Religiosas contemplativas Cistercienses
Por: Catholic.net | Fuente: www.monasteriodelaresurrección.com

ORDEN CISTERCIENSE DE LA ESTRECHA OBSERVANCIA
La Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia proviene de la tradición monástica que toma por guía el Evangelio y la Regla de San Benito, en el siglo XII en un pequeño pueblo de Francia llamado Cîteaux (de allí en latín: cistercium y en español: cisterciense) en el año 1098 San Roberto, San Alberico y San Esteban, monjes de la abadía benedictina de Molesmes, son quienes inician este nuevo estilo de vida. San Bernardo será el gran propagador del mismo.
En el siglo XVII se llevan a cabo varias reformas, la más importante es la del abad De Rancé en el monasterio de La Trappe, en Francia (de allí el nombre de "Trapenses" con el que también se nos conoce)
En el año 1892 se llevó a cabo la unión de los diversos monasterios reformados en una sola Orden que se llama actualmente Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia.
Siguiendo la tradición Benedictina, profesamos los votos de estabilidad, conversión de vida y obediencia.
El voto de estabilidad es el compromiso de la joven que, habiendo escuchado la llamada de Jesucristo, se compromete a seguirle en un camino de oración, Lectio Divina y trabajo, vividos en una misma comunidad con una vinculación completa hasta la muerte.
Por el voto de conversión de vida, la hermana que busca a Dios en la sencillez de su corazón, guiada por el Evangelio, se compromete a vivir la observancia cisterciense.
Por el voto de obediencia la hermana renuncia a su propia voluntad y se compromete por amor a vivir bajo la orientación de sus superiores legítimos, siguiendo así el ejemplo de Cristo, obediente hasta la muerte.
COMUNIDAD DE SANTA MARÍA DE LA RESURRECCIÓN
Santa María de la Resurrección es una comunidad de monjas que queremos vivir el Evangelio siguiendo la tradición monástica benedictina y la sencillez de la espiritualidad cisterciense.
Estamos en comunión con la Iglesia Arquidiocesana de Monterrey para vivir la vida monástica de oración, silencio, trabajo, acogida y diálogo.
Es una vida dedicada a la búsqueda de Dios, haciendo de ello lo prioritario. Esta búsqueda anima toda nuestra jornada que se distribuye entre la oración litúrgica y silenciosa, la lectura orante de la palabra de Dios (Lectio Divina), el estudio y el trabajo.
Vivimos en un clima de soledad y silencio en contacto con la naturaleza, en comunión entre nosotras y con los hermanos con los cuales compartimos el fruto del trabajo y los dones de Dios.
Buscamos vivir en la autenticidad, en la sencillez y en la gratuidad.
Queremos ser una semilla de unidad y de amor como colaboración para construir una sociedad más humana en la que reinen la paz, la justicia, los valores del Evangelio: el auténtico amor. Por eso oramos y trabajamos por la unidad de los cristianos (ecumenismo) y el diálogo interreligioso.
FUNDAMENTOS:
•CARISMA
Nuestra vida es una vida de oración alimentada con la lectura asidua de la palabra de Dios, centrada en la liturgia.
Nos define un estilo de vida sencillo y austero en la búsqueda de Dios, en el seguimiento de Cristo y su Evangelio, en una comunidad estable "Escuela de Caridad", en la alegría del Espíritu Santo.
Nuestra espiritualidad es Cristocéntrica y tenemos como modelo a María en la contemplación y escucha de la Palabra de Dios, que lleva a seguir de cerca a Jesús que oro y actuó a favor a la construcción del Reino.
El esencial equilibrio de la vida cisterciense se establece entre Liturgia de las Horas, oración silenciosa, Lectio Divina y estudio, y trabajo.
Toda nuestra vida transcurre bajo la mirada maternal de María.
• EUCARISTÍA
Es el centro de nuestra vida comunitaria, y mediante ella las hermanas nos unimos mas íntimamente entre nosotras y con toda la Iglesia, por la participación en el misterio pascual del Señor.
• LECTIO DIVINA
Dedicamos un tiempo diario a la "Lectio Divina", práctica excelente de la Vida Monástica, como fuente de oración y escuela de contemplación para el diálogo con Dios, de corazón a corazón a través de la Sagrada Escritura.
• VIDA DE ORACIÓN
Oración Litúrgica
El fin espiritual de la Comunidad se manifiesta especialmente en la celebración litúrgica. En ella:
- Escuchamos diariamente la palabra de Dios.
- Ofrecemos a Dios el sacrificio de la alabanza.
- Participamos en el Misterio de Cristo.
- E intercedemos por las necesidades de la humanidad y la salvación del mundo.
Oración Silenciosa
Es un encuentro personal con Dios, para acoger su amor y entregarle el nuestro.Dios nos llama a vivir en un dialogo continuo de amor que da sentido a nuestra vida.
• TRABAJO
Trabajamos para ganarnos la vida con diversas actividades como artesanías de madera e iconos, siendo así solidarias con toda la humanidad. Atendemos también nuestra hospedería para retiros espirituales, encuentros de oración y reflexión.
• IRRADIACIÓN
Como monjas de vida contemplativa nuestra solidaridad con los problemas de la humanidad parte siempre de una clara identidad vocacional contemplativa que subraya el absoluto de Dios.
Nuestra comunidad contemplativa vive esta solidaridad;
1.- Asumiendo en nuestra oración los gozos y esperanzas, las tristezas y las angustias de las personas, especialmente de los pobres y marginados y de los que sufren;
2.- Compartiendo una parte de nuestros bienes con organismos que trabajan en la promoción de las personas marginadas;
3.- Creando iniciativas como talleres y cursos de formación familiar y psicológica para señoras y talleres de artesanias para niños y jovenes sin intervenir directamente en la gestión de los mismos, sino a través, de colaboradores, entre ellos nuestros laicos asociados.
Buscamos siempre encontrar el equilibrio entre esta solidaridad y nuestra vocación llamada a subrayar el absoluto de Dios y el valor y la necesidad de la oración en la evangelización, en el dialogo ecuménico, en el dialogo interreligioso y en el trabajo por la justicia, la paz y la integridad de la creación.
1. Nuestro trabajo por la unidad de los cristianos: organizamos una reunión ecuménica al mes y un encuentro interreligioso de oración y reflexión para la paz cada año, colaborando con el Departamento de ecumenismo de la Arquidiócesis de Monterrey.
2. Laicos asociados, viven la espiritualidad de la orden adaptada a su estado laico.
3. Las Veladas de Oración con jóvenes para iniciarlos en la vida de oración y
ayudarles a progresar en ella
La Hospedería
Nuestro monasterio es un lugar para: reencontrarse consigo mismo y con Dios, profundizar en la fe y el compromiso con el Evangelio ya sea individualmente o en grupo, para hacer días de oración o de retiro espiritual, orar la palabra de Dios, gozar de la belleza de la naturaleza y del silencio para descubrir en ellos la presencia de Dios que nos habita.
Tenemos dos formas de acogida: en silencio, compartiendo la oración de la comunidad, y en grupos.
Les ofrecemos participar en nuestra oración diaria en un clima de sencillez y de acción de gracias intercediendo por las necesidades de la humanidad.
Compartir con una hermana la experiencia de fe y de oración
Acompañamiento durante su estancia para ayudarles a orar la palabra de Dios, sea individualmente o en grupo.
Nuestras instalaciones están preparadas para recibir grupos grandes, tenemos un comedor amplio y habitaciones individuales y dobles, así como un salón para conferencias y un oratorio que comparten un área común que se puede subdividir con paneles sonoacústicos según las necesidades de espacio.
Damos acogida y acompañamiento a todas las personas de buena voluntad, sin distinción de credo religioso, que movidas por la sed del Absoluto y por el deseo de vivir las exigencias de su fe, entran en contacto con nosotras.
CONTACTO
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