¿Que riquezas acumulamos? Tal vez las más frecuentes son las de la soberbia. Nos sentimos ricos de nosotros mismos y olvidamos que todo lo que tenemos es don de Dios. Son los talentos que Dios nos ha dado para que los hagamos fructificar.

El Papa Francisco nos dice en la Homilía de hoy: que la Iglesia “No debe  acumular riquezas, sino administrarlas por el bien común. La comunidad cristiana, afirma de nuevo, “hace ver que está renacida en el Espíritu Santo cuando es una comunidad que busca la armonía”, no las divisiones internas; “cuando busca la pobreza”, “no la acumulación de riquezas para sí, porque las riquezas se ponen al servicio”. Y cuando “no se enfada enseguida ante las dificultades y se siente ofendida” porque es paciente como Jesús”

Como ‪#‎Evangelizadores en las redes deberíamos tener claro que somos simples herramientas de Dios. Herramientas imperfectas y a veces estropeadas. Tenemos que recibir a quien se acerque a nosotros con la humildad de sabernos ayudantes de tercera fila, que propician el acercamiento de la persona con Dios. La mayor riqueza es la humildad.

Los recursos digitales, nuestras intervenciones, entradas, frases, etc, podríamos considerarlas como parte de nuestra riqueza y reclamar que son nuestras. Esto impide que el mensaje de Dios se difunda con facilidad y que los evangelizadores más sencillo, es cueste más difundir materiales y reflexiones de calidad. La pobreza del evangelizador en las redes, conlleva donar lo que realiza para mayor gloria de Dios. Tenemos que poner nuestros talentos y dones al servicio de todos.