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Respuestas para nuestros hermanos separados - Capítulo 2

Diálogo entre un católico y un testigo de Jehová sobre la verdadera Iglesia de Cristo
Estas publicaciones buscan contribuir a que lleguemos a la unidad deseada por Cristo: ¡Qué todos sean uno!


Por: P. Flaviano Amatulli Valente | Fuente: Apóstoles de la Palabra



Desde el Justo Abel

Testigo de Jehová: Nosotros, los testigos de Jehová, somos mucho más antiguos que ustedes los católicos, porque nuestra organización existe desde el justo Abel. En realidad la Biblia afirma que Abel fue "justo" y "testigo" (Heb 11,4).

Católico: Una cosa es afirmar que Abel fue "justo" y "testigo" y otra cosa es afirmar que perteneció a la organización de los "Testigos de Jehová". En realidad, se demuestra históricamente que la organización de los "Testigos de Jehová" empezó en el siglo pasado, el año 1874, con Charles Taze Russell.

Al principio se llamaban estudiantes de la Biblia o russelistas. Solamente en el año de 1931 se empezaron a llamar "Testigos de Jehová".

Si Abel perteneció a la organización de los Testigos de Jehová, entonces ¿quién fundó esta organización?

Testigo de Jehová: La organización de los Testigos de Jehová fue fundada por Jehová personalmente cuando empezó el mundo.



Católico: ¿Tienes alguna otra cita bíblica que comprueba esto?

Testigo de Jehová: !¿¡?...

Católico: Y cuando Abel fue asesinado, ¿quién quedó al frente de esta organización? ¿Acaso fue Caín?

Testigo de Jehová: !¿¡?...

Católico: ¿Viste que te tomaron el pelo tus jefes, al decirte que la organización de los Testigos de Jehová empezó desde la creación del mundo?



Profeta Isaías

Testigo de Jehová: De todos modos, desde antes de Cristo ya existía nuestra organización. Mira lo que está escrito en Isaías, capítulo 43, versículo 10: " Ustedes son mis testigos".

Católico: Muy bien. Cuando el profeta Isaías en nombre de Dios dice: "Ustedes son mis testigos, ¿a quiénes se está refiriendo?

Testigo de Jehová: Evidentemente a nosotros, es decir a la organización de los Testigos de Jehová.

Católico: Esto no es cierto. En aquel tiempo tu organización no existía. Al decir el profeta Isaías: "Ustedes son mis testigos", se refería a las doce tribus de Israel. En realidad, antes de Cristo, el Antiguo Pueblo de Dios estaba formado por las doce tribus de Israel. No es que había por un lado las doce tribus de Israel y por otro la organización de los Testigos de Jehová.

Si te dijeron esto, sencillamente te engañaron. ¿Acaso ustedes formaron parte de las doce tribus de Israel?

Testigo de Jehová: Espiritualmente...

Católico: No espiritualmente. Isaías se estaba dirigiendo a las doce tribus de Israel y ya.

De todos modos, todo esto no viene al caso, puesto que estamos hablando de la Iglesia que fundó Cristo y no de algo que ya existía en el Antiguo Testamento.

Testigos de Cristo

Testigo de Jehová: También el Nuevo Testamento habla de nosotros. Basta leer Hechos, capítulo 1, versículo 8, donde Jesús dice: "Recibirán la fuerza del Espíritu Santo y serán mis testigos".

Católico: ¿Testigos de quién?

Testigo de Jehová: Claro: Testigos de Jehová.

Católico: Pero aquí Jesús no dice: "Serán testigos de Jehová" (o de Yahvé, como sería más correcto); sino que: "Serán mis Testigos", es decir, nosotros tenemos que ser Testigos de Cristo.

¿De dónde sacaron ustedes la expresión "Testigos de Jehová"?

Testigo de Jehová: En el libro de la Revelación, capítulo 1, versículo 5 se dice que Jesucristo es el "testigo fiel". Y puesto que él es nuestro hermano mayor, también nosotros somos "Testigos".

Católico: Muy bien. La Biblia presenta a Jesús como el "Testigo fiel". ¿De quién?

Testigo de Jehová: De Jehová.

Católico: Otra vez; pero esto se lo añadieron ustedes. A ver: Jesús ¿Cómo llamaba a Dios? ¿Acaso lo llamaba "Jehová"? No. Lo llamaba "Padre".

  • "Padre nuestro, que estás en los cielos" (Mt 6,9).
  • "Padre, que pase de mí este cáliz" (Mt 26,39).
  • "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" (Lc 23,46).

Así que Jesús es el testigo del Padre, porque viene del Padre, y nosotros somos Testigos de Jesús (o de Cristo), porque somos miembros de su Iglesia y por lo tanto venimos de él.

El árbol y los frutos

Católico: De todos modos, aquí no es cuestión de nombres. A ver: ustedes ¿Cómo pueden comprobar que su organización es la verdadera Iglesia de Cristo?

Testigo de Jehová: Mire, señor: la Iglesia Católica no puede ser la verdadera Iglesia de Cristo, porque en ella hay puro pecado. En Mateo, capítulo 7, versículo 16, vemos que Jesús dijo: "Por sus frutos los conocerán".

Pues bien, ¿Cuáles son los frutos de la Iglesia Católica? Basta leer Gálatas, capítulo 5, del versículo 19 al 21, para tener idea de lo que son los católicos:

Es fácil ver lo que viene de la carne: libertad
sexual, impurezas y desvergüenzas; culto de los
ídolos y magia; odios, celos y violencias; furores,
ambiciones, divisiones, sectarismo, desavenencias
y envidias; borracheras, orgías y cosas
semejantes. Les vuelvo a declarar lo que ya les he
dicho: los que hacen de estas cosas no heredarán
el Reino de Dios (Gal 5,19-21).

Católico: Aquí sencillamente se presenta una lista de los pecados y nada más. No es que estos pecados se encuentran solamente entre los católicos. ¿Acaso los miembros de su organización no tienen pecado?

Testigo de Jehová: Claro que no. Entre nosotros hay puro amor y compresión, como vemos en Gálatas, capítulo 5, versículo 22 y 23.

En cambio, el fruto del Espíritu es caridad, alegría
y paz, paciencia, compresión de los demás, bondad
y fidelidad, mansedumbre y dominio de sí mismo.
Ahí no hay condenación ni Ley (Gal 5,22-23).

Católico: Aquí San Pablo está presentando los frutos del Espíritu. Donde hay gente que se deja guiar por el Espíritu, allá se dan estos frutos, sin distinción de ninguna clase.

Acuérdate de la parábola de Jesús acerca del trigo y de la maleza (Mt 13,24-30). Dios siembra trigo, el malo siembra la maleza. Al final se hará la división.

Testigo de Jehová: Precisamente nosotros somos el trigo y ustedes la maleza.

Católico: ¿Así que entre ustedes no hay pecado?

Testigo de Jehová: Claro que no. De otra manera ¿de qué serviría salirse de la Iglesia Católica, si de todos modos se sigue en lo mismo? No. Entre nosotros no hay pecado. Basta leer Jn 15,3: "La palabra que les he dirigido, los ha purificado" y Mt 5,48: "Sean perfectos como es el Padre de ustedes que está en los cielos".

Católico: Y ustedes ¿son perfectos?

Testigo de Jehová: Claro que sí. Nosotros somos la organización perfecta de Jehová.

Católico: ¿Aman a todos? En concreto ¿aman al Papa y a los testigos de Jehová que se salieron de su organización?

Testigo de Jehová: Esto sí que no. ¿Cómo podemos amar a la bestia del Apocalipsis y a los apóstatas?

Nosotros odiamos profundamente al Papa y a los ex testigos de Jehová, así como los odia el mismo Jehová por ser sus enemigos, que un día hará desaparecer totalmente.

Católico: No cabe duda que ustedes, testigos de Jehová, andan muy mal. Lean Mt 5,38-48 y verán que Dios ama a todos, buenos y malos, y que nosotros tenemos que hacer lo mismo, orando hasta en favor de los que nos persiguen.

Es que ustedes toman una cita bíblica aisladamente y la interpretan a su modo.

Cuando la Biblia dice: "La palabra que les he dirigido les ha purificado" o "Sean perfectos, como es perfecto el Padre de ustedes que está en los cielos", lo que quiere enseñar es que la palabra de Dios nos ayuda a superarnos tratando de imitar al Padre Celestial. No quiere decir que basta con leer la Biblia para quedar purificados para siempre.

Para convencerse más, lean la Primera Carta de San Juan, capítulo 1, versículo 8: "Si decimos que no tenemos pecado, somos unos mentirosos". En el mismo Padre Nuestro ¿qué nos enseñó a decir Jesús? "Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden" (Mt 6,12).

Así que por favor, no sigan diciendo que ustedes no tienen ningún pecado. Se trata de una actitud totalmente contraria a la enseñanza de Cristo.

¿Recuerdan la parábola del fariseo y el publicano? (Lc 18,9ss). Por favor, dejen la actitud del fariseo y empiecen a ser humildes como el publicano. Solamente así podrán reconocer la verdad; solamente así podrán descubrir en la Iglesia Católica, no obstante todos sus defectos, aquella única Iglesia que fundó Cristo y que durará hasta el fin del mundo (Mt 16,18; Mt 28,20).

Testigo de Jehová: Todo esto me ha dejado algo pensativo. Puedes estar seguro que lo voy a meditar seriamente. Ojalá que pronto nos podamos volver a encontrar para seguir dialogando.

Católico: Es lo que espero. Hasta pronto.

 







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