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Dieciséis son pocos

Dieciséis son pocos
Una familia numerosa, ¡16!


Por: Adolfo Güémez, L.C. | Fuente: www.buenas-noticias.com




- ¿Queeeeeeé? ¿Dieciséis? No, no me lo creo. No es normal. Es más, me parece incluso antinatural. Se me hace una exageración.

- Pues sea lo que sea, son dieciséis, ni más ni menos. El último es del 14 de octubre pasado.

- Entonces deben estar locos. O, al menos, ser archi conservadores.

- Si tú lo dices… Pero la verdad, por lo que leí, me pareció una familia muy normal. Lo único que la diferencia es que les acaba de nacer su hijo decimosexto.

- Y ya pararán, ¿no? El físico de… ¿cómo dijiste que se llamaba?

- Michelle.

- Eso, el físico de Michelle ya no debe estar muy preparado que digamos. Debe ser mayor. Tirándole bajo ha de tener 37 años.

- Un poco más: tiene 39, y su esposo 40. Pero ni ella ni Jim parecen haber decidido ya no tener más hijos. Al contrario. Mira si no estarán listos que actualmente construyen una casa enorme en Arkansas para poder alojar a toda su familia actual y futura. De hecho, hasta el Learning Channel está preparando un reportaje de cómo la han construido.

- Vaya. Hay que ser valientes para hacerlo. Mantener una marabunta como ésa debe costar una fortuna. Por lo demás, me imagino que los dos apenas tendrán tiempo para hacer otra cosa que cuidar a su familia.

- ¡Para nada! Jim trabaja en bienes raíces y creo que le irá bien. Además, es ex diputado estatal, y planea lanzarse para senador de su estado el próximo curso. Un hombre muy activo y comprometido con la sociedad, pero sin descuidar las cosas más importantes, como la familia. Es una persona responsable en sus negocios y en su paternidad.

- Pues a partir de hoy, ese tipo es mi ídolo.

- Tampoco exageres...

Hoy por hoy no es fácil encontrar ejemplos como los de la familia Duggar. Y por ello, su testimonio me sabe a una miel que ojalá todos aprendiéramos a disfrutar.

La familia ha sido y seguirá siendo siempre como un collar adornado de perlas tan preciosas como las virtudes, los valores y el heroísmo de una entrega sin límites a los que nos rodean.


Si quieres comunicarte con el autor, envía un mensaje a: buenasnoticias@arcol.org

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