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Mons. Ignacio Munilla (España)
Mons. Ignacio Munilla (España)
¡Que sea lo que tú que quieras!
Por: Equipo de Buenas Noticias | Fuente: www.buenas-noticias.org
¿Cómo nace la vocación de ser sacerdote?
El discernimiento de mi vocación fue bastante rápido. El contexto del que el Señor se sirvió fueron unos ejercicios espirituales. No es que yo me plantease el tema de la vocación dentro de aquellos ejercicios. Es más, ni tan siquiera se me pasó por la cabeza. Pero sí que recuerdo que la disposición con la que salí de ellos fue la de ofrecerle a Dios un cheque en blanco, para que Él escribiese su voluntad.
A partir de ahí todo fue muy rápido. El Señor escribió su voluntad enseguida, y yo me di cuenta de que si no pronunciaba un sí incondicional, no podría volver a mirarle a la cara sin sentir la vergüenza propia de quien sabe que le ha negado algo a Dios. Tenía entonces 17 años.
¿Cuál fue la reacción de sus padres cuando les da la noticia de su vocación?
Primeramente se lo dije a mi madre a solas, la cual se quedó en un gran silencio durante tres días. Al ver que no me decía nada, me decidí a hablar con mis padres conjuntamente. Observé con alivio que ya habían hablado entre ellos.
Su reacción fue de aceptación y de apoyo; pero también recuerdo que tenían la preocupación de que el camino de su hijo hacia la consagración sacerdotal fuese por la senda recta. Ellos observaban con preocupación que en aquellos momentos, había muchas experiencias desviadas que conducían a la secularización. Frente a todo esto, ellos me expresaban su convencimiento de que el seguimiento a Jesucristo fuese con todas las consecuencias, por el camino de la santidad.
¿Qué experiencia ha marcado su vida como sacerdote?
Han sido muchas. Una de ellas ha sido la celebración del sacramento de la confesión. Es impresionante comprobar la fuerza de la gracia de Cristo en las almas. Ser testigo de las conversiones, es algo que remueve el alma del sacerdote.
A esto hay que añadir otras experiencias como la dirección de ejercicios espirituales, la experiencia de trato con jóvenes en torno a los encuentros mundiales de la juventud, convocados por el Papa.
Sin duda alguna, mi elección como obispo también es algo que me marcó, porque supuso una renovación de la llamada de Jesús, que pone los ojos en nosotros de una forma sorprendente e inmerecida.
¿Qué es lo más desagradable o lo más difícil que ha tenido que enfrentar como sacerdote?
Un feligrés de mi parroquia de Zumárraga fue asesinado cruelmente a balazos por la organización terrorista ETA. El tener que afrontar aquella situación y la tensión vivida, fueron uno de esos grandes retos inolvidables en mi vida sacerdotal.
También recuerdo que el Señor puso en mi camino a un número importante de heroinómanos, que primeramente hicieron un programa de
recuperación, y posteriormente fueron muriendo a consecuencia del SIDA, uno tras otro. La atención espiritual de todos ellos, me hizo entender que el sacerdocio es un don de Dios que nos acompaña en el parto para la Vida Eterna. ¿Cuál es su película favorita y por qué? Últimamente he disfrutado mucho de Crónicas de Narnia. La película traslada a la pantalla la novela del mismo nombre del autor irlandés C.S.Lewis.
Lo impresionante de la película es que a través de un mundo fantástico, se recrea de manera alegórica las líneas básicas de la Historia de la Salvación. ¡Me pareció bellísima! Los cuatro niños protagonistas de esta película, Ahijos de Adán y Eva@, están llamados a cumplir una profecía en la que son al mismo tiempo redimidos@ y corredentores. (Tan real como nuestra vida misma! La tesis de la película es nítida: Necesitamos de Jesucristo, para que llegue la Navidad al invierno de nuestras vidas. Solo así volverá a florecer la esperanza, como una nueva primavera.
¿Qué libro es el que más le gusta y por qué?
Cielo y Tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán (Mt 24, 35), la Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo (Hb 4, 12), lámpara es tu Palabra para mis pasos, luz en mi camino (Salmo 119, 105) En resumen, que evidentemente tengo que responder que la Sagrada Biblia.
¿Con quién tiene mayor vínculo en su comunidad [adultos mayores, jóvenes, niños, padres de familia]?
En mi vida sacerdotal he procurado tener una preferencia especial hacia los jóvenes Ahora, siendo obispo, tengo la obligación de relacionarme con toda la Comunidad Cristiana. Como es lógico, una parte muy principal de mi tiempo se la lleva la relación con los sacerdotes.
¿Cuál es la mejor herencia que podría recibir?
Creo sinceramente que no tengo deseos materiales para esta vida. ¿Qué otra cosa puedo pedir que hacer la voluntad de Dios? Recuerdo aquella cita de León Bloy: "Existe una única tristeza: no ser santo"
¿Cómo describe un día normal de su vida?
Diariamente tengo un programa radiofónico de una hora de duración de 8 a 9 de la mañana, en Radio María España, explicando el Catecismo de la Iglesia Católica. Esto me obliga a madrugar, porque después de esa hora es ya difícil hacer oración, etc
Por lo demás, la agenda del obispo es muy imprevisible: visitas pastorales, despacho, medios de comunicación Cuando abro la agenda para ver lo que me tiene reservado el día, le digo al Señor: ¡Que sea lo que tú que quieras!
Entrevista hecha por María Velázquez Dorantes
Si usted es sacerdote o conoce el testimonio de un sacerdote, envíe su testimonio a: buenasnoticias@arcol.org
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Por: Equipo de Buenas Noticias | Fuente: www.buenas-noticias.org
Presentamos una entrevista hecha a Mons. José Ignacio Munilla, cuando aún era Obispo de Palencia, España (hoy es Obispo de San Sebastián).
¿Cómo nace la vocación de ser sacerdote?
El discernimiento de mi vocación fue bastante rápido. El contexto del que el Señor se sirvió fueron unos ejercicios espirituales. No es que yo me plantease el tema de la vocación dentro de aquellos ejercicios. Es más, ni tan siquiera se me pasó por la cabeza. Pero sí que recuerdo que la disposición con la que salí de ellos fue la de ofrecerle a Dios un cheque en blanco, para que Él escribiese su voluntad.
A partir de ahí todo fue muy rápido. El Señor escribió su voluntad enseguida, y yo me di cuenta de que si no pronunciaba un sí incondicional, no podría volver a mirarle a la cara sin sentir la vergüenza propia de quien sabe que le ha negado algo a Dios. Tenía entonces 17 años.
¿Cuál fue la reacción de sus padres cuando les da la noticia de su vocación?
Primeramente se lo dije a mi madre a solas, la cual se quedó en un gran silencio durante tres días. Al ver que no me decía nada, me decidí a hablar con mis padres conjuntamente. Observé con alivio que ya habían hablado entre ellos.
Su reacción fue de aceptación y de apoyo; pero también recuerdo que tenían la preocupación de que el camino de su hijo hacia la consagración sacerdotal fuese por la senda recta. Ellos observaban con preocupación que en aquellos momentos, había muchas experiencias desviadas que conducían a la secularización. Frente a todo esto, ellos me expresaban su convencimiento de que el seguimiento a Jesucristo fuese con todas las consecuencias, por el camino de la santidad.
¿Qué experiencia ha marcado su vida como sacerdote?
Han sido muchas. Una de ellas ha sido la celebración del sacramento de la confesión. Es impresionante comprobar la fuerza de la gracia de Cristo en las almas. Ser testigo de las conversiones, es algo que remueve el alma del sacerdote.
A esto hay que añadir otras experiencias como la dirección de ejercicios espirituales, la experiencia de trato con jóvenes en torno a los encuentros mundiales de la juventud, convocados por el Papa.
Sin duda alguna, mi elección como obispo también es algo que me marcó, porque supuso una renovación de la llamada de Jesús, que pone los ojos en nosotros de una forma sorprendente e inmerecida.
¿Qué es lo más desagradable o lo más difícil que ha tenido que enfrentar como sacerdote?
Un feligrés de mi parroquia de Zumárraga fue asesinado cruelmente a balazos por la organización terrorista ETA. El tener que afrontar aquella situación y la tensión vivida, fueron uno de esos grandes retos inolvidables en mi vida sacerdotal.
También recuerdo que el Señor puso en mi camino a un número importante de heroinómanos, que primeramente hicieron un programa de
recuperación, y posteriormente fueron muriendo a consecuencia del SIDA, uno tras otro. La atención espiritual de todos ellos, me hizo entender que el sacerdocio es un don de Dios que nos acompaña en el parto para la Vida Eterna. ¿Cuál es su película favorita y por qué? Últimamente he disfrutado mucho de Crónicas de Narnia. La película traslada a la pantalla la novela del mismo nombre del autor irlandés C.S.Lewis.
Lo impresionante de la película es que a través de un mundo fantástico, se recrea de manera alegórica las líneas básicas de la Historia de la Salvación. ¡Me pareció bellísima! Los cuatro niños protagonistas de esta película, Ahijos de Adán y Eva@, están llamados a cumplir una profecía en la que son al mismo tiempo redimidos@ y corredentores. (Tan real como nuestra vida misma! La tesis de la película es nítida: Necesitamos de Jesucristo, para que llegue la Navidad al invierno de nuestras vidas. Solo así volverá a florecer la esperanza, como una nueva primavera.
¿Qué libro es el que más le gusta y por qué?
Cielo y Tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán (Mt 24, 35), la Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo (Hb 4, 12), lámpara es tu Palabra para mis pasos, luz en mi camino (Salmo 119, 105) En resumen, que evidentemente tengo que responder que la Sagrada Biblia.
¿Con quién tiene mayor vínculo en su comunidad [adultos mayores, jóvenes, niños, padres de familia]?
En mi vida sacerdotal he procurado tener una preferencia especial hacia los jóvenes Ahora, siendo obispo, tengo la obligación de relacionarme con toda la Comunidad Cristiana. Como es lógico, una parte muy principal de mi tiempo se la lleva la relación con los sacerdotes.
¿Cuál es la mejor herencia que podría recibir?
Creo sinceramente que no tengo deseos materiales para esta vida. ¿Qué otra cosa puedo pedir que hacer la voluntad de Dios? Recuerdo aquella cita de León Bloy: "Existe una única tristeza: no ser santo"
¿Cómo describe un día normal de su vida?
Diariamente tengo un programa radiofónico de una hora de duración de 8 a 9 de la mañana, en Radio María España, explicando el Catecismo de la Iglesia Católica. Esto me obliga a madrugar, porque después de esa hora es ya difícil hacer oración, etc
Por lo demás, la agenda del obispo es muy imprevisible: visitas pastorales, despacho, medios de comunicación Cuando abro la agenda para ver lo que me tiene reservado el día, le digo al Señor: ¡Que sea lo que tú que quieras!
Entrevista hecha por María Velázquez Dorantes
Si usted es sacerdote o conoce el testimonio de un sacerdote, envíe su testimonio a: buenasnoticias@arcol.org
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