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León Lucas, Santo
Abad, 1 de marzo


Por: . | Fuente: santiebeati.it



Abad

Martirologio Romano: En el monasterio de Avena, en las espesuras del monte Mercurio, en la Calabria, Italia, san León Lucas, abad de Monte Mula, que, ajustándose a las instituciones de los monjes orientales, destacó en la vida eremítica y cenobítica (c.900).

Breve Biografía

León Lucas nació en Corleone, alrededor del año 815, poco antes de la invasión sarracena a Sicilia, hijo de León y Teotista, campesinos y pastores. Cuando era aun joven quedó huérfano de sus dos padres. En la soledad de los campos y en la contemplación de la naturaleza, sintió en su corazón la llamada del Señor, pero primero quería cumplir un voto hecho a la salida de Corleone, ir a Roma en peregrinación, visitando la tumba de los santos apóstoles Pedro y Pablo.

Al regreso ingresó como novicio en el monasterio de San Felipe de Agira, donde recibió la primera tonsura de un anciano monje, y el consejo de emigrar a Calabria a causa de las violentas incursiones de los sarracenos en Sicilia.

Cuando llegó a Calabria, encontró a una piadosa mujer, a la que manifestó las tribulaciones de su alma, y le solicitó consejo. Y fue propiamente esta mujer la que lo indujo ingresar a un cenobio. Entonces, mientras en Agira había recibido la primera tonsura y el consejo de abrazar la quietud contemplativa en Calabria -aun no devastada por las correrías de los sarracenos- al llegar allí recibió el consejo de abrazar la vida de comunidad.

Pidió ser recibido en el monasterio Basiliano de Santa Maria di Vena, cerca de la actual Vibo Valentia, donde el abad Cristóbal le impuso el nombre de Lucas y le dio el hábito monástico. Aquí él llevó una vida ejemplar y austera, hecho de humildad y obediencia, sin dejar de orar y ayunar.  Colaboró en la fundación de varios monasterios basilianos.



Fue designado abad del monasterio de Vena por el propio Cristóbal ya moribundo. Bajo su liderazgo, la comunidad creció más y más; funda otros monasterios, unificando bajo su disciplina personal centenar de frailes. Su elevado sentimiento religioso, la fama de su santidad y el vigor de su espíritu activo se extendió por toda la región, dando un impulso considerable a la renovación de su nueva patria: Calabria; vinieron a él todos los necesitados del espíritu y el cuerpo, consiguiendo a través de sus oraciones, gracias y curaciones. y desplegó allí una actividad taumatúrgica muy amplia (curó a un leproso, a paralíticos y endemoniados).

A punto de morir designó sucesores suyos a Teodoro y Eutimio, sus discípulos. Del monasterio de Vena, donde murió, fue trasladado en seguida a Monteleone, en Calabria, donde se erigió en su honor una iglesia.

 







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