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Donaciones sin portada

Donaciones sin portada
Solidaridad con los más necesitados de parte de empresaria española. Ejemplo de caridad y servicio.


Por: Antonio Aldrette | Fuente: Buenas Noticias






Mercedes blindado con chofer a la puerta. Dueña del grupo de constructoras más grande y vigoroso de España. Mujer intuitiva y pragmática. Esther Koplowitz recientemente ha dado muestras de que para ella la solidaridad con los más necesitados no es cuestión de dinero sino de imaginación.

Esta empresaria es conocida, en la Madre Patria y parte de Latinoamérica, por su gran liderazgo en la alta dirección de empresas-corporativo y por su influencia en el campo de los negocios. Aunque no sólo; también se le reconoce porque posee un sincero interés por el bienestar de sus empleados y compatriotas. Unas muestras:

En Barcelona su empresa, Fomento de Construcciones y Contratas, acaba de donar al Ayuntamiento de la ciudad un centro de acogida para ancianos abandonados (España posee uno de los más altos índices de ancianidad). Lo interesante de esta donación es que no se trata de una obra social más, sino de un esfuerzo realizado bajo la particular y cercana atención de la empresaria.

Como refería uno de los albañiles de la obra, el centro «lo hizo de manera muy personal», pues cuando se concluyeron las obras «ella misma se ocupó de dirigir y escoger la decoración de todo el edificio». Durante un tiempo «venía una o dos veces a la semana y se interesaba por los avances» -aclaró el empleado-. Además, entregó el centro a los responsables del patronato llave en mano.

Por otra parte, en Valencia, con su Fundación de Ayuda al Desvalido, Esther construyó hace unos meses otra residencia para ancianos en Madrid, y acaba de concluir el proyecto de un centro para jóvenes minusválidos. Para cada uno de estos tres proyectos la ejecutiva destinó la cantidad de 10 millones de euros.

Lo loable de estos gestos de la empresaria española radica en que ella se los toma como un compromiso personal con su gente y, en la medida de lo posible, evitando las cámaras, los reporteros o la publicidad. «Son los asuntos de Esther» -dice uno de sus colaboradores- «ella lo que busca es la efectividad y no las primeras páginas de la revista “¡Hola!”».

Cada día más se ven acciones sociales realmente desinteresadas, en las que el benefactor permanece casi oculto o en el anonimato. Quizás sea éste el mayor signo de la autenticidad de quien hace obras a favor de los últimos de nuestras sociedades. Además de hacerlo profesionalmente, persiguiendo la real mejora de los beneficiados y -si es posible- no buscando la publicidad y las primeras páginas de las revistas de sociedad.

También -last but not least- es impactante ver que una empresaria de alta categoría, con un sinnúmero de actividades y metas que alcanzar, se tome su tiempo para ayudar sinceramente a sus conciudadanos. He aquí una palpable muestra de que la solidaridad con los más necesitados y los exigentes retos de la economía de mercado no están para nada reñidos entre sí.



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buenasnoticias@arcol.org








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