Los profesionales en los departamentos de Recursos Humanos y Formación tienen muy claro el valor que adquiere en nuestros días la formación, especialmente en la nueva economía donde las empresas se enfrentan a continuos cambios, la competitividad es más fuerte en un mercado globalizado y donde es de vital importancia retener el talento y las habilidades del personal.


Está claro, por lo tanto, que la formación en un entorno corporativo, menos individual, bien merece la pena la inversión, especialmente cuando tenemos en cuenta los beneficios que aporta dicho entrenamiento.

Sin embargo, ¿Cómo podemos medir los beneficios de la formación frente a los costes que supone?

Un método para demostrar el valor de la formación en términos financieros es medir el ratio de "Retorno de la Inversión" (ROI, Return Of Investment) de los programas formativos en la empresa.

Es importante tener en cuenta, antes de continuar, que dicho ratio (ROI) es diferente al ahorro de los costes, que significa una reducción del gasto. ROI supone un ratio o porcentaje que indica, básicamente, el plazo en el que se prevé que se recuperará la inversión. ROI puede estar representado en términos porcentuales o de tiempo.

Uno de los sistemas que nos permiten incrementar el ROI y reducir los gastos en el entorno empresarial es mediante la implementación de sistemas avanzados de e-Learning.

Diferentes expertos, entre los que se encuentra John L. Setaro, establecen tres métodos para el cálculo del ROI de formación, reflejando cada uno de ellos diferentes conceptos del retorno de la inversión.



Métodos propuestos para el cálculo del ROI
* El primer método propone que el ROI es el resultado de restar al total de costes administrativos del actual programa formativo, los costes administrativos del nuevo programa de e-Learning. Esta primera fórmula refleja el concepto de ROI como el importe total ahorrado al implementar un nuevo programa o método formativo. Este método no supone realmente un cálculo de ROI, el resultado más bien representa el ahorro neto previsto por el nuevo sistema.

* El segundo método propone que el ROI es el resultado de dividir los costes totales de formación entre el número de alumnos estudiantes, lo que en otras palabras representa el coste de formación por estudiante.

Ambos métodos anteriormente citados anteriormente, si bien son utilizados frecuentemente para el cálculo de retorno de la inversión, no reflejan realmente el valor económico o beneficio derivado de la inversión por formación: solo el tercer método que exponemos a continuación provee dicha información.

* El tercer método propone que el ROI es el porcentaje que resulta de dividir los beneficios netos del programa formativo entre los costes de dicho programa y multiplicado por 100. Para calcular este ROI es necesario determinar previamente los beneficios tangibles del programa formativo y asignar una valoración económica a dichos beneficios.



Algunos de estos podrían ser:
- Incremento de la productividad como resultado de una mejora en las tareas completadas, en el aumento de las unidades producidas o vendidas, en los documentos procesados, etc...

- Mejora de la Calidad como resultado de reducción de defectos, y del descenso en la corrección o repetición de procesos productivos.

- Reducción de las devoluciones de productos.

- Reducción del tiempo perdido en quejas o reclamaciones.

- Incremento en la satisfacción del cliente, reflejado en la repetición de sus compras.

- Etc...

Estos beneficios que pueden resultar fáciles de valorar contrastan con otros también muy importantes pero cuya valoración económica no resulta tan clara, por ejemplo:

+ Mejora en las comunicaciones

+ Mejora de la imagen corporativa

+ Mejora en la resolución de conflictos

+ Incremento de la lealtad del empleado



Otras situaciones que implican un incremento del ROI
E-Learning supone un ahorro de tiempo frente a la formación presencial de entre un 35-45% sin que esto afecte negativamente a la formación impartida.

E-Learning minimiza los costes de viajes y dietas en aproximadamente un 50%, llegando en algunos casos al 80%.

E-Learning reduce los tiempos fuera del puesto de trabajo, incluyendo el ahorro en los llamados "costes de oportunidad", es decir, aquellos costes en los que incurre la empresa cuando la producción o las ventas se ven afectadas por absentismo laboral.

Números estudios muestran que el desarrollo de formación multimedia es hasta cuatro veces más cara que el desarrollo de formación tradicional. Es obvio que no es un coste que resulte eficaz para grupos reducidos. Sin embargo cuando el número de empleados o alumnos aumenta, el coste por estudiante se reduce drásticamente.



E-Learning ofrece formación más individualizada.
E-Learning consigue mejores resultados en el aprendizaje que la formación tradicional. Diversos estudios demuestran que el e-Learning produce una curva de aprendizaje un 60% más rápida que la formación tradicional.

Los estudiantes que utilizan métodos de e-Learning logran al menos un 50% más de retención de lo aprendido que con otros métodos formativos.

Los estudiantes que utilizan métodos de e-Learning logran un progreso superior al 56% con respecto a otros estudiantes que utilicen otros sistemas de aprendizaje.

Se detecta un aumento de la satisfacción del cliente derivada de la formación de los empleados.

La formación resulta en una menor rotación del personal, es decir, supone un método para atraer y retener el talento en la empresa.



Fuente: "E-Learning y el Ratio de Recuperación de la Inversión" en Bitacora.com.


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