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Alcanzar una estrella

Alcanzar una estrella
Un hombre sin aspiraciones se pierde en el olvido del anonimato, mientras que aquél de ideales es alguien que escribe la verdadera historia.


Por: Manuel Álvarez Arriola, L.C. | Fuente: www.buenas- noticias.org




Los ejemplos que hoy vemos aquí, son personas tan normales como tú y como yo, pero que supieron nadar contra corriente manteniendo claro su ideal en la mente y el corazón.

Se llama Tony. Tiene 22 años y fue campeón de goleo de la liga italiana de fútbol. A los 12 años soñaba con jugar fútbol profesional. A los 18 debutaba en primera división en una de las ligas más competitivas de todo el mundo. Su nuevo sueño era jugar un mundial con su país. Hoy, no sólo lo ha jugado, sino que lo ha ganado.

Se llama Eddie y tiene 16 años. Ya desde los 12 era campeón en la fórmula Kart infantil en México. Ahora se prepara en el extranjero para conseguir su estrella: debutar en fórmula uno.

Chiara está terminando su tercera licenciatura en Administración de empresas y tiene 29 años. Cuando terminó la secundaria sus maestros le dijeron que se dedicara a todo menos a las matemáticas.

Colin tiene 28 años. Hace seis comenzó su sueño con una lavadora. Hoy es dueño de 120 locales de self-laundry en toda Europa.

Tiene casi 80 años y se llama Lucía. Cuando tenía 23 le dijeron que no sería madre. Hoy es la fundadora del Movimiento a favor de la vida.

Se llama Lance. Ha ganado 5 tours de Francia. Pocos años antes de conseguir su estrella le dijeron que tenía cáncer y no podría volver a la bicicleta.

Pedro, de 30 años, dirige una empresa de ensamblaje. A los ocho comenzó a trabajar por las tardes, armando cajas de cartón para ayudar a su papá a mantener la economía familiar.

Se llama Clara. Tiene 38 años y se dedica a conseguir becas de estudio para niños de escasos recursos. Hace 26 años, ella era una de estas niñas. Hoy está casada, tiene dos hijos y es ingeniera bioquímica.

Estas personas tienen algo en común: un día vieron una estrella en el horizonte, tuvieron un sueño que cambiaría sus vidas.

Ciertamente, las dificultades afloraron. El ideal no te quita los obstáculos: te ayuda a superarlos y te hace caminar hacia la meta. En efecto, un hombre sin aspiraciones se pierde en el olvido del anonimato, mientras que aquél de ideales es alguien que escribe la verdadera historia.


Si quieres comunicarte con el autor, envía un mensaje a: buenasnoticias@arcol.org

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