Menu



Nuevas generaciones de estudiantes

Nuevas generaciones de estudiantes
La familia primero.


Por: Carlos Gutiérrez, L.C. | Fuente: www.buenas-noticias.com




En diciembre del año pasado, en una universidad de la ciudad de Barcelona, se encontraban varios compañeros de maestría. Conversaban sobre sus respectivos planes a futuro una vez obtenido el título del post-grado que cursaban.

El grupo estaba formado por doce alumnos de nacionalidades diversas. Había todo tipo de opiniones. Daniel, mi hermano, era el mexicano de la clase. Antes de continuar, aclaro que esto no es un chiste; es un caso de la vida real.

El inglés era el intelectual del grupo: decía que quería seguir estudiando para buscar obtener un doctorado. El ecuatoriano dijo que regresaría a su país para llevar adelante los negocios familiares.

La americana volvería a Estados Unidos para buscar trabajo en una firma importante de “marketing”. La joven vivía con su novio, por lo que le preguntaron: «¿y qué va a pasar con Michael?». A lo que ella respondió: «No sé, no le he preguntado qué va a hacer».

El irlandés estaba decidido a viajar por África durante todo el siguiente año para conocer la realidad del tercer mundo y aprender alguna lengua aborigen. Una joven de Serbia dijo que buscaría hacer carrera política en su país.

Así, cada uno expuso sus planes, muy claros y muy diversos. Cuando le tocó el turno a mi hermano, él respondió con mucha seguridad: «Tener chamacos» (chamacos, en México, se refiere a niños). En edad, era el menor del grupo. Sin embargo, era el único que estaba casado.

Ninguno de sus compañeros entendió su respuesta, no por el término coloquial que utilizó, sino porque, al parecer, para sus compañeros el tener hijos no forma parte de un plan de vida.

Preocupados por la “ceguedad” de Daniel, los compañeros intentaban disuadirlo diciéndole que era muy joven, que su esposa no podría trabajar, que había cosas más importantes en la vida, que eso de tener hijos se hace más adelante, que tenía que juntar un patrimonio para tener estabilidad económica, etc.

Mi hermano sólo se reía de todo lo que le decían. Le parecieron graciosas las reacciones de sus compañeros al no comprender y no compartir su visión de la vida. Para él, formar una familia es un plan muy ambicioso, muy hermoso y de gran responsabilidad y desafío. Es un plan que requiere una preparación que no se logra con una maestría o un doctorado.

Daniel, casado ya a sus veintiséis años, no se siente “chico”, se siente comprometido. Es consciente de la necesidad de prepararse para tener un buen trabajo y poder mantener una familia. Pero al mismo tiempo, sabe dónde está la verdadera felicidad de la vida, independientemente de lo que el mundo piense y le trate de decir.


Si quieres comunicarte con el autor, envía un mensaje a: buenasnoticias@arcol.org

Regala una suscripción totalmente gratis http://es.catholic.net/buenasnoticias/regalo.php

Suscríbete por primera vez a nuestros servicios http://es.catholic.net/buenasnoticias









Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |