¿Decir las cosas? El problema es que a veces no las decimos o las decimos precedidas de una espada. Los seres humanos tendemos a ser histéricos. Nos aguantamos todo lo posible y cuando decimos lo que pensamos o sentimos, lo hacemos con violencia.

El Papa Francisco nos dice: "“También hoy, el mensaje de la Iglesia es el mensaje del camino de la franqueza, del camino del valor cristiano. Estos dos, sencillos – como dice la Biblia – sin instrucción, tuvieron valor. Una palabra que se puede traducir ‘coraje’, ‘franqueza’, ‘libertad de hablar’, ‘no tener miedo de decir las cosas’ … Es una palabra que tiene muchos significados, en el original. La parresía, esa franqueza… Y del temor pasaron a la ‘franqueza’, a decir las cosas con libertad”

Como ‪#‎Evangelizadores‬ en las redes, tenemos que saber que no tenemos que callarnos la Verdad. Si vemos que una persona sufre por un pecado, la misericordia de Dios debería de actuar por medio nuestra y señalar la fuente del dolor. Pero se pueden decir las cosas con caridad y cercanía o con soberbia y frialdad. se pueden decir las cosas aceptando que nosotros somos los primeros en meter la pata o intentando que los demás piensen que somos santos y perfectos. Pensemos en cómo Cristo habló a Nicodemo. Fue directo, sin ser violento: si no nacemos de nuevo, poco podemos hacer. ¿Qué podemos temer? Si otra persona se da cuenta que no somos perfectos, ya hemos dado el primer paso del evangelizador: mostrarse tal como realmente es. 

Nicodemo sintió que Cristo le hablaba de forma algo extraña, pero no tardó en darse cuenta que le requería un cambio radical. De Igual forma, los #Evangelizadores en las redes, estamos llamados a decir la Verdad sin que se convierta en un arma que destroza a quien tenemos delante. Primeramente, porque si la Verdad destroza, ya no es la Verdad sino una de los cientos de ideologías que tenemos entre nosotros.