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Cinco más dos

Cinco más dos
Familia numerosa


Por: Manuel Cevallos Alcocer | Fuente: Buenas Noticias





Cayó en mis manos por casualidad una de esas revistas de promoción de una conocida aerolínea norteamericana. Un amigo mío se la trajo como “recuerdo” de su vuelo Madrid – Nueva York.

Sin mucho interés, esperando hallar alguna tarifa atrayente, la empecé a hojear. Pero encontré algo mucho mejor que una buena tarifa de vuelo. Me topé con la historia de Ana y Macho Guilamo, dos empleados de Chelsea Food Services, empresa que se encarga del servicio de catering a bordo de Continental Airlines.

Este matrimonio no sólo destaca por su altísimo rendimiento en el trabajo y por el grande aprecio del que son objeto por parte de jefes y compañeros, sino porque son padres de cinco hijos adoptivos. Además, por si fuera poco, Ana y Macho, junto con sus cinco hijos, son la familia adoptiva (foster family) de otros dos chicos. A ellos brindan la posibilidad de contar con las oportunidades para su formación integral, manteniendo también el contacto con sus padres biológicos, asegurándose de que no dejen de ser parte integrante de sus vidas.

Cuando uno conoce este tipo de casos, no queda más que dejarse ensanchar el corazón. Lo que hay detrás es un amor enorme a la vida y sobre todo a la familia.

¿Qué habrán visto Ana y Macho en el seno de sus familias para albergar en sus corazones tanta generosidad? Eso de adoptar cinco niños se dice fácil, pero encierra un heroísmo digno de toda admiración.

¿Por qué tienen ese “bendito atrevimiento” de adoptar cinco hijos -bueno, siete en total- en un mundo que les dice de mil maneras que van contracorriente? No lo sé. La única explicación que veo es el amor a lo que entraña dar vida a una familia.

Una cosa al menos sí queda clara: que ellos han podido realizarse profesionalmente y que, además, marcan la diferencia tanto dentro como fuera de su trabajo. En un mundo como el nuestro, que parece olvidar que el núcleo de las sociedades está precisamente en las familias, este tipo de testimonios nos deben hacer reflexionar sobre el futuro que queremos.

No cabe duda que para Ana y para Macho, el futuro está en la familia. ¡Y para nosotros también!



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