una auténtica cristiana.

 

 







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