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Conciliación trabajo-familia
Los empleados están contentos con su trabajo, si se les trata bien y tienen estabilidad laboral


Por: José Luis Mota Garay | Fuente: canarias7.es



Se hace necesario tomar medidas pronto

De años a esta parte, se buscan las fórmulas para que se resuelva la tensión trabajo familia y se consiga una eficaz conciliación. Una de las paladinas de esta lucha en España ha sido Nuria Chinchilla, que es profesora y directora del Centro Internacional trabajo y Familia de la Escuela de Negocios IESE, doctora en Economía, casada y con una niña. Aborda este tema de la conciliación, con detalles y soluciones, y otros aspectos del trabajo en su reciente libro: Ser una empresa familiarmente responsable, ¿lujo o necesidad?; que ha completado con la presentación del Estudio IFREI 2006, donde avala estos temas con datos extraídos de amplias encuestas. Concluye que sólo el 50% de las empresas españolas se han tomado en serio el problema de la conciliación; y arremete contra los horarios de trabajo españoles que son «los únicos no europeos», ya que proceden de la guerra civil y los años posteriores, cuando existía el pluriempleo. Hoy en día las jornadas de trabajo siguen con horarios eternos, mientras que en el resto de Europa son mucho más racionales.

Parecía, hace unas décadas, que para los varones el trabajo era irreconciliable con la familia. Muchos padres se arrepentían de no haber atendido a sus hijos cuando eran pequeños; por lo que luego –al llegar éstos a la adolescencia– se les hacía muy difícil conectar y entenderse con ellos. En el caso de las madres, algunas siempre se han quejado de haber perdido la oportunidad de disfrutar de sus hijos cuando eran chiquillos. Esos desajustes también son causa de tensiones matrimoniales en la pareja. En estos últimos años, la llegada masiva de la mujer al trabajo fuera del hogar ha producido, en bastantes casos por falta de cooperación del padre, la desatención de los hijos pequeños y la desestructuración del hogar, donde todo el mundo está de acuerdo en que el papel de la madre es imprescindible. A esto se añade que hay una tendencia actual a aumentar la natalidad: por necesidades demográficas porque corren vientos de reducir el elevado número de abortos; o por razones de sociología familiar que aconseja un tercer hijo, para que se establezcan triangulaciones psicológicas y afectivas entre los hermanos.

En este tema no se trata sólo de enunciar los problemas, hay que buscar soluciones concretas y convencer a las empresas y sus directivos. Si a los empleados no se les permite desarrollar todas las facetas de su vida, familiar y personal, comenzarán a estar estresados y habrá un bajón de su productividad y en la calidad del trabajo. Estas deficiencias se reducirían aplicando medidas que fomenten la conciliación: jornadas de trabajo corridas, horarios flexibles, posibilidad de ofertar jornadas reducidas –se entiende con reducción de salarios–, el tele-despacho en casa… Los empleados están contentos con su trabajo, si se les trata bien y tienen estabilidad laboral. Y muchas veces, no abandonarían la empresa, puesto que no ambicionan ganar más, sino modernizar la calidad de vida que permite una mejor atención a la familia y al cultivo personal.







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