Comentario de nuestros lectores
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Por: Redacción | Fuente: www.buenas-noticias.org
El pontificado de Juan Pablo II me sorprendió a mis 18 años, viviendo como ilegal al lado de mi padre, en los Estados Unidos. Me tocó presenciar por TV los momentos previos a su nombramiento, pero en inglés, que no entendía. Y ya después del "humo blanco", le miré por vez primera, y para mí, que no era creyente cristiano, sino simpatizante del Marxismo, me sorprendía que la jerarquía católica hubiese nombrado a un papa polaco por primera vez en mucho tiempo, por lo demás, no dejaba de ser... "un Papa más".
Pero, seguirían las "sorpresas": ¡el papa Juan Pablo visita México! y otros países del área, iniciando su llegada con un beso sobre la tierra visitada. ¡Curioso personaje! Después sigue visitando otros países, entre ellos, los Estados Unidos, donde tiene un gran acercamiento con los jóvenes y se ve...¡hasta simpático!
No pasan dos o tres años de su pontificado y miro por TV una escena que me estremece: ¡han intentado asesinar al Papa! Definitivamente, este Papa tiene algo especial: miro sus ojitos y parece un niño "grandote"; me provoca ternura y me emociona hasta las lágrimas... ¿qué pasa?
Siguen pasando los años y yo llevo la carga de una enfermedad que me impedía disfrutar de mi juventud como otros si lo hacen. A mis veintitantos años, estoy envejecido por el deseo de morir. ¿Llegar a los 30´s? ¡Ni pensarlo! No me veía vivo a esa edad.
Y así, casi para cumplir los 30´s llega un "curita español" a mi Parroquia, y un hermano mío me habla de Él a pesar de no ser creyente también, pero seguramente conmovido por mi estado de vida. Y me acerco al templo de mi comunidad, movido, aparentemente, por un sentimiento de novedad y a ver qué pasa.
A partir de ahí, recibo un impulso renovado de querer vivir, bajo el amparo de nuestra Iglesia madre, en las personas de mi párroco en lo local y en el liderazgo del "Tata Juan Pablo II" en lo universal.
Hoy a mis 45 años, casado con una maravillosa mujer- hace un año que nos casamos- con un trabajo estable, una enfermedad controlada por un tratamiento, más suave que riguroso, me siento agradecido con Dios de haber puesto en mi camino a hombres como mi párroco, El Padre Tomás Herrera, y a nuestro Papa mayor, nuestro amado Juan Pablo II.
¡Dios bendiga a nuestro Juan Pablo II y nos ayude a quienes le seguimos de cerca o de lejos a construir un mundo de justicia y paz para toda nuestra humanidad! Amén.
Efren Salvador Diaz Cubillas
Edad: 45 anos
Hermosillo, Sonora, México
Creo que ha sido una de las personas más significativas del siglo XX. No sólo por ser "famoso" dentro de los medios, sino por lo que representó y representa para nuestra madre, la Iglesia.
Quedé profundamente impresionada leyendo "Don y Misterio", "Levantaos vamos" y el magistral "Memoria e identidad" donde muestra su vida, marcadas por las ideologías. Es, por lo que narra en ellas, lo que ha hecho que admire su fe, su confianza, su testimonio, su santidad. Ejemplo de trabajador, seminarista, sacerdote, obispo, papa... un hombre de Dios.
Sólo hoy puedo decir con alegría que espero que llegue pronto a los altares, porque su pérdida fue muy significativa, ya que el amor al papa debe ser uno de los principales amores del cristiano.
Viajero incansable, amante del arte, la literatura, el teatro... qué más decir de este gigante...
Gracias por este espacio y me uno a esta novena.
Que Dios bendiga esta obra.
Natalia Elizabeth Noir
Creo que Juan Pablo II es un santo. Le admiro por su entereza para vivir sus últimos meses sin una queja y ofreciendo su sufrimiento por la humanidad; fue un vivo ejemplo de nuestro Señor Jesucristo.
Ahora que mi mamá está enferma y la veo con esa misma entereza, tratando de no molestar a nadie, le doy gracias a Dios por su ejemplo. Y diré aquí que, en sus momentos de más dolor, le he pedido al Papa Juan Pablo II que interceda por ella.
Graciela Galindo de Urruchua
61 años
México, D.F.
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