29 de noviembre de 2014
Apertura del Año de la Vida Consagrada
Por: Conferencia Mundial de Institutos Seculares CMIS | Fuente: www.cmis-int.org
El 29 de noviembre de 2013, el Papa Francisco, al final de un encuentro con 120 superiores generales de institutos masculinos en el aula del Sínodo, en un clima de alegría y gran espontaneidad, anunció que el año 2015 sería dedicado a la Vida Consagrada.
El 31 de enero de 2014, el Cardenal Prefecto de la Congregación para la Vida Consagrada y el Secretario General de la misma, explicaron en rueda de prensa que esta celebración especial ha estado pensada en el contexto del 50 aniversario de la publicación del Decreto Perfectae Caritatis, del Concilio Vaticano II e indicaban los siguientes objetivos de este año dedicado a la vida consagrada:
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Dar gracias a Dios por el don de la vida consagrada y especialmente por los cincuenta años de renovación de la misma según las enseñanzas del Concilio.
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Abrazar el futuro con esperanza, confiados en el Señor, al cual los consagrados ofrecen toda su vida.
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Vivir el presente con pasión, evangelizando la propia vocación y testimoniando al mundo la belleza del seguimiento de Cristo en las múltiples formas en las cuales se expresa la vida consagrada.
INICIO
29 de noviembre de 2014
Vigilia de oración
Basílica Papal de Santa María la Mayor
a las 19:00 h
30 de noviembre de 2014
Ier. domingo de Adviento
Basílica Papal de San Pedro
10:00 hora de Roma
Santa Misa presidida por el Card.João Braz de Aviz,
Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica
con ocasión de la Apertura del Año de la Vida Consagrada
Indicaciones
Librito de la Celebración
Sígue la Misa en Directo con CETELMON
CONCLUSIÓN
30 de enero de 2016
Vigilia de acción de gracias
Basílica Papal de San Pedro
2 de febrero de 2016
Jornada mundial de la Vida Consagrada
Celebración Eucarística
Basílica Papal de San Pedro
Indulgencia plenaria
El Santo Padre, con ocasión del Año de la Vida Consagrada, concederá indulgencia plenaria, con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Santo Padre) a todos los miembros de las instituciones vida consagrada y a los demás fieles verdaderamente arrepentidos y movidos por un espíritu de caridad, a partir del primer domingo de Adviento de este año hasta el 2 de febrero 2016, día de clausura del Año de la vida consagrada. La indulgencia puede aplicarse también como sufragio por las almas del Purgatorio.
La indulgencia se obtendrá:
En Roma, cada vez que participen en las reuniones y celebraciones internacionales establecidas en el calendario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y por un período de tiempo apropiado mediten con piedad, concluyendo con Padre nuestro, la Profesión de fe en cualquier forma legítima aprobada e invocaciones a la Virgen María.
En todas las Iglesias particulares, cada vez que en los días diocesanos dedicados a la vida consagrada y en las celebraciones diocesanas organizadas para el Año de la Vida Consagrada, visiten la catedral u otro lugar sagrado designado con el consentimiento del Ordinario del lugar, o una iglesia conventual o el oratorio dede un monasterio de clausura y recen públicamente allí la Liturgia de las Horas, o un período de tiempo apropiado meditarán con piedad concluyendo con Padre nuestro, la Profesión de fe en cualquier forma legítima aprobada e invocaciones a la Virgen María.
Los miembros de los Institutos de vida consagrada que, por enfermedad u otra causa grave no puedan visitar los lugares sagrados, podrán obtener la indulgencia plenaria si, con total desapego de cualquier pecado y con la intención de poder cumplir tan pronto como sea posible las tres condiciones habituales, efectuen la visita espiritual con profundo deseo y ofrezcan las enfermedades y molestias de su vida a Dios misericordioso a través de María misericordioso, añadiendo las oraciones más arriba indicadas.
Para facilitar el conseguimiento de la gracia divina por medio de la caridad pastoral, la Penitenciaría Apostólica, -que firma el decreto de indulgencia- pide a los canónigos,los miembros del capítulo, los sacerdotes de los Institutos de Vida Consagrada y a todos los que tienen la facultades de escuchar las confesiones que administren con frecuencia el sacramento de la Penitencia y la Sagrada Comunión a los enfermos.