Entrevista al P. Santiago Martín, fundador de Franciscanos de María o Misioneros de agradecimiento
Por: Luis Javier Moxó Soto | Fuente: Catholic.net
Los Franciscanos de María nacieron en Madrid (España) en 1988 por iniciativa del P. Santiago Martín, del clero diocesano de Madrid.
La asociación tiene su origen en un grupo de jóvenes que se decidieron a vivir una experiencia de espiritualidad marcada por las figuras de San Francisco de Asís y la Santísima Virgen María, con una fuerte dimensión de voluntariado al servicio de los pobres. Rápidamente se fundaron nuevos grupos de laicos que adquirieron el nombre de “escuelas de agradecimiento”, pues en sus reuniones se pretendía profundizar en una espiritualidad marcada por la gratitud a Dios. Desde Madrid, y a partir de 1991, los FM se fueron extendiendo por otras diócesis de España. El arzobispo de Madrid, cardenal Suquía, aprobó la nueva realidad eclesial el 14 de abril de 1993. Pronto comenzó la expansión en América.
El 25 de marzo de 2007, el Consejo Pontificio para los Laicos decretó el reconocimiento de los FM como asociación internacional de fieles. (Fuente: Consejo Pontificio para los Laicos)
Conocí al P. Santiago Martín Rodríguez hace unos veinte años, cuando era jefe de la sección de Religión del diario «ABC». Me alegro saber que haya vuelto a colaborar con “ABC”, los sábados. Es consultor del Pontificio Consejo para la Familia y autor de veintitrés libros. Aunque no han podido participar del III Encuentro de Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades van al encuentro organizado para los movimientos para que podamos expresar nuestra opinión sobre lo debatido en el Sínodo de la Familia. Confía en que este encuentro con el Papa sirva para que él conozca mejor a los movimientos y éstos a él.
Le agradezco mucho que haya tenido la generosidad de concedernos esta entrevista.
¿Qué novedad o distintivo, caritativo y diaconal, está aportando hoy su carisma, expresado en la forma de vida seglar, a nuestro mundo desde la Iglesia?
Nuestro carisma es el agradecimiento. Es decir, enseñar a tener con Dios una relación eucarística, una relación basada en la gratitud. Como consecuencia, esa relación se establece también con los demás y nos ayuda a ver la parte positiva de los que viven con nosotros y a valorarla. Eso contribuye eficazmente a la estabilidad de la familia y a la sanación espiritual personal.
¿Cuáles son las prioridades misioneras de su Asociación con los matrimonios y familias más necesitados o periféricos?
Desde el principio hemos llevado a cabo una pastoral abierta. En nuestros grupos hay muchos divorciados vueltos a casar sin haber conseguido la nulidad, e incluso hay grupos específicos para ellos. Pero ellos saben, y lo aceptan sin mayores problemas, que no pueden comulgar. Muchos van incluso a misa diaria, pero no comulgan. La acogida no tiene nada que ver con la comunión.
¿Cómo sería la propuesta o carta de presentación de su vocación seglar a un joven de hoy en día?
Nuestros jóvenes han llegado a la familia del agradecimiento porque estaban buscando. Ese es el problema principal. No se trata de ausencia de alimentos, sino de falta de apetito. Los que, por los motivos más diversos -a veces porque están de vuelta de todo- buscan, siempre encuentran. A estos, les mostramos el Corazón Misericordioso de Jesús y, una vez que lo han experimentado, les ofrecemos que hagan algo por Aquel que tanto les ha amado: Cristo. De ahí nace el agradecimiento y la consiguiente llamada a la misión, sirviendo a Cristo en los que no le conocen y en los pobres, es decir en aquellos que más le necesitan.
Por último, P. Santiago, le pedimos para catholic.net, si tiene algún comentario más sobre alguna preocupación o interés actual sobre la vocación, comunidad y misión de los Franciscanos de María.
Gracias a la Virgen, estamos creciendo muy rápidamente. Ya estamos en 38 naciones y en 164 diócesis. Hoy hay 617 comunidades que viven la espiritualidad (las llamamos "escuelas de agradecimiento") y cada día llaman a la puerta de nuestra familia todo tipo de personas, incluidos sacerdotes que quieren vivir esta vocación eucarística o jóvenes que quieren entrar en nuestro seminario. Invito a todos a que se planteen si aman lo suficiente a Dios, si le rezan para agradecer y ofrecer o sólo para pedir. Y a los que se den cuenta de que les falta algo, les invito a que vengan. Me pueden escribir a consultas@frmaria.org. Siempre contesto.