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El poder de la imagen. Contra el pánico escénico

El poder de la imagen. Contra el pánico escénico
Marcela Méndez (Yoinfluyo.com) nos ofrece una reflexión sobre cómo aprender a hablar en público y evitar el miedo al ridículo


Por: Marcela Méndez | Fuente: Yoinfluyo.com



27 DE JUNIO DE 2011


La frase "hablar en público" es, posiblemente, una de las que más atemorizan. Cuando uno debe enfrentarse a la situación de expresar en viva voz sus ideas, y ante un público determinado, los nervios suelen hacerse presentes, al igual que el miedo –sobre todo entre aquellos que sufren del llamado "pánico escénico"–. Sin embargo, la situación no es en realidad tan difícil, ni hablar en público es una cosa de otro mundo.

¿Por qué entonces nos da tanto miedo? ¿Cómo podemos superar los nervios, para que las ideas que tenemos en mente no se "hagan pelotas"? ¿Cómo podemos aprender a hablar en público, y no hacer el ridículo o morir de miedo en el intento?


Para superar el miedo que provoca hablar en público, es necesario conocernos y saber cuáles son nuestras capacidades, fortalezas y debilidades; de este modo, sabremos con mayor certeza qué es lo que debemos mejorar y cuáles son las habilidades que ya tenemos, y que podemos maximizar.

Si bien es cierto que hay personas que nacen con ese "no se qué" que les permite hablar ante un auditorio sin mayor problema, no podemos dejar de lado una premisa irrefutable: con voluntad y esfuerzo, todos podemos mejorar (por muy malos que creamos que somos). Un buen orador no nace, ni se hace de la noche a la mañana… hace falta práctica, constancia, voluntad, observación y estudio.

Ya sea que nuestra intervención en público sea sólo entre un reducido grupo (incluso puede tratarse de amistades o gente de confianza) para exponer un punto de vista, o bien, que debamos preparar la exposición de un tema ante un gran auditorio, son similares las pautas que deben seguirse para lograr nuestro cometido con éxito.

A continuación se enlista una serie consejos que podrás tomar y adaptar, según sea la situación a la que te enfrentes, pero que te serán de gran ayuda.

1. Lo primero que debes hacer es tratar de "sacudirte" los nervios; hablar ante un público, sin importar el tamaño de este, es un diálogo como cualquier otro. Si lo piensas así, la presión disminuye un poco.

2. Es fundamental que proyectes una imagen de seguridad, y que generes un clima de confianza. Entre más seguro te muestres, la gente te brindará más atención y el encuentro tendrá más posibilidades de concluir con éxito.

3. Antes de hablar, debes preparar aquello que vas a decir –desde una simple opinión, hasta la exposición de un tema– para poder expresarlo de forma ordenada y concisa. Es muy importante tener muy claro qué quieres decir, la introducción de tu participación, los puntos más importantes y la conclusión. Un tip es anotar lo más importante en una tarjeta, para que ésta te sirva a modo de guía.

4. Es importante también que domines el tema del que vas a hablar. Para ello es necesario preparar tu participación con antelación. Entre más seguro estés de tus conocimientos, menos serán los nervios que sientas al momento de pararte frente al público.

5. Se aconseja también conocer al público ante el que te vas a presentar, en parte para saber qué enfoque tendrá tu participación, para saber el tono de la misma, y para usar el lenguaje que resulte más adecuado.

6. Debes también cuidar la vestimenta con la que te presentas, hay veces en que puedes ser más o menos formal, dependiendo del auditorio. Sin embargo, es importante no perder la autoridad que tienes (y que te es concedida por ser un experto en el tema) por tratar de "encajar" y "ser aceptado".

7. El inicio de tu participación siempre debe captar la atención del público, en adelante, la tarea es mantener esa atención. Para hacerlo puedes hacer uso de una pregunta, una reflexión, una anécdota e incluso, si la ocasión se presta para ello, un chiste. También puedes hacer uso de materiales audiovisuales.

8. Mientras estás hablando, es importante establecer un contacto visual con el auditorio. Los expertos recomiendan establecer dicho contacto con tres personas, ubicadas una al centro, otra en el extremo izquierdo y una más en el extremo derecho. De este modo abarcarás a todos los presentes. Sin embargo, esta regla no es fija. Puedes mirar a más personas, lo importante es generar un clima de confianza y tener en cuenta que la situación es: una persona hablando frente a otras personas.

9. Es importante: ser breve, ameno, no leer todo lo que vas a decir, utilizar el lenguaje adecuado, y establecer un tiempo que consideres óptimo para el desarrollo de tus ideas. También debes cuidar la entonación que usas, así como el tono, el volumen y el ritmo con que desarrollas tu exposición.

10. Finalmente, el cierre de tu discurso debe tener fuerza, pues es la idea última con la que se queda el auditorio.

Es importante practicar antes de hablar en público, ya sea que ensayes frente a un espejo o frente a un amigo. También es bueno ir practicando de poquito en poquito. Verás que con el tiempo, y conforme avanza tu exposición, los nervios van desapareciendo, para dar lugar a la seguridad.







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