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Pedro de Gubbio, Beato
Sacerdote, 23 de marzo


Por: Padre Gianfranco Casagrande, osa | Fuente: santiebeati.it



Sacerdote

Martirologio Romano: En Gubbio, de la Umbría (Italia), beato Pedro, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín ( 1287).

Breve Biografía

Nació en la primera mitad del siglo XIII en la noble familia de los Ghigensi en Gubbio. Educado cristianamente, estudió en Perugia y París, donde se graduó en derecho. Ejerció como abogado con gran capacidad y caridad, ganándose reputación de honesto y recto. Puso su profesión sobre todo al servicio de los pobres y necesitados.

Cuando tenía unos 40 años conoció a los hermanos agustinos que se establecieron en Gubbio por el año 1250,  venían de la ermita de Brettino (Fano). Entusiasmado por la vida austera y caritativa, quiso compartirla y profesó la regla de San Agustín, convirtiéndose en un abogado al servicio de Dios y de la Iglesia. Ordenado sacerdote, su compromiso y celo atrajeron la atención de sus superiores, que le confiaron tareas de responsabilidad. La tradición indica que fue vicario general de la Orden, y con este título fue enviado por el Prior general, como visitador, a apoyar y fomentar nuevas comunidades en Francia, dejando en todas partes testimonio de equilibrio y santidad. La tradición también afirma que por su espíritu de penitencia y humildad, visitaba siempre esas comunidades descalzo. También tuvo prestigio de buen predicador, ya sea por su preparación cultural cuanto por la sencillez con que exponía los temas, haciendo que todos lo pudieran entender, todo esto era fruto de su gran capacidad de oración y caridad.

Transcurrió la última parte de su vida en el convento de Gubbio, donde murió en el año 1287, a los 75 años de edad. Fue enterrado en la fosa común de los frailes, en el centro del coro de la Iglesia de San Agustín. Se dice que, después de su muerte, mientras que los monjes cantaban el Te Deum en el coro, se oyó una voz que desde la tumba contestaba: Te Dominum confitemur! Asustados, los hermanos abrieron la tumba y encontraron el cuerpo del beato Pedro de rodillas, mirando hacia arriba y con las manos cruzadas sobre el pecho. En esta posición fue representado en varias litografías del siglo XVII.

Su culto inmemorial fue reconocido por el papa Pío IX en 1874. En la Orden de San Agutín y en la Diocesis de Gubbio se celebra su memoria el 29 de octubre.



Responsable de la traducción: Xavier Villalta

 







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