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La marcha de Brasilia

La marcha de Brasilia
En Brasilia, marcha en memoria de las víctimas del tráfico de personas, a pocas horas de la patada inicial de la Copa del mundo


Por: Alver Metalli | Fuente: vaticaninsider.lastampa.it



Es frecuente en estos días ver por las calles de San Pablo y Río, pero también de otras ciudades brasileñas que serán sedes del Mundial, a grupos que se concentran al costado de las rodovías o en los parques urbanos, con carteles contra el tráfico de personas. Por lo general cantan, a veces rezan. En todos los casos distribuyen volantes y folletos ilustrados, especialmente preparados con algunas pocas recomendaciones. Según los promotores de la campaña “Un grito por la vida” esas advertencias son fundamentales para prevenir la trata de personas en sus múltiples formas: desconfiar de las propuestas de casamiento por medio de agencias así como de las ofertas de trabajo que prometen ganacias fáciles y rápidas; no entregar nunca documentos de identidad personales para que los cuiden, ni siquiera momentáneamente, a personas desconocidas o que se conoce desde hace poco tiempo y llevar siempre, además, una fotocopia autenticada de los mismos cuando se viaja al exterior o a grandes distancias del lugar de residencia habitual; mantener contacto constante por lo menos con un familiar o una persona de confianza y comunicar a los familiares todos los desplazamientos y las informaciones necesarias para ser localizado.

La campaña de sensibilización fue lanzada por la Iglesia brasileña a gran escala hace un año y el momento central de la misma es la Copa del mundo que dará comienzo dentro de pocas horas. El toque de silbato inicial pondrá también en movimiento la marcha contra la trata que comenzará mañana, miércoles 11, por las calles de Brasilia. El punto de concentración será la gran explanada de los ministerios, donde se esperan cientos de miles de personas convocadas por una larga lista de asociaciones brasileñas como el Centro Cultural Missionário (CCM), la Pontifícias Obras Missionárias (POM), la Pastoral Vocacional, la asociación Mobilidade Humana, el grupo de trabajo sobre el tráfico de personas de la Conferencia episcopal de Brasil (CNBB), la Red un grito por la vida, el Consejo indigenista misionero (CIMI) y la Conferencia de los religiosos de Brasil (CRB).

El mensaje de la movilización fue elaborado en los últimos meses y difundido de manera capilar por todo Brasil: vigilancia masiva contra el tráfico de personas -especialmente los jóvenes- que durante los grandes eventos colectivos tiende a aumentar y normas de prevención que se proponen dar a conocer a la mayor cantidad de gente posible, sobre todo a los que corren mayor peligro. Ya la Campaña de fraternidad promovida por la Conferencia episcopal brasileña durante la Cuaresma 2013 estuvo dedicada al tema del tráfico de personas y del trabajo en situación de esclavitud.

La marcha de Brasilia, a pocas horas del comienzo del mundial, incluirá asimismo la distribución de material informativo en las estaciones de trenes, aeropuertos y estacionamientos, a lo largo de las rutas más importantes, en las estaciones fluviales, en los puertos y en las terminales de ómnibus. La iniciativa sigue el modelo de campañas similares realizadas con éxito durante los mundiales de Alemania y Sudáfrica.

Coreando la consigna de “Un grito por la vida” los participantes también rendirán homenaje a los niños, adolescentes y mujeres que cayeron en las redes del tráfico humano. Un estudio reciente de la revista Cidade Nova, del Movimiento de Focolares, confirmó que Brasil es país de origen, tránsito y destino de la trata, y que las víctimas son sobre todo mujeres jóvenes, pobres y poco instruidas. “Solamente en Brasil se han identificado 241 rutas de tráfico sexual con destino a Europa”, denunció Cidade Nova. Uno de los aspectos que revela el estudio y que muchas veces se descuida al momento de establecer responsabilidades o actuar con fines de prevención, es que este tipo de crímenes involucra en la mayoría de los casos a personas cercanas a la víctima: amigos o los mismos familiares.








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