Menu



El amor y la política van de la mano

El amor y la política van de la mano
Tenemos que recuperar para la política el amor


Por: Marco Antonio Batta, L.C. | Fuente: www.buenas-noticias.org



A veces podemos tener una imagen negativa de los políticos. Pensamos que de ordinario trabajan movidos sólo por un interés egoísta, por el deseo de enriquecerse y dominar. Mirando algunas noticias, esto podría parecer cierto; pero ellos también son seres humanos, en sus corazones también pueden alentar nobles ideales.

No somos nosotros “los buenos” y ellos “los malos” de esta película llamada «Historia de la humanidad».

El testimonio de Carlos Abascal, secretario de gobernación con el presidente mexicano Vicente Fox, puede ser un ejemplo. Hace unas semanas, concedió una entrevista al diario Milenio mientras se encontraba luchando contra un cáncer de estómago, enfermedad que le llevó a la muerte unas semanas más tarde, el 2 de diciembre. Tenía 59 años.

«Estoy bien, gracias a Dios, –decía– batallando con esta enfermedad, bajo vigilancia médica, pero aquí estoy con la convicción de poder servir a mi país». Añadió después que la enfermedad le había permitido poner en orden su vida, “que normalmente siempre ha estado en orden, gracias a Dios”.

Narró que durante su paso por la Secretaría de Gobernación descuidó su salud pero que, por el contrario, siempre cuidó sus responsabilidades: «tuve el orgullo de servir a mi país y de no tener un proyecto de poder sino de servicio; doy gracias a Dios de haber podido desarrollarlo»

También refirió una de sus convicciones fundamentales en el quehacer político: «Tenemos que recuperar para la política el amor. Yo creo que el amor y la política van de la mano». Podríamos traducir: «política y amor a la patria; política y deseo sincero de servir al prójimo».

Ricardo González Sada, presidente de la confederación mexicana de sindicatos (COPARMEX), habló así de la labor que realizó cuando fungió como Secretario del Trabajo: «Dio un gran impulso a la nueva cultura laboral al poner al ser humano en el centro del quehacer político económico y social». Y añadía que era un hombre muy espiritual –ferviente católico– que tenía siempre presente la dimensión trascendente de la vida humana.

Como es natural, y más tratándose de un político, tuvo adversarios, pero éstos también muchas veces reconocían su coherencia e integridad.

Gracias a Dios también existen políticos con vocación de servicio. Posiblemente son más de los que pensamos, pues por desgracia, el mal hace más ruido que el bien.

Además –sin ser ingenuos– tenemos necesidad de creer y confiar en los políticos. No una confianza ciega, ingenua; una confianza nacida de un equilibrado sentido crítico: evaluemos cualidades antes de elegirlos, sigamos sus acciones y –quizás lo más importante– acompañémoslos con nuestras oraciones, para que la tentación del poder no los seduzca.

Que descanse en paz, recibiendo el fruto de su trabajo.

Con información del periódico Milenio, 12 de noviembre de 2008.

Califica el artículo:


Si quieres comunicarte con el autor, envía un mensaje a: buenasnoticias@arcol.org

Regala una suscripción totalmente gratis http://es.catholic.net/buenasnoticias/regalo.php

Suscríbete por primera vez a nuestros servicios
http://es.catholic.net/buenasnoticias








Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |